Lexus LC 500 Cabrio

28 septiembre, 2020
G. ROMERO-REQUEJO
La exclusividad y el lujo a cielo abierto

Lexus trae a España muy pocas unidades de su deportivo más emblemático, el LC 500 en su versión más exclusiva, el descapotable LC 500 Cabrio. Por 155.000 euros (165.000 si se opta por la superexclusiva Regatta Edition, del que sólo comercializarán un par de unidades en nuestro país) la marca “premium” de Toyota lanza el rival más directo de los Mercedes SL, Audi R8 Spyder o BMW Serie 8 Cabrio.

Presentado en el Salón de Los Ángeles como modelo de producción, cuenta con un motor V8 atmosférico de 5 litros de cubicaje y 477 CV, el mismo que montaba inicialmente el LC 500 coupé en Europa hasta que fue sustituido por su variante híbrida, el LC 500h, con menos potencia (359 CV) resultado de combinar un motor V6 3.5 de gasolina (299 CV) y otro eléctrico de 179 CV (130 kW).

De este modo Lexus recupera el V8 de altas prestaciones (477 CV a 7.100 rpm y 55 mkg de par máximo a 4.800 rpm) con una velocidad punta de 270 km/h y 5 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado, con un consumo oficial que ha pasado de los 8,1 lts/100 km en ciclo NEDC a 11,7 bajo el actual WLTP. La tracción es siempre trasera y el cambio es el conocido automático de Lexus por convertidor de par con nada menos que 10 relaciones.

Dispone de una capota textil de 4 capas muy sofisticada, (una de ellas de cuero) que plegada queda totalmente cubierta y protegida en un compartimento propio. Por supuesto es de activamiento eléctrico automático (tarda 15 segundos en abrirse y uno más -16- en cerrarse), apretando un botón (con tapa) situado en la zona baja de la consola central.
Su color puede personalizarse con el del coche y puede activarse con éste en marcha (hasta 50 km/h), mostrándose un gráfico en el cuadro de instrumentación que presenta el transcurso del proceso, y de su fiabilidad habla claro el que Lexus la ha diseñado para soportar hasta 18.000 ciclos de apertura y cierre antes de precisar de una visita al taller, muy por encima del promedio de estos mecanismos que suelen dar un plazo máximo de revisión de unos 10 años.

Es precisamente este carácter descapotable el que ha obligado a la vuelta al motor único de combustión, ya que procurar el espacio adecuado para guardar la capota y su motor suprime el dedicado a las baterías y sistema eléctrico del LC 500h, de modo que si se quiere un Lexus LC descapotable no puede ser híbrido, al menos por ahora. En cuanto a medidas, repite prácticamente las mismas del LC 500 Coupé, o sea 4,77 m de largo, 1,92 m de ancho y 1,35 m de alto, (sólo 1 cm más largo y medio cm más alto) siempre sobre la misma plataforma de 2,87 m de batalla.

Ni que decir tiene que calidad, ajustes y acabado están al máximo nivel que se espera de una marca de lujo tan especial como Lexus, con unas cómodas y majestuosas dos plazas delanteras aptas para pasajeros de gran talla, y dos plazas traseras de fortuna, ya mucho menos cómodas (por anchura, espacio para piernas y altura libre al techo cuando va capotado), llevando el motor eléctrico de la capota entre los asientos traseros.

Con dos toneladas de peso en vacío (2.035 kg) no es un modelo precisamente ligero. El maletero sí se queda corto -197 litros- respecto a sus principales rivales germanos (todos en torno a los 400 litros), quedando bajo su plano de carga la batería normal a 12V y un pequeño hueco portaobjetos (sin lugar a rueda de repuesto).

Su espectacular línea es casi igual a la del coupé, con una capota muy bien integrada que no altera apenas la zaga, un poco más ancha y alta. Lexus afirma que la rigidez del bastidor es igual a la del coupé, pese a la ausencia de techo rígido, gracias al reforzamiento del chasis (con una barra de refuerzo transversal de aluminio entre las copelas de las torretas traseras de la suspensión, nuevos ajustes de amortiguación con tirantes inferiores de sujeción y mayor empleo de elementos en aluminio y magnesio, así como puntos extra de soldadura en el chasis. El eje propulsor trasero monta un diferencial autoblocante tipo Torsen.

Su un nivel de confort es realmente insólito en un descapotable, con una suavidad de rodadura excepcional, un aplomo impecable y un entorno muy acogedor, tanto a capota cerrada (donde cuesta percibir que se trata de un techo textil por su nivel de aislamiento acústico) como descapotado, donde los deflectores laterales permiten rodar hasta 140 km/h bajo un ambiente muy agradable y silencioso. El deflector trasero de policarbonato viene de serie, aunque en opción puede pedirse otro que se monta sobre las plazas traseras (que entonces no pueden usarse).

El sonido del motor V8 5.0 es reconocido como uno de los más bonitos en este nivel, porque en el fondo este superdeportivo descapotable nipón es el más burgués de su segmento, y además, está pensado para conducirse descapotado en todas las estaciones del año, tanto en verano como en invierno, contando con un sistema especial de ventilación y calefacción que orienta el aire caliente (o frío) a la zona cervical y a las cabezas de los ocupantes delanteros, lo que junto con el volante y los asientos calefactados convierte en un placer conducir a techo abierto en tiempo frío.

Igualmente el climatizador dispone de una tecnología “nano-e” de partículas de agua para purificar el aire y eliminar olores indeseados. Respecto a conectividad multimedia, comparte la del LC 500h Coupé, con un refinado equipo Hi-Fi (Mark Levinson) y capacidad de interactuar en entornos Apple Car Play y Android Auto.

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