EL resultado es un Gallardo de 570 CV que arroja una relación peso/ potencia de 2,35 kg/CV, capaz de alcanzar los 325 km/h y cubrir el 0-100 km/h en 3,4 segundos. Todo un logro para una “berlinetta” de motor central que con sus 1.340 kg de peso total se presenta como el “Lambo” más ligero de la historia, a excepción del Urraco de hace 30 años… (1.280 kg). La marca superdeportiva italiana creada por el entusiasta taurino Ferruccio Lamborghini hace ya casi medio siglo (de ahí el emblema del toro y los nombres de sus coches), un industrial constructor de maquinaria agrícola que tras una discusión con su admirado Enzo Ferrari por la supuesta falta de calidad de uno de sus modelos decidió fabricar él mismo los suyos (la anécdota cuenta que fue expulsado en 1963 de Maranello con cajas destempladas por “il comendatore” tras haberle mostrado fallos continuados en el embrague de un 250 GTB que acababa de comprarle), se presenta hoy día como la única capaz de hacer sombra a Ferrari, aunque sea desde la pertenencia a un grupo automovilístico no italiano (Volkswagen) y bajo el paraguas protector de Audi.
Así las cosas, Lamborghini ha buscado lanzar una versión más deportiva de su Gallardo, en vista de que la crisis va a retrasar la puesta a punto del Estoque, y de que el Murciélago parece haber llegado ya a su techo comercial. Partiendo de un generoso uso de la fibra de carbono, que le ha permitido rebajar un total de 70 kilos sobre los 1.410 del Gallardo LP 560-4, ha ultimado esta versión que atiende al larguísimo nombre de Lamborghini Gallardo LP 570-4 Superleggera, cuya estética también recibe pequeños retoques (alerón y difusor traseros, perfil lateral en negro con la leyenda “superleggera”, salida del difusor posterior, etc).
Combinando las partes en aluminio (casi toda la carrocería y varios elementos de la suspensión), sustituyendo el vidrio de ventanas, lunetas y tapa del motor por policarbonato transparente, montando llantas de titanio (tornillos incluidos) de 19”e introduciendo numerosos elementos en fibra de carbono (alerón, difusor posterior, láminas de carenado de bajos, paneles de puertas, salpicadero…), al final se han rebajado esos 70 kgs sin renunciar a un equipamiento no excesivamente espartano y manteniendo sus medidas (4,39 m de largo por 2,56 m de batalla).
La introducción de los nuevos elementos ha sido aprovechada para mejorar al máximo la aerodinámica, no sólo para aumentar el efecto “suelo” de la carga aerodinámica (“down force”), que ha aumentado hasta un 50% a muy alta velocidad, sino para reducir consumo y emisiones (un 20% menos en CO2 y 3,5 lts/100 km menos en el promedio combinado, que baja a 13,5 lts/100 km (319 grs/km de CO2) con el cambio E-Gear (secuencial robotizado de 6 marchas) ó a 14,4 lts/100 km (344 grs/km de CO2) con el manual igualmente de seis relaciones.
Con tracción total (la quattro de origen Audi, debidamente modificada con diferencial central viscoso al 40/60 y autoblocante posterior de deslizamiento limitado al 45%) y un reparto de pesos al 57% detrás y al 43% delante, el Gallardo LP 570-4 está en condiciones de alcanzar sus prestaciones récord bajo la máxima seguridad dinámica, a lo que también contribuye un control dinámico de estabilidad (ESP) especialmente diseñado para este coche, con tres niveles de actuación progresivamente descendente (Normal, Sport y Corsa) combinados con la actuación del cambio robotizado E-Gear (Automático, Sport y Corsa), que es equipo de serie aunque a petición y sin coste se puede solicitar el cambio manual de seis velocidades.
Y como en todo deportivo que se precie, el ESP posee además de su acción gradual en tres niveles, un cuarto que supone su desconexión total, sólo indicado para la conducción en competición.
En la mejora de su comportamiento para estar a la altura de las nuevas prestaciones no se ha escatimado en nada. Se ha duplicado la rigidez de los travesaños de aluminio del bastidor, al tiempo que se ha aumentado un 20% la dureza de muelles y amortiguación. Las llantas de titanio pesan 3,2 kg cada una menos que las del LP 560, montando neumáticos específicos para este coche realizados por Pirelli (unas P Zero Corsa de 235/35 ZR19 delante y 295/30 ZR19 detrás). Los discos ventilados de freno pueden ser de acero al carbono (365 x 34 mm delante y 356 x 32 detrás) ó bien carbocerámicos en opción (380 x 38 mm delante y 356 x 32 detrás), lo que le asegura unas deceleraciones tan impresionantes como su aceleración, que además de permitirle alcanzar los 100 km/h desde parado en 3,4 segundos, sólo sube a 10,2 para llegar a los 200 km/h (menos de 18 segundos en el km desde parado…). Sencillamente impresionante.
En cuanto a la mecánica es la ya conocida, a base del motor de 10 cilindros en V a 90º y 5.204 cc de cubicaje, alimentado por inyección directa estratificada (y 12,5 a 1 de relación de compresión nada menos), con lubricación por cárter seco y refrigerado por líquido (dos radiadores). Este V10 atmosférico entrega 10 CV más que antes (de ahí lo de 570 del nombre) a 8.000 rpm, con un par máximo de más de 55 mkg a 6.500 rpm. Con un embrague bidisco en seco y cambio manual de 6 marchas ó el EGear robotizado con mando por levas al volante (único medio de cambiar en los modos Sport y Corsa), permite volar bajo a este Gallardo dentro de unos niveles de economía y ecología desconocidos hasta ahora en este nivel.
Todo este ejercicio de estilo “racing” no obsta para que en opción pueda contar con detalles de lo más refinado en su equipamiento (tapicería en Alcántara, etc), aunque ello suponga un peso añadido que rebase el listón de los 1.340 kg. Así, el Gallardo LP 570-4 puede llevar navegador, cámara de visión trasera, mando a distancia automático para garaje, sistema automático de levantamiento de carrocería para superar obstáculos sobre el asfalto (el coche es muy bajo, apenas 6 cm de altura libre al suelo y 1,17 m en total), etc. Detalles que por supuesto encarecen su precio base de 229.335 euros hasta acercarlo (sobre todo con los discos cerámicos de freno) al cuarto de millón de euros, 50.000 más que el Gallardo LP 560 aunque de 60.000 a 100.000 menos que su hermano mayor el Murciélago.