Javier Gete
Marco normativo, tipo de recarga a instalar y demanda de potencia
Debido al gran incremento que se viene registrando y que se prevé para los próximos años de la nueva fórmula de movilidad eléctrica, los expertos están recomendando que se instalen puntos de recarga que incluyan sistemas de control dinámico de la potencia utilizada además, a ser posible, las horas valle (demanda menor) para evitar así los colapsos que se podrían producir en las redes eléctricas en lo referido a transporte y distribución de las mismas.
Tanto es así como que en España las ventas de vehículos eléctricos durante el primer trimestre del año 2.021 ya han triplicado el mismo dato del año 2.019, lo que indica que la mayoría de las Comunidades Autónomas están ya mejorando sus indicadores de penetración en este segmento (barómetro de ANFAC), aunque las implantaciones de puntos de recarga siguen creciendo en la misma línea pero fundamentalmente centradas en niveles de potencia para cargas lentas.
Es evidente que la gran mayoría de las marcas de automóviles están fomentando estos nuevos sistemas eléctricos de movilidad, mediante el constante lanzamiento de modelos y versiones 100% eléctricas o híbridas enchufables, con previsiones de disponer en todo caso de una gama 100% eléctrica en plazos variados para cada caso.
Pocas marcas pueden ya presumir de disponer de una oferta ya electrificada en todas sus gamas, cosa que empezará a ser normalizada con el paso del tiempo y la aplicación de las diversas normativas que así lo exigirán.
En consecuencia los expertos (en este caso la prestigiosa empresa alemana TÜV SÜV como especialista en soluciones de calidad y seguridad para este tipo de instalaciones) recomiendan tener muy presentes a la hora de diseñar e instalar este tipo de equipos tanto las ventajas e inconvenientes de cada tipo posible de instalación, como el marco normativo en cada país y región.
Normativa
En cuanto a normativa vigente hay que recordar el Real Decreto 1053/2014 del 12 de Diciembre, en el que se cita textualmente que “la instalación de infraestructuras de recarga de vehículo eléctrico en aparcamientos o estacionamientos colectivos en edificios en régimen de propiedad horizontal solo requiere la comunicación previa a la comunidad de propietarios y no conlleva ningún permiso ni votación específica”.
Por otro lado cada Comunidad Autónoma puede precisar dentro de sus competencias algunos requisitos para estas instalaciones, como es el caso, por ejemplo, de la Comunidad de Madrid que ha precisado que es imprescindible la inspección periódica de las instalaciones eléctricas de baja tensión previamente a la instalación de equipos de recarga.
Tipos de carga
El tipo de recarga que se pretenda instalar (superlenta, lenta, semi-rápida, rápida y ultra rápida) incide directamente en la posibilidad de conectar directamente a la red eléctrica o bien la necesidad de instalar infraestructuras específicas para recarga de vehículos eléctricos (SAVE), determinando así la intensidad posible, la potencia disponible, los tiempos de recarga, la durabilidad esperada de las baterías, etc.
Hay que tener en cuenta que los sistemas de carga lenta y súper-lenta (Modo de carga 2) sólo precisan una conexión a la red eléctrica mediante tomas convencionales, mientras que los tipos de carga lenta (modo de carga 3), semi-rápida, rápida, ultra-rápida precisan conexiones mediante SAVE.
Atención con la potencia
Por otro lado, la instalación de puntos de carga generará en todo caso una mayor demanda de potencia, por lo que es imprescindible tomar las medidas necesarias pare evitar sobrecargas y potenciales fallos de suministro para el conjunto de los edificios.
Una posible solución que acredita y elimina éste riesgo es la instalación de un sistema de protección de la línea general de alimentación (SPL) para evitar así la fusión de fusibles en la caja general en caso de puntas de intensidad de potencia, incluso superiores a la máxima admisible, protegiendo así la instalación eléctrica general de cada edificio, desconectando o regulando las cargas en caso de necesidad y en función de las intensidades reclamadas en cada momento.
En todo caso, siempre para evitar los potenciales colapsos en las redes eléctricas debidos a la exigencia masiva que generarán las recargas de los coches eléctricos, los expertos recomiendan que las diversas infraestructuras sean adecuadas previamente además de la utilización de puntos de recarga con control dinámico de potencias, además de sugerir que los usuarios realicen las cargas en las horas valle de menor consumo general.