Regreso al pasado
No lo parece, pero la MASH Dirt Track 50 es una auténtica 50 centímetros cúbicos de cuatro velocidades con carburador y sin apenas electrónica, con un diseño clásico muy espectacular a un precio muy competitivo para el nicho donde milita.
MASH es una marca con un amplio mercado en Francia, donde comercializa una completa gama de modelos de pequeña y media cilindrada con el encanto de que cada uno de sus modelos rememora diseños de la década de los setenta, ochenta y noventa. El resultado es bien visible en esta MASH Dirt Track 50, una moto inspirada en las carreras de “Dirt Track” (circuitos de tierra) tan de moda en los Estados Unidos y que hará las delicias de cualquier adolescente o aficionado a las motos de competición clásicas.
El diseño resultante del fabricante francés SIMA (Société d’Importation de Motos et d’Accessoires), con más de 30 años de experiencia en competición a sus espaldas, se traduce en un ciclomotor compacto, sencillo, atractivo y sugerente. A pesar de su cilindrada, permite el transporte de dos personas, siendo el centro de las miradas. La nueva MASH Dirt 50 se apoya en un chasis clásico simple de tipo multi-tubular, que incorpora una horquilla hidráulica en el eje delantero y un par de amortiguadores de muelles en el eje trasero.
Su motor de 49 cc rinde 3 CV de potencia a 6.800 rpm y está alimentado por un carburador electrónico; un pequeño monocilíndrico de cuatro tiempos, que se gestiona mediante una caja de cambios –palanca en el pie izquierdo, claro- de 4 velocidades, mientras que la transmisión se realiza mediante cadena, y el encendido es electrónico con pulsador -ahí sí encontramos cierta modernidad-, aunque también dispone de pedal de puesta en marcha.
La frenada se confía a un disco delantero y a un tambor trasero de varilla, que se alojan en llantas de 17 pulgadas que, a su vez, albergan neumáticos de tipo mixto. Toda esta descripción mecánica, debe mover un peso cercano a los 100 kilos. Una simpleza mecánica, sin lugar a dudas, pero que no debe dejarnos indiferentes, ya que su principal atractivo reside en otros detalles, como por ejemplo en su depósito, su amplio manillar que, además, aloja en los puños los mandos de los intermitentes y luces y que también soporta un velocímetro redondo en el que encontramos también indicador de nivel de gasolina e indicador de la velocidad seleccionada.
Pero también hay que fijarse en sus detalles estéticos como el asiento (desmontable) terminado en un pequeño “colín” que incorpora el piloto trasero y en su placa porta-números frontal que no solo le da un aire racing, sino que además incorpora un faro lenticular de tipo led. Si a ello le unimos el pequeño guardabarros delantero y trasero, así como la placa porta-matrícula con soporte lateral y un generoso tubo de escape, la verdad es que esta Dirt Track 50 es una fiel y cuidada reproducción, a menor escala, de las históricas “Harley” preparadas para este tipo de carreras.
Aunque su aspecto se acerca a la de una moto de campo, está pensada más para moverse por zonas urbanas. Sus prestaciones, aunque limitadas por su pequeña cilindrada, son suficientes para moverse por núcleos urbanos con agilidad y sobre todo con mucha personalidad.
MASH Dirt Track 50: ficha técnica
Mecánica | |
Motor | Monocilindrico, 4 tiempos |
Refrigeración | Aire |
Alimentación | Carburador electrónico |
Encendido | Electrónico o pedal |
Cilindrada | 49 cc |
Potencia máxima | 3 CV |
Dimensiones | |
Altura asiento | 810 mm |
Longitud (Distancia entre ejes) | 1.950 mm (1.330 mm) |
Depósito | 12 litros |
Peso | 90 kg |
Velocidad máxima | 45 km/h |
Precio | 2.095 € (con garantía de 2 años en piezas y mano de obra, sin límite de km) |