Ciertamente, con más de 4,5 m de largo cuesta considerar como compacto a este nuevo Delta, pero de hecho lo es por habitabilidad y maletero (menos de 400 litros). Su impactante diseño, su gran batalla (2,70 m) y su imagen le hacen salirse un poco del patrón medio de su categoría. Por eso se echaba más en falta si cabe una versión de alto «standing» capaz de aprovechar mejor sus dimensiones. Y para reforzar mejor esta imagen exclusiva, a los tradicionales acabados de la marca (Argento, Oro y Platino) se añade uno nuevo —Exclusive— con sólo 4 plazas, para ofrecer así dos traseras del máximo confort.
La marca especialista del grupo Fiat ha buscado un marco de especial impacto mediático para esta versión (coche oficial en la Cumbre de los Nobel de la Paz, coche oficial de la Cumbre del G-8, patrocinio —y aparición del coche— en la película «Ángeles y demonios», etc), porque de lo que se trata es de recuperar el «glamour» de la marca y de identificarla como «sub-premium.

Pero lo que distingue a este Delta de sus hermanos está esencialmente debajo del capó. Fiat ha recurrido al 4 cilindros 1.8 turbo del Alfa 159 para propulsar este exclusivo Delta, sacándole nada menos que 200 CV a 5.000 rpm y un par de 32,6 mkg a sólo 1.400 rpm. Un rendimiento muy brillante si pensamos que en realidad este bloque apenas cubica un litro y tres cuartos (1.742 cc) superando así su rendimiento los 110 CV/ litro (114,9). Para lograrlo, Lancia ha recurrido a una sofisticada ingeniería, combinando la inyección directa de gasolina con la distribución variable por doble variador de fase tanto al escape como a la admisión (sistema «scavenging», que monitoriza de forma permanente todos los parámetro de encendido y alimentación), y por supuesto, con la sobrealimentación a través de un turbocompresor de geometría variable.
El resultado no son sólo los 200 CV, sino sobre todo el par de casi 33 mkg desde 1.400 rpm (y constante hasta las 3.750 rpm), un 70% más sobre un motor turbo tradicional y sin tiempo muerto de reacción (menos de la mitad sobre un turbo clásico), lo que equipara su respuesta a la de un motor normal de admisión atmosférica. Luego la inyección recurre a una bomba de 150 bares, inyectores de 7 bocas, turbo con «convertidor de impulsos» (para que la dinámica del flujo de gases de salida mejore el par motriz), etc. El resultado es un motor de gasolina muy brillante, con la fuerza en baja de un V6 y el consumo de un dos litros con 50 CV menos. Y en consecuencia, sus prestaciones también lo son: velocidad máxima de 230 km/h y 7,4 segundos para cubrir el 0-100 km/h, con un consumo combinado de 7,8 lts/100 km (5,9 de mínimo extraurbano y 11,1 de máximo urbano), y un promedio de 185 gr/km de CO2. Por supuesto cumple ya la norma Euro 5, y gracias a una arquitectura muy estudiada (biárbol movido por correa, balancines de rodillos, segmentos elásticos, carrera relativamente corta con pistones de falda corta y biela larga…) se ha logrado el máximo silencio y el mínimo nivel de vibraciones sin tener que recurrir a árboles contrarrotantes de equilibrado (que siempre consumen energía y repercuten en el consumo).

El cambio para este motor es un automático de seis relaciones (Sportronic) por convertidor de par (Aisin), aunque se espera que también habrá más adelante versión manual. En realidad estaba previsto que montara el nuevo cambio robotizado de doble embrague en el que trabaja Fiat (similar al DSG de Volkswagen, al de Ford, etc), pero retrasos en su puesta a punto han obligado a recurrir al Daisin nipón de 6 velocidades, con convertidor de par. Lo que todavía deja margen futuro, con otra transmisión, para mejorar consumos y emisiones.
Suspensiones y frenos repiten el esquema ya conocido del Delta (aunque los frenos montan unos espectaculares discos ventilados de 330 mm de diámetro), mientras que las ruedas montan llantas de aleación de 17 y18 pulgadas (con neumáticos de 225/45 R17 en el primer caso y 225/40 R18 en el segundo), afectando ya bastante las segundas a su maniobrabilidad (el diámetro de giro sube de 10,6 a 11,2 m). El peso se queda al filo de la tonelada y media, pero sin llegar a ella (1.430 kg).

Como buque insignia de la gama, este Delta 1.8 DI Turbo Jet dispone de todas las innovaciones tecnológicas de seguridad y confort del grupo Fiat, desde los faros de xenon direccionales al navegador integrado (Instant Nav), pasando por los sistemas de comunicación Blue&Me, amortiguación variable inteligente (Reactive Suspension System), diferencial autoblocante delantero (tipo Q2, como el de los Alfa 147 y Mito) sistemas de aparcamiento semiautomático («Magic Parking»), etc.
A la venta en septiembre, para entonces sabremos sus definitivos niveles de acabado para España así como sus precios. Lo que está claro es que los Lancia Delta ya tienen su buque insignia en gasolina, para compartir podio junto al Delta 1.9 JTD Twin Turbo Multijet (190 CV) en diesel.