La masiva llamada a revisión de casi 1,4 millones de unidades de las marcas Chevrolet, Pontiac y Saturn, por una posible desconexión del encendido (cierre de contacto de la llave) está trayendo más cola de la esperada para todo el grupo General Motors. La cifra final parece que ya asciende a 1,6 millones de coches, con cuatro investigaciones independientes abiertas por la NHTSA (la DGT estadounidense) ya que existen 31 accidentes probados ocasionados por este fallo con un total de 12 muertos.
A ellas se añade ahora otra investigación abierta por el Departamento de Justicia norteamericano con debates abiertos sobre el tema en el propio Congreso, destinada a esclarecer el posible ocultamiento del fallo (se conocía ya desde 2004, lo que supone un retraso poco justificable de casi diez años).
Aunque en Europa su repercusión es mínima (sólo afecta al Chevrolet HHR y al Opel GT, y en fechas posteriores, cuando ya se había resuelto el problema), en EE.UU. y Canadá este problema está haciendo mucho ruido, y la nueva presidenta de GM, Mary Barra, se ha comprometido a resolverlo sin dilación.
Todo viene por una defectuosa sujeción del alojamiento de la llave de contacto y arranque, que en caso de conducción agitada (en tierra, con el SUV HHR) o por simple peso u oscilación, puede soltarse apagando el motor, y con ello parar el coche y desconectar sus sistemas de seguridad (airbags incluidos). GM lo ha reconocido tras una treintena de accidentes en EE.UU. con un saldo total de 12 muertes.
El problema se detectó primero en el Chevrolet Colbat y Pontiac G5/Pursuit fabricados de 2003 a 2007 (800.000 unidades), pero luego se vio que otros modelos del grupo como los Saturn Ion (2003-2007) y Sky (2006-2007) lo sufrían también, añadiéndose posteriormente a la lista los Chevrolet HHR y Pontiac Solstice (2006-2007). En total, otros 600.000 coches más, aunque el cómputo final parece acercarse a los 1,6 millones de vehículos afectados, habiendo desaparecido ya (en 2009) las marcas Pontiac y Saturn.
