Ducha de agua fría para los últimos propietarios de Saab Automobile, la empresa NEVS de capital mayoritariamente chino y ahora con una alianza estratégica con la también china Dongfeng (reciente compradora del 14% de PSA). Tras diversos fracasos, NEVS (News Vehicles Electric of Sweden) se acabó quedando con la fábrica y el utillaje de la marca sueca en 2012 y llegó a producir un par de millares del 9-3 desde finales de 2013 a mayo de 2014, cuando se vio obligada a cerrar por falta de liquidez y de pagos a proveedores. Luego anunció su idea de fabricar el 9-3 en China, pero en el verano de 2014, Saab AB retiró los derechos de uso del nombre Saab a NEVS, aunque los directivos de ésta afirmaron que se estaba negociando su rescate. Al final, todo indica que Saab terminará como Rover, troceada y vendida, y sin futuro de resurrección asiática. Saab AB, su matriz aeronaútica, no quiere una Saab china bajo su marca. Y si fabrican el coche (el 9-3, que bien podrían, pues tienen sus derechos) será bajo otra marca…
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