El próximo SUV medio
El Salón de Detroit ha sido testigo de la presentación todavía como “concept” del relevo del QX50 de Infiniti que saldrá a la venta en 2018; un “crossover” anticipado en el anterior “concept” QX Sport Inspiration que busca ofrecer un SUV medio en línea con los Audi Q5 y BMW X3.

Este QX50 “concept” ofrece un llamativo exterior con la última interpretación del diseño de la marca bajo el nombre de “powerful elegance”, evolución del QX Sport Inspiration mostrado en 2016. Mide 4,60 m de largo y ofrece un cuidado interior con materiales nobles (cuero, madera, etc) tratados artesanalmente por separado, al tiempo que avanza un sistema de conducción autónoma (ProPilot), con todas las tecnologías de asistencia a la conducción autónoma de la marca, pero reservando en última instancia siempre al conductor el control del vehículo.
Esta evolución presenta un morro más corto que QX Sport Inspiration, con la típica parrilla frontal de Infiniti, donde convergen las principales líneas de la carrocería ensanchando su imagen. Los faros muy rasgados son de diodos, con otros dos también de diodos más abajo como antinieblas, bajo las tomas de aire verticales de las esquinas. Destacan las marcadas nervaduras del capó, el estribo lateral revestido de goma y el diseño en forma de media luna de los pilares traseros al techo, rematando un generoso deflector superior de techo.
Más funcional (y próximo al modelo final de calle) que el QX Sport Inspiration de 2016, presenta un portón trasero más vertical, perfilando un maletero más amplio donde según Infiniti cabe un cochecito de bebé. Los grupos ópticos traseros, horizontales y partidos por el portón, son también de diodos y refuerzan la imagen de anchura del coche, junto a la doble salida de escape, una a cada lado y apaisadas, integradas en el escudo difusor inferior. La protección inferior frontal de aluminio es muy voluminosa, destacando el diseño del marco cromado de las ventanas laterales, junto con el gran difusor trasero donde se alojan las dos salidas de escape.

El interior mezcla un diseño innovador con los acabados artesanales ya citados. Además, Infiniti reinterpreta el diseño convencional del interior con el uso de materiales propios de la mayoría de los SUV “Premium”, buscando una aplicación más moderna de la madera, el cuero y los forros textiles. Así, su revestimiento interior presenta varios tipos de cuero de alta calidad, desde la piel auténtica a las artificiales de semianilina o nobuk sintético, y madera de fresno con acabado natural de poro abierto. El tapizado ofrece varias opciones (previstas para cuando el modelo entre en producción) con tres colores distintos compuestos por diferentes tipos de materiales.
Al volante, vemos una consola con dos pantallas táctiles de generosas dimensiones, sin teclas ni botones, que, además de las clásicas funciones de navegación y multimedia, pueden mostrar el estado actual de otras ayudas del vehículo como las de asistencia a la conducción autónoma o el modo en el que el motor VC-Turbo de compresión variable se adapta a las condiciones de marcha.
Su motor, una gran novedad.– Porque la gran novedad de este “concept” está también en su motor, el nuevo 2.0 VC-Turbo, un propulsor de gasolina con 268 CV y relación de compresión variable, y según Infiniti un 27% más eficiente que un motor V6 de gasolina equivalente. Este 2.0 VC-Turbo está listo ya para entrar en producción y lo veremos pronto, aunque aún no se sabe si se estrenará en este QX50 o lo hará antes en otro modelo de Infiniti.

Capaz de variar su relación de compresión a las condiciones de marcha, buscando siempre el mejor nivel de rendimiento y eficiencia, este 4 cilindros de dos litros ofrece una potencia específica mayor que la de muchos 4 cilindros turboalimentados, y más próxima a la de algunos V6 de gasolina. Aunque aún no hay datos oficiales de potencia (están pendientes de homologación, pero Infiniti ya habla de 272 CV y 39,8 mkg de par), se calcula que supondrá una mejora del 27% en consumo frente a los motores V6 similares de gasolina. La característica especial de este motor es su relación de compresión variable entre 8:1 y 14:1 según la demanda y llenado del motor, buscando siempre el modo más eficiente de funcionamiento.
No hay duda de que este ejemplo de “downsizing” nipón está llamado a llegar a la gran serie. Y es muy probable que lo sea en el futuro QX50, para extenderse luego quizá también al QX70, junto con las ayudas a la conducción autónoma Pro Pilot. También hay que decir que este próximo QX50 está ya totalmente definido en este “concept”, salvo quizá un interior algo menos futurista, con asientos más convencionales, con 5 plazas en lugar de 4 y un cuadro de mandos que combine la instrumentación digital con la analógica.
Y lo que está por ver es si el sistema Pro Pilot se extenderá como un conjunto de ayudas a la conducción semiautónoma o se mantendrá en forma de opciones individualizadas, aunque destacando las ayudas más activas que permitan prescindir de las acciones más molestas y reiteradas (paradas y arranques en atascos a cargo del control de crucero inteligente, control automático de distancia de seguridad, asistente de mantenimiento de carril, etc).