Todo un SUV premium
Con chasis Mercedes y un solo motor para España (el 2.2 diesel de Mercedes con 170 CV), este “crossover” tipo SUV cadopta una serie de cambios cosméticos respecto a la berlina Q30. Fabricado en Sunderland (Reino Unido) y comercializado desde los centros Infiniti, llega dispuesto a competir con los Mercedes GLA, Audi Q3 y BMW X1 desde sus 40.000 euros de precio, menos el descuento de promoción de 6.000 euros.

Con una estética muy emocional de marcadas curvas, similar a la de su hermano Q30, mantiene la excelente plataforma de los Mercedes Clase A (batalla de 2,70 m), así como sus motores (en este caso sólo uno), con la misma carrocería simplemente sobreelevada un poco más (ya lo estaba), hasta subir 3 cm más su altura (1,53 m con las barras del techo), reforzada además con sus nuevas llantas de 18” con neumáticos de 235/50 R18, lo que deja su piso a 20 cm del suelo, unos 3 cm más que la mayoría de sus rivales todo camino, lo que facilita su utilización “off road”, ayudada por su tracción 4×4 de serie.
Un solo motor y tracción 4×4.- Si por fuera (4,43 m de largo por 1,81 de ancho) las diferencias con el Q30 no son muchas, las justas para darle una apariencia más SUV pese a su techo bajo (barras de techo en cromo satinado, pasos de rueda 5 mm más anchos, distintos paragolpes, distinto dibujo de parrilla, cercos protectores de guardabarros, carcasas de retrovisores en negro…), bajo el capó la cosa cambia, ya que la oferta única se centra en el turbodiesel de 4 cilindros y 2.143 cc, el clásico 2.2 de Mercedes aquí en su versión tranquila de 170 CV y 35,7 mkg (con la potencia máxima desde sólo 3.400 rpm y el par entre 1.400 y 3.400 rpm), especialmente propicio a un uso “off road” junto con la tracción total inteligente AWD. O sea que es más SUV de lo que parece, justo al revés que su hermano el Q30.
Realmente muy atractivo, el QX30 está posicionado por Infiniti como una opción de gama alta para todo tipo de utilización. Repite por ello la habitabilidad de su hermano, buena para 4 plazas y ya menos para 5, y su no muy buena visibilidad posterior, tanto por la excesiva zona opaca de los pilares traseros con forma de boomerang que le dan mayor personalidad, como por la no muy generosa superficie acristalada de la luneta. A cambio, la mayor altura libre al suelo facilita el acceso y salida a su interior, sin tener que agacharse apenas para entrar o salir.

Del mismo modo el maletero repite su volumen (430 litros, contando con el hueco inferior bajo el piso de carga, que se queda en 368 si sólo contamos la zona superior). Pero no lleva rueda de repuesto (sólo kit antipinchazos). Aunque siempre se puede ampliar mediante el plegado asimétrico (60/40) de los asientos posteriores…
A través de 17 centros Infiniti dentro de la península, la marca lo vende directamente (y no a través de la Red Renault como alguien ha publicado) en dos versiones de acabado (Premium y Premium Tech), al precio de 39.990 euros la primera y 44.500 euros la segunda, ambos con tracción total y con el cambio automatizado DCT de doble embrague y 7 relaciones, una transmisión muy lograda que permite una gran suavidad funcional tanto en uso urbano como en carretera.
Buena estabilidad, sonoridad a mejorar.- El motor 2.2d tiene un tacto un poco rugoso a bajo y alto régimen, pero se defiende muy bien en la gama media (de 2.000 a 3.500 rpm), y la tracción total le permite un uso en tierra bastante amplio, sólo limitado por los neumáticos de asfalto. La suspensión se ha endurecido ligeramente frente a la del Q30, lo que redunda en un confort algo peor sobre mal piso, pero sin que el buen compromiso entre estabilidad y confort se vea perjudicado, con una buena precisión de trayectoria y poco balanceo en curva.

También destaca el buen aislamiento interior, con poco ruido gracias al “Active Noise Cancellation”, el sistema de supresión de ruidos ya conocido en el Q30 y que forma parte del equipamiento de serie, actuando a través de los altavoces del equipo de sonido (que emiten una señal en la misma frecuencia que la que se quiere eliminar, pero con un pequeño desfase que sirve para “taparla” y neutralizarla).
Sus prestaciones están a la altura de lo que espera de un compacto “crossover” como éste; anuncia 8,5 segundos para cubrir el 0-100 km/h y una velocidad punta de 215 km/h, con un consumo medio homologado de 4,9 lts/100 km (con un máximo de 6 y un mínimo de 4,3). Son registros muy honestos dado que aunque sus dimensiones apenas varían frente al Q30, su peso con la tracción total AWD supera ya la tonelada y media (1.610 kg).
Y ya que hablamos de su tracción total, diremos que es la clásica All-Wheel Drive (AWD) con reparto automático del par, operando en condiciones normales como tracción delantera para mejorar el consumo, pero si el tren anterior pierde agarre, el sistema envía parte del par motriz a las ruedas traseras para mejorar el control de la trayectoria.

Conducción agradable y muy bien equipado.- Con una postura de conducción más elevada que la del Q30, Infiniti ha procurado lograr un ambiente “premium” muy destacado en el interior, moderno y lujoso, con materiales de alta calidad percibida y buena impresión visual y táctil. Los ajustes son muy correctos, apenas sin ruidos ni vibraciones (al mejor nivel en su categoría), y la conectividad está al mismo nivel que la del Q30, trayendo de serie un sistema multimedia manejable desde un mando giratorio situado entre los asientos delanteros o desde la pantalla táctil de 7” situada en la consola, en la zona superior del salpicadero. Su actuación es la ya conocida, bastante intuitiva, aunque con menús de paso forzoso algo lentos claramente mejorable.
Los asientos son muy ergonómicos y la tapicería emplea el tejido Sofilez en algunas zonas, un material patentado de agradable tacto aplicado en superficies como el reposabrazos central, donde la resistencia al desgaste y la sensación de comodidad son esenciales. Y además, hay la posibilidad de configuraciones específicas de gran atractivo, como la “Café Teak”, con costuras en negro sobre tapicería de cuero napa marrón con insertos en acero inoxidable, sin olvidar la clásica tapicería integral de cuero (napa).
Por último, destacar su favorable relación precio/equipamiento y dotado con sistema de tracción integral de serie, que en caso de superficies resbaladizas y condiciones climatológicas adversas puede transmitir el 50% de la potencia y par del motor al eje trasero. Así como otras ayudas a la conducción, que junto a la buena adaptación de sus suspensiones (más duras) al chasis, colaboran a una conducción muy segura y de buen dominio para el conductor de este QX30.

El nivel Premium incluye de serie la alerta por cambio involuntario de carril, el sistema multimedia «InTouch» con pantalla táctil de 7” con reconocimiento de voz, el lector de señales de tráfico, las llantas de aleación de 18”, etc. Por su parte el nivel Premium Tech añade además los faros de diodos integrales, con cambio automático de luces, acceso y arranque sin llave, asientos delanteros tapizados en piel con ajuste eléctrico y memoria de posición, inserciones en madera y cámara de visión trasera, con un sobrecoste total de 4.510 euros (44.500). Y ya como opciones están el control de crucero inteligente, el asistente de aparcamiento automático, el sistema de detección de objetos en movimiento y el sistema de advertencia del ángulo muerto, además del techo solar y el equipo de audio Bose.