Kia Stinger (Primera prueba)

10 octubre, 2017
MARIO ESCAT
Sofisticación y deportividad

El deportivo Stinger representa la mayoría de edad de la firma coreana al juzgarle por su calidad. Más Gran Turismo (GT) que coupé de 5 puertas, este exclusivo Kia Stinger está ya a la venta desde 37.900 euros.

Con una previsión de ventas anuales de solo 250 unidades en España, lo que destaca su elitismo, este Gran Turismo de 4,83 metros de longitud, 1,87 de anchura y 1,40 de altura, mezcla de deportividad y elegancia, con una carrocería tipo “fastback” de líneas afiladas y musculosas que recuerda en ciertos aspectos al Audi A5 Sportback.

Exteriormente destaca por su línea coupé, pero con cuatro amplias puertas, que facilitan especialmente la entrada y salida del vehículo, y un portón trasero que da paso a un maletero de apertura y cierre automático con una capacidad de 406 litros (con kit antipinchazos de serie), que abatiendo los asientos (40/60) puede llegar hasta los 1.055, incorporando iluminación con luz LED y varios soportes metálicos para enganchar redes portaobjetos. Bajo el piso, hay un doble fondo que puede ubicar, como opción, una rueda de repuesto provisional.

Llaman la atención los retrovisores y marcos de cristales cromados y un poderoso frontal, de línea muy afilada con tomas de aire en el capó motor, paragolpes delantero y en los laterales sendas branquias. Los atractivos grupos ópticos incluyen luces diurnas con tecnología LED, y solo los acabado GT Line y GT incluyen faros de LED direccionales.

En su larga y tendida zaga destacan unos grandes grupos ópticos (LED) alargados y en los V6, sus frenos ventilados Brembo de cuatro y dos pistones (ejes delantero y trasero respectivamente) pintados en rojo. A todo ello, se añade la posibilidad de montar llantas de 18 ó 19 pulgadas, con variados y bellos diseños, cuatro tubos de escape (en el V6) y los nueve colores exclusivos que puede elegir el cliente. Las versiones GT Line ofrecen cromo oscuro en el marco de la parrilla, las tomas de aire laterales en el paragolpes, en la rejilla inferior, y en las carcasas de los retrovisores.

En su interior encontramos una mezcla de elegancia y deportividad, con excelentes acabados y una buena calidad visual y al tacto de los materiales. Sus asientos deportivos, ofrecen una gran sujeción lateral, con múltiples regulaciones y la opción de estar, todos ellos, ventilados y calefactados. Y detrás de su buen volante de tamaño medio y agradable tacto, aparece un cuadro con dos esferas con indicador de aguja y una pantalla que muestra muchos datos, incluso la aceleración lateral y longitudinal.

También puede incorporar ‘head up display’, mientras que en el centro del salpicadero, aparece una pantalla de 7 u 8 pulgadas (según la versión) en la que se muestra el navegador de última generación con mapas en 3D, que, entre otras opciones, puede conectarse a un dispositivo iPhone o Android.

Cuenta con una larga lista de ayudas a la conducción, destacando entre otras, su control de crucero inteligente, detector de fatiga, sistema de advertencia de colisión frontal (peatones y coches), asistencia mantenimiento de carril, aviso inteligente de límite de velocidad, asistente dinámico de luces de carretera, alerta ángulo ciego, etc… Además de otras opciones interesantes, como su sistema de sonido Harman/Kardon de 15 altavoces, con la novedad de incorporar uno debajo del volante.

En cuanto a mecánica, el Kia Stinger, según versiones, puede incorporar tracción trasera o tracción total y se comercializa con tres motorizaciones: dos de gasolina, un 2.0 litros de 255 CV con tracción trasera, que llega a los 100 km/h en 6 segundos, con una velocidad máxima de 240 km/h y un V6 de 3.3 litros biturbo con unos imponentes 370 CV de potencia con tracción total, que puede llegar a los 100 km/h desde parado en tan sólo 4,9 segundos y conseguir los 270 km/h de velocidad máxima; mientras que en ciclo diésel, se ofrece un motor 2.2 turboalimentado de 200 CV, que puede incorporar los dos tipos de tracción y que acelera de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos y alcanza los 230 km/h.

Para transmitir toda la potencia, el Stinger monta una caja de cambios automática de ocho relaciones (AT8). Diseñada en exclusiva para este modelo por el fabricante coreano, que utiliza un convertidor de par con absorción de péndulo centrífugo, que reduce las vibraciones torsionales en la transmisión.

La suspensión delantera es de tipo MacPherson y la trasera, multibrazo con 5 apoyos, pero también puede incorporar una amortiguación con control electrónico ECS con un funcionamiento predictivo ante las acciones del conductor, que se puede ajustar con el Drive Mode Select. En caso de que el Stinger elegido sea tracción trasera, la potencia llega a las ruedas a través de un diferencial autoblocante opcional. El sistema de tracción total tiene un tarado deportivo, que prioriza a las ruedas traseras y está equipado con un control dinámico de par vectorial, repartiendo hasta un máximo del 40% en el tren delantero y hasta un 100% en el tren trasero.

Los consumos medios combinados varían mucho en función del motor, el tipo de tracción y el calzado que equipa cada versión. Se sitúan entre los 5,6 y los 10,6 litros cada 100 km, mientras que las emisiones de CO2 están entre 147 y 244 g/km, en ciclo combinado.

Los precios parten desde los 37.900 euros en la variante diésel de 200 CV con el acabado más modesto (que ya viene muy equipado) y llegan hasta los 54.150 euros para el V6 4×4 de 370 CV. Está disponible con cuatro niveles de acabado: Style, xTreme, GT-Line y GT. Y se ofrecen tres años gratuitos de mantenimiento, así como los habituales 7 años de garantía.

Probado en circuito y carretera.- Recién aterrizados en Mallorca, nos poníamos al volante del modelo más potente, el V6, en unas vueltas al pequeño circuito de carreras del que dispone la isla, en el que pudimos extraer toda la potencia a sus 370 caballos en el modo de conducción Sport + sin preocupaciones. Este Stinger se comporta noblemente y de forma admirable con una frenada a toda prueba y unas reacciones muy divertidas, que nos permiten hacer deslizar el tren trasero, con una suspensión firme y un cambio, que usando las levas del volante (de plástico), funciona de forma muy rápida y eficaz.

Lógicamente, la desmultiplicación de la dirección, que no está preparada para la competición, nos hacía ser algo más cuidadosos con la elección de la trazada. Posteriormente, para la primera prueba en carretera abierta, elegimos la versión menos potente, el turbodiésel 2.2 CRDI de 200 CV, y lo primero que nos llamó la atención es su ronco sonido en modo deportivo, más propio de un deportivo que de un diésel. El motor no es nada rumoroso y no transmite apenas vibraciones. Pese a que con su turbo, tarda algo más que los gasolina en responder al acelerador, este motor sube de revoluciones de forma eficaz y progresiva.

El Stinger ofrece cinco modos de conducción: Smart, Eco, Comfort, Sport y Sport +. En el modo Smart el coche se adapta de forma inteligente a nuestra forma de conducir, incluso, sí circulamos de forma suave, se activa automáticamente el modo Eco, que mejora la eficiencia del motor, y si pisamos el acelerador de modo más rotundo, se activa el Comfort (modo estándar). En estos modos, la suspensión, el cambio, la dirección y la respuesta del motor, son más ‘tranquilas’, lo que hace que la conducción sea altamente confortable. En el modo Sport y Sport+, el coche se vuelve algo más rígido, la suspensión y la dirección se tornan más duras, el cambio de 8 velocidades reacciona con más fluidez y baja menos de revoluciones, ofreciendo unas sensaciones más deportivas.

Destaca especialmente por su alta estabilidad, tanto en curvas de radio abierto como en zonas más viradas y con cualquier tipo de firme, incluso en mojado, que le permite un paso de curva elevado, pese a sus 4,83 m de longitud.

Los mandos en el volante y los testigos, están todos muy a la vista y ubicados de forma muy lógica y a mano, y su utilización es muy sencilla. Nos agradó de forma especial la posición de conducción, gracias a las múltiples regulaciones eléctricas del asiento (incluida una para alargar o acortar la banqueta) y lo bien que éste recoge el cuerpo, además de la buena visibilidad delantera y algo menor la trasera. Nos gustó la cámara de visión trasera (de serie en toda la gama) que se puede activar con el coche en marcha a cualquier velocidad.

Por último, la siguiente jornada tuvimos oportunidad de conducir el gasolina 2.0 T de 255 CV, que nos parece el más equilibrado, tanto por la suavidad de su motor, con unas aceleraciones constantes, como por la posibilidad de una conducción aún más deportiva, sin llegar a la potencia del V6 de 370 caballos de utilización más reducida. Cuatro adultos viajarán de forma muy confortable en este Stinger, Un tercer ocupante en los asientos traseros, no estará cómodo, ya que es más estrecho, su respaldo más duro y el túnel de transmisión ocupa mucho espacio.
Como conclusión, podemos afirmar que Kia ha sacado al mercado un producto muy atractivo, algo alejado de su habitual imagen comercial, y que, como pretenden, les va a servir para ofrecer una imagen más deportiva y exclusiva.

Precios

Versión P.V.P.
Stinger  2.2 CRDI STYLE 200 CV 37.900 €
Stinger  2.2 CRDI XTREME 200 CV 41.650 €
Stinger  2.2 CRDI XTREME 4×4 200 CV 43.650 €
Stinger  2.2 CRDI GT LINE 200 CV 47.150 €
Stinger  2.2 CRDI GT LINE 4×4 200 CV 49.150 €
Stinger  2.0 T-GDI STYLE 255 CV 38.900 €
Stinger  2.0 T-GDI XTREME 255 CV 42.650 €
Stinger  2.0 T-GDI GT LINE 255 CV 48.150 €
Stinger  3.3 T-GDI GT 4×4 370 CV 54.150 €

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Garantía: 7 años o 150.000 km