Lamborghini Sesto Elemento

15 febrero, 2011
J. C. BERGER

Este “concept” es el camino escogido por Lamborghini para adelgazar el peso en sus coches y así bajar de los 2 kg/CV de relación peso/potencia, a base de emplear la fibra de carbono hasta para las llantas y lograr así un peso en vacío de una tonelada.

El objetivo primordial de este “concept car” es demostrar que si se logra contener el peso no hacen falta potencias monstruosas Con el V 10 5.2 de 40 válvulas y 570 CV consigue a base de eliminar kilos superfluos una relación peso/potencia de 1,75 kg por CV, mejor incluso que la del Bugatti Veyron, cuyos 1.001 CV deben repartirse entre casi dos toneladas, lo que deja este ratio en 1,89 kg/CV. Por eso logra igualar su aceleración (2,5 segundos de 0 a 100 km/h) y anunciar una velocidad punta “ampliamente superior a los 300 km/h”.

En el fondo, este ejercicio de adelgazamiento no es más que la progresión hasta sus últimas consecuencias de la máxima que ya popularizó André Citroën (“chassez le poids») ó el maestro de Lotus, Colin Chapman (“light is right”). Una progresión muy cara, puesto que para lograr rebajar ese peso en vacío del Sesto Elemento a 999 kg ha habido que recurrir a la fibra de carbono para el 80% de todo su cuerpo, una fibra de carbono reforzada con “composites” (materiales plásticos compuestos) y bautizada como CFRP (fibra de carbono plásticamente reforzada), que integra tanto el chasis como la carrocería, con una pintura especial para la misma en negro mate que incorpora nanopartículas de vidrio que añaden unos brillos rojos en función de la incidencia de la luz. El resultado es un coche espectacular, cuyas aristas y perfiles, junto al color, nos recuerdan inevitablemente al coche de Batman…

Los subchasis de la suspensión, las barras de la suspensión, capós, puertas, alerones, techo, etc… son de CFRP, y allí donde éste no bastaba, se ha recurrido a otro tipo de materiales ligeros, como el colector de escape y los tubos del sistema, realizados en “Pyrosic”, una fibra de vidrio compuesta muy ligera capaz de soportar temperaturas de más de 900º. El cambio (robotizado) E-Gear y la transmisión total a las 4 ruedas All Wheel Drive, con su diferencial viscoso central y su autoblocante trasero al 45% han sido también aligerados, lo mismo que el motor V10 de 5.204 cc, aunque aquí sin excesivos alardes, para no comprometer la aplicación de sus 570 CV a 8.000 rpm ni sus 55 mkg de par máximo a 6.500 rpm, capaces de lograr un elevado rendimiento unitario (110 CV/litro). Y aparte del acero y aluminio del motor y del cambio (de 6 velocidades con levas al volante), tenemos también aluminio en el subchasis de la suspensión trasera y del anclaje del motor central. Los demás metales son más sofisticados, como el magnesio ó el titanio para tirantes y tuercas.

La cura de adelgazamiento se ha aplicado en todas las áreas; se han buscado los neumáticos ZR más ligeros posibles, las llantas son también de CFRP (aún más ligeras que si fueran de magnesio), y la estructura interior del salpicadero (suspendido) con la instrumentación reducida al mínimo imprescindible, y tres botones básicos en su consola (arranque, cambio a marcha atrás y luces) es también de CFRP, lo mismo que el cuerpo interior de los asientos. Si añadimos a ello que los frenos carbocerámicos rebajan otros 10 kg menos por rueda, no es de extrañar que este “Sesto Elemento” (suponemos que en honor al carbono, si añadimos a los cuatro elementos tradicionales –aire, agua, fuego y tierra, otro quinto como el petróleo) haya logrado quedarse en ese extremo umbral de los 999 kg de peso. Aunque no será un modelo de serie, en el futuro muchos “Lambos” de calle llevarán algunas de sus soluciones de CFRP, si bien no se descarta todavía un producción ultralimitada.