Atractivo minimalismo sueco

El regreso de Husqvarna Motorcycles al ámbito del asfalto con la Vitpilen (“flecha blanca” en sueco), se caracteriza por su empeño en crear de la nada una nueva cultura de moto: las “street bike”, orientadas a una tipología de usuarios que quieren moverse en moto, pero también destacarse del resto de «motards», y la Husqvarna Vitpilen 701 es una exclusiva prueba de ello.

Con un enfoque a nivel de diseño, simple y progresista, evitando cualquier exceso innecesario, como por ejemplo: la carencia de guardabarros trasero, la renovada marca “Husqui” ha presentado en sociedad su gama de motocicletas Vitpilen, que se comercializan en dos cilindradas (adaptándose a la nueva legislación en cuanto a carné de conducir A1 y A2) formada por dos modelos: la “401” de 375 c.c. que va dirigida a quién se saca por primera vez el carné de moto, y la “701” que con sus 693 c.c. ya requiere el carné superior, A2.

Ambas se diferencian por sutiles detalles, tanto en el diseño como, obviamente, en la parte mecánica, aunque exteriormente son igual de atractivas gracias a su simpleza y originalidad. Un tercer modelo, la Svartpilen 401 (“flecha negra” en sueco) derivada de la Vitpilen 401, aporta una serie de elementos diferenciales como neumáticos esculpidos, protección en los bajos del motor, escape reforzado y un manillar más alto que la acercan, sin serlo ni pretenderlo, a una moto -solo para entendernos- cercana a las denominadas «scrambler».

El monocilíndrico más poderoso

Pero la guinda de esta marca, la que destaca sin lugar a dudas, es el modelo Vitpilen “701”. Su sofisticado motor monocilíndrico de 4 tiempos y 692 centímetros cúbicos rinde una potencia de 75 CV, coronándose como la monocilíndrica más potente del mercado. Dotada de refrigeración líquida, está equipada con la tecnología electrónica más avanzada, como el control de tracción desactivable o el embrague APTC (Adler Power Torque Control) que maximiza el agarre de la rueda trasera en condiciones de fuerte aceleración, evitando la sensación de inestabilidad que se produce al reducir y frenar con energía en la entrada de una curva, aportando con ello un mayor control.

Este conjunto motriz se une a un chasis tubular ligero realizado en acero al cromomolibdeno, que además forma parte del propio diseño de la moto, no carente de algunos detalles “retro” como el cartucho del filtro de aire a la vista. Lo cual no es óbice para que la marca insista desde un principio en su carácter urbano, tanto su parte ciclo: chasis, suspensiones (horquilla White Power invertida delantera y mono amortiguador trasero) y las propias prestaciones de su motor, como el paquete de electrónica que lo gestiona todo, incluso a nivel del acelerador y control del embrague, que le permiten ampliar sin problemas su entorno de uso que no se limita al meramente urbano.

Y a todo ello, además, hay que añadirle su estudiada ergonomía y su facilidad de pilotaje. La variante Husqvarna Vitpilen 701 además está equipada con pinzas de freno hidráulicas Brembo, tanto en el eje delantero como en el trasero, que le confieren un más que relevante poder de frenada; un sistema de frenado que, como no podía ser de otra manera, está asistido por ABS. Un detalle para los más experimentados: el ABS es desconectable, así como el control de tracción, desconectables, como marca la ley, hasta cierto punto, claro.

Ficha Husqvarna Vitpillen 701