Los 15.400 vehículos que Maserati vendió en 2013 no es que sean muchos, pero para la firma del tridente tienen un significado especial, ya que suponen un incremento del 148% respecto al año anterior y el inicio de un nuevo camino hacia la cumbre del prestigio (un prestigio tutelado por Ferrari) gracias a sus dos modelos más representativos: el Quattroporte que inició su comercialización ahora hace un año, alcanzó en 2013 las 7.800 unidades, mientras que del Ghibli que se lanzó en octubre pasado se vendieron 2.900 unidades. Y a final de año quedaron por servir 13.000 pedidos de cada uno, lo que augura un 2014 especialmente brillante, acompañado por los otros dos modelos de la casa boloñesa, el GranTurismo y el GranCabrio que suman 4.700 unidades, lo mismo que en 2012. Los principales mercados de Maserati son Estados Unidos (6.900 unidades) y China con 3.800 coches vendidos.