Madrid Distrito Centro o la nueva ordenanza de Movilidad Sostenible

22 septiembre, 2021
J. ROBREDO
Los coches sin etiqueta en el punto de mira

La corporación municipal madrileña ha modificado la ordenanza vial sobre la zona central de la capital, pasando a denominarse ahora Madrid Distrito Centro.

Sin grandes cambios respecto al Madrid Central de la era Carmena, aparte de facilitar el acceso de los coches de los comerciantes, mantiene las duras restricciones de acceso a los coches tipo A (sin etiqueta medioambiental), pese a su cada vez menor impacto en la contaminación medioambiental, dado su número cada vez menor.

La nueva ordenanza de Movilidad está ya en vigor desde el 20 de septiembre, tras publicarse en el Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma, a fin de evitar que el fallo del TSJM que anuló Madrid Central fuera firme, pero las cámaras de control no multarán durante un periodo transitorio de dos meses tras la aprobación de la norma, ya que la ley obliga a ello, aunque los agentes de movilidad y la Policía Municipal sí podrán hacerlo.

Veto a los vehículos sin etiqueta

A diario entran en Madrid capital unos 800.000 vehículos, de los que sólo apenas 114.000 carecen de etiqueta ambiental y, por tanto, son considerados como los más contaminantes (aunque a menudo no lo sean). La nueva ordenanza municipal de Movilidad Sostenible aprobada el pasado lunes 13 de septiembre que recoge Madrid Distrito Centro, sigue vetando el acceso a los mismos, sean coches, furgonetas o motocicletas, e incluso lo amplía al prohibirles transitar por todo el término municipal desde 1 de enero de 2025. Hasta esa fecha, el veto se irá haciendo de manera progresiva:

– el primer día de 2022, los vehículos que no estén dados de alta en la capital no podrán acceder ni circular por el interior de la M-30,

– medida que se extiende a toda la vía de circunvalación el 1 de enero de 2023.

– En 2024, ningún vehículo sin etiqueta de fuera de Madrid podrá circular por la ciudad.

– La prohibición definitiva llegará en 2025, tanto para residentes como no residentes.

El nuevo Madrid Distrito Centro crea dos zonas de bajas emisiones y sustituye a la normativa de Madrid Central, para mejorar la calidad del aire de la capital y ordenar el tráfico y la movilidad.

No se podrá acceder al centro sin aparcar en un aparcamiento concertado o sin que un residente haya pedido autorización. Los empadronados podrán entrar con su vehículo como hasta ahora, siempre que tenga etiqueta ambiental y esté autorizado para ello.

Sin duda es ahora el momento de pensar, en caso de estar en proceso de compra de un coche, en la posibilidad de adquirir un vehículo eléctrico o electrificado (híbrido enchufable con autonomía eléctrica superior a los 40 km), de manera que esta nueva ordenanza no incida sobre nuestra movilidad de futuro en la capital. Pocas marcas pueden ofrecer coches ya electrificados en todas sus gamas, aunque la oferta en el mercado empieza a ser bastante amplia.

Así pues, la nueva ordenanza mantiene en esencia las restricciones de la vieja Madrid Central, con mínimos cambios como el que autoriza la entrada de los coches de los comerciantes que trabajen en la zona, que podrán tener hasta tres vehículos autorizados a entrar en ella por cada actividad comercial. Entrarán como ya lo hacen los coches de los residentes, pero no podrán estacionar todo el día en zona verde, como sí pueden hacer los empadronados como residentes.

Pero la movilidad para los vehículos de los no residentes así como para los de fuera de Madrid se limita cada vez más, imponiendo el objetivo de que toda la capital se convierta en zona de bajas emisiones a partir del primero de enero del próximo año 2022, expulsando de forma arbitraria a los vehículos teóricamente considerados más contaminantes, empezando primero por los vehículos A (sin etiqueta) de los residentes no empadronados en la capital, hasta llegar al 1 de enero de 2025 cuando se prohibirá circular por todo Madrid a los coches sin etiqueta, incluidos los de los residentes.

Ampliación de la ZBE

Como novedad de esta ampliación de nuevas zonas de bajas emisiones (además de Madrid 360), se crea otra área de bajas emisiones en el entorno de la Plaza Elíptica (la plaza de Fernández Ladreda), considerada la zona más contaminada de Madrid (y sin embargo muy alejada de Madrid 360), donde tampoco podrán entrar los coches sin etiqueta a partir de diciembre.

Dentro del paquete se mete también la reducción de la velocidad máxima a 20 km/h en algunas calles de un solo carril sin separación de acera (y hasta 15 km/h cuando no hay bolardos), y a 30 km/h para el de carril de la derecha en las vías de dos carriles por sentido.

También se introduce (por la puerta de atrás) con la nueva ordenanza la ampliación del SER (el Servicio de Estacionamiento Regulado), a 20 nuevos barrios, aunque para ello deberán tener el plácet de la junta municipal correspondiente de su distrito previa consulta a los vecinos, aumentando el número de plazas reservadas a los residentes (del 75% al 80%).

Otra pintoresca novedad (pero de la que apenas se han dado detalles) es la implantación de autobuses “a demanda” para las zonas poco pobladas o de baja edificación.

En resumen otra vuelta de tuerca antiautomovilística en las grandes ciudad, muy propia de los tiempos que sufrimos, y en especial para los coches antiguos o clásicos (sean históricos o no, ya que los primeros sólo se libran si están matriculados como históricos, y no si conservan su matrícula original). Una política injusta y arbitraria que ya ha dado lugar a una manifestación en Madrid el pasado domingo por parte de los automovilistas que se consideran perjudicados por esta ordenanza protectora del medio ambiente (la Plataforma de Vehículos Afectados por la Movilidad en España).