Como ya informamos anteriormente, Mazda se ha visto envuelta en una investigación sobre la seguridad de su modelo CX-5 tras el accidente sufrido por una unidad del mismo en la ciudad nipona de Fukaya, cuando se llevaba a cabo una demostración de la frenada automática ante un obstáculo detectado por el ACC. A consecuencia del choque resultaron heridos el conductor y potencial comprador y el vendedor, aunque sin graves consecuencias. Los resultados de la investigación policial parecen haber confirmado que no hubo fallo o disfunción del ACC en la unidad accidentada. Desde que se conoció el caso, Mazda suspendió el uso del ACC en los CX-5, y es de suponer que una vez reconocida la ausencia de fallo, vuelva a ser plenamente válido y funcional.
