El SUV compacto más cerca
Es un “crossover” medio más que compacto, aunque en todo caso estratégicamente situado para captar la clientela de estos últimos. Con este NX, Lexus espera aumentar bastante su cuota en el mercado de los SUV “premium”. Llegará al mercado español a partir de octubre, aunque primero en su versión híbrida (300h) desde 38.300 euros.
En el contacto estático que Lexus nos ha proporcionado con su nuevo modelo de SUV, en el que la marca tiene puestas muchas esperanzas, el NX luce impresionante. De momento su motorización híbrida (NX 300h) es la única, aunque Lexus anuncia otras dos sólo en gasolina, de las que al menos una (la 200t, con motor 2.0 turbo) la veremos hacia febrero de 2015. Comercializado este otoño, sus medidas son menos compactas de lo normal en su segmento, con 4,63 m de largo por 1,85 m de ancho y 1,65 de alto (incluida la antena tipo aleta de tiburón).
Con este NX 300h, Lexus busca mostrar una imagen más de “crossover” urbano que de SUV de lujo, sin renunciar por supuesto a su carácter “premium”, pero como alternativa distinta a lo que en su día fue el RX. Por eso recurre a una estética muy atrevida, con un estilismo más anguloso y diferenciador de su vocación al segmento medio. Su frontal está dominado por una exagerada interpretación de la nueva parrilla Lexus en punta doble de flecha, con los apliques cromados y el diseño de malla de la rejilla en progresión, para que la parrilla se ensanche por la zona baja del paragolpes, acentuando así la impresión de anchura del vehículo (necesaria, dado su altura). Calza llantas de 17” con neumáticos 225/60 en su nivel de acceso, que también le sirven para rebajar su precio, ya que con ellas logra bajar de los 120 gr/km de emisión de CO2 (117 y 5,1 lts/100 km) librándose del impuesto de matriculación (lo que no consiguen sus hermanos de los niveles Executive, F Sport y Luxury, todos con llanta de 18”).
Detrás, la disposición del contorno en “L” de las luces repite la forma de la parrilla delantera en doble punta de flecha, mientras que el diseño del paragolpes oculta la salida del tubo de escape (un detalle de pudor medioambiental que romperá el NX200t, que sí mostrará atrevido sus escapes).
Como característica propia, los bordes superiores de la parrilla marcan unas líneas que definen los bordes del capó. Los faros se resuelven con tres grupos de diodos formando un triple haz con forma de diamante, con las luces diurnas independientes (DRL), bordeadas en su parte inferior por unas tiras de diodos de lado a lado, que constituyen los intermitentes, todo muy minimalista en comparación con la gran superficie de chapa vista del vehículo. Además, el paragolpes se aleja de los bordes de la parrilla formando una curva suave hacia las tomas verticales de aire, que van desde los faros a la parte inferior del paragolpes, creando un detalle único en las esquinas.
Dos versiones híbridas.– Como curiosidad, y dado que es tanto híbrido en 4×2 como en 4×4, este NX 300h se ofrece en dos versiones híbridas. Utiliza una plataforma de 2,66 m de batalla (6 cm más que la del pequeño CT, al que le saca más de 30 cm de largo), y de hecho se sitúa por encima del CT por dimensiones, aunque no comparta su motorización híbrida, sino la de los Lexus GS/IS 300h, que montan el 2.5 atmosférico de gasolina (bajo ciclo Atkinson) con 197 CV, unido a una doble motorización eléctrica (simple en el caso del 4×2) que debería elevar su potencia final al entorno de los 250 CV (223 CV en el GS 300h frente a sólo 197 aquí). Pero no es el caso: los 176 CV del 2.5 gasolina Atkinson, más los 143 CV del motor eléctrico unido al mismo (en 4×2) sólo dan un total conjunto de 197. Potencia que incluso en 4×4 (con un segundo motor eléctrico trasero de 68 CV) sigue anunciando 197 CV.
En todo caso, la versión 4×2 del NX 300h monta un conjunto integral que engloba motor térmico, eléctrico y transmisión, con el que logra el ya citado consumo oficial combinado de 5,1 lts/100 km, por 5,4/5,6 en el caso de la versión 4×4. Choca que pese su motor eléctrico extra posterior (para asegurar la tracción 4×4) los dos anuncien una potencia total de 197 CV (y la misma aceleración en el 0-100 km/h: 9,9 segundos), señal de que el desdoblamiento eléctrico no potencia sino divide. El cambio es automático (6 relaciones) y el reparto de la tracción también (e-Four).
El NX 200t, sólo en gasolina.- Pero la novedad principal es que hay dos versiones más sólo en gasolina, rompiendo la oferta exclusiva híbrida de la marca en que andaba últimamente. Y afortunadamente con un motor bastante más brillante que el 2.5 de ciclo Atkinson, también de 4 cilindros pero con sólo dos litros de cubicaje y alimentado por turbocompresor, y suponemos que también por inyección directa (Lexus no lo especifica), que rinde nada menos que 238 CV entre 4.800 y 6.500 rpm con 35,7 mkg de par entre 1.650 y 4.000 rpm. Monta también un cambio automático de 6 marchas.
En cuanto a espacio interior, la habitabilidad posterior ha sido muy cuidada, tanto en espacio para piernas de las plazas traseras como en el maletero (Lexus afirma que es el mayor de su segmento), que anuncia 555 litros en el 4×2 (y calculamos unos 520 en el 4×4 e-Four), pero a cambio de no traer rueda de recambio. Ahí el que sale ganando es el NX 200t, ya que al no llevar baterías de tracción anuncia 580 litros. Destaca su iluminación ambiental en azul tamizado, y el toque cibernético que aporta un “interfaz” táctil por control remoto, con pantalla “touch tracer” que permite acceder a los interruptores electrostáticos táctiles y la nueva interfaz táctil de control remoto (RTI) de Lexus. Más adelante, en otoño, cuando probemos el coche dinámicamente haciéndole kilómetros será el momento de completar la información reflejando los pormenores de los equipamientos y las previsibles promociones de lanzamiento que la marca hará en el precio.