Está visto que la crisis no cuenta mucho para las marcas de lujo. En el primer semestre del año, Ferrari ha tenido un beneficio operativo de 177 millones de euros (equivalente a un neto de 116,2, un 20% más que en el primer semestre de 2012), y eso con una venta inferior (3.767 coches) pero con superior facturación (1.177 millones de euros). Y lo mismo sirve para BMW, que en idéntico plazo incrementa su beneficio neto un 3% (2.705 millones de euros) pese a que su facturación –37.098 millones– ha sido un 1,1% inferior.