
La patronal Conepa, que agrupa a los empresarios de talleres de automoción, se ha ofrecido a colaborar como parte implicada con el Instituto de Seguridad e Higiene del Trabajo (INSHT) para aclarar el alcance de la declaración de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la OMS, por la que ésta ha incluido las emisiones de combustión de los motores diesel como cancerígenas. Conepa quiere analizar su alcance para valorar la necesidad de aplicar nuevas disposiciones de protección de la salud de los profesionales del sector. De momento la directora del INSHT ha entregado a Conepa un estudio realizado por el Centro Nacional de Condiciones de Trabajo de Barcelona en el que se confirma que la legislación actual europea no contempla las emisiones de humos de motores diesel como susceptibles de producir cáncer, sino algunos de sus componentes y el propio combustible diesel (o sea, el gasóleo), clasificado como “sospechoso de ser cancerígeno” según el SGA (sistema de armonización global) y la directiva europea 548 del año 67. Con todo, el INSHT (dependiente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social) ha dicho a Conepa que tras la declaración de la IARC intensificará sus acciones sobre el tema, con investigación y evaluación de riesgos a la exposición de estos gases, así como de sistemas de extracción local de los mismos, especialmente allí donde se produzcan emisiones significativas de ellos.