Situado por encima del Accent, con 4,25 m de largo, se convierte en el modelo más importante de la marca por ser uno de los pilares fundamentales donde se apoya la nueva estrategia del Grupo Hyundai-Kia (el otro es el Kia Cee’d). Esta estrategia conlleva un aumento de calidad significativo con la correspondiente subida de precios —aunque se mantienen competitivos—.
Con el i30 Hyundai estrena cambio de nomenclatura, sustituyendo los nombres por la letra «i» seguida de un número que identifica su tamaño. Y así, a partir del próximo año aparecerán el i10 como sustituto del Atos, el i20 como nuevo Getz, para más adelante introducir el i40 como el futuro Sonata —con una variante familiar—y para terminar con el i50 sustituto del XG/Grandeur.
El nuevo i30 comparte con el Kia Cee’d plataforma y mismo esquema de suspensiones Mac Pherson delante y multibrazo detrás, aunque el retraso de la salida del i30 ha permitido afinar algunos elementos para ofrecer un carácter algo diferente.

Consciente de la importancia de la habitabilidad interior en este segmento, Hyundai ha adelantado la cabina, siempre con una batalla de 2,65 m, además de alcanzar una anchura total de 1,78 m. Esto se traduce en más espacio interior, siendo las plazas traseras las grandes beneficiadas con más espacio para piernas. En cuanto al maletero, éste se sitúa en la media del segmento con unos muy cúbicos 340 litros, con un doble fondo para herramientas y una rueda de repuesto de tamaño normal.
En el interior aumenta la calidad y vistosidad de los plásticos, con predominio de los acolchados en el salpicadero y hasta en los revestimientos de las puertas. El excelente puesto de conducción permite múltiples reglajes con asientos muy cómodos y de gran sujeción lateral, pero el cuadro de relojes, aunque completo y de diseño sencillo, debe iluminarse para aumentar el contraste de la grafía blanca sobre el fondo negro, que es de difícil lectura.

En cuanto a motores, el i30 ofrece una amplia variedad tetracilíndrica desde el inicio de su comercialización, con tres variantes gasolina: 1.4 (105 CV), 1.6 (122 CV) y 2.0 (143 CV), mientras que en diesel dispone de un 1.6 CRDi con dos potencias de 90 ó 115 CV, y otro 2.0 CRDi de 140 CV. Nuestra toma de contacto se hizo con las variantes 1.6 en gasolina y diesel, a priori las más equilibradas para el peso del modelo (entre 1.300 y 1.400 kg). El 1.6 multiválvula entrega 122 CV a 6.200 rpm, con un empuje muy lineal, aunque se mueve con más soltura sobre las 4.000 rpm. A partir de 3.500 rpm aumenta la sonoridad del motor, evidenciando la falta de una mejor insonorización al provocar un zumbido algo molesto en viajes largos a ritmo mantenido.
La 5ª marcha está ligeramente acortada para tener más empuje, pero si queremos adelantar con total seguridad habrá que reducir a 4ª. Es un motor orientado hacia una conducción más tranquila, donde no se nota tanto la escasa insonorización, pero tiene un ajustado consumo medio de 6,2 litros/100 km.
En cuanto al diesel 1.6 CRDi utiliza la inyección directa «common rail» y un turbo de geometría variable para entregar 115 CV, con un par máximo constante de 26 mkg entre 1.900 y 2.500 rpm. Se muestra como el idóneo por prestaciones y consumos, y responde enérgicamente en cualquier velocidad desde 1.700 rpm hasta las 4.500 rpm, cayendo progresivamente desde las 4.000 rpm.

Con un comportamiento intachable gracias a su esquema de suspensiones independientes no presenta oscilaciones de la carrocería en los apoyos más fuertes y permite una conducción muy ágil y, además, confortable.
La dirección eléctrica es rápida, muy agradable y transmite con fidelidad la posición de las ruedas delanteras, destacando el gran trabajo realizado. La misma opinión nos merecen los frenos, potentes y con buen tacto, mientras que el cambio, con recorridos justos de palanca, hay que accionarlo de forma suave para no encontrar cierta imprecisión.
Ofrecido en acabados Classic, Comfort, Style, Style Sport y Premium (ver Motor Mundial, julio 2007), el Classic sólo está disponible en el 1.4 (15.000 euros) y 1.6 CRDi de 90 CV (16.500 euros) y no lleva aire acondicionado ni en opción. Pero a partir del Comfort se incluye ya climatizador, cierre centralizado con alarma, radio CD con conexiones auxiliares, mandos en el volante, ESP+TCS, 8 airbags y reposacabezas activos.
El 1.6 gasolina se ofrece en versiones Style y Style Sport (19.000 y 19.700 euros), mientras que el CDRi (115 CV) cuesta 20.500 (Style) y 21.200 (Style Sport).