Hamilton se revela ganando, y Alonso 2º, vence a los fantasmas del pasado. ¡Carpe diem!.

14 noviembre, 2011

Pepe Valenciano

La vida da muchas vueltas, eso dice el dicho popular. En el deporte es una máxima que se cumple inexorablemente, bien por la suerte, bien por otros factores. El piloto español de Ferrari, Fernando Alonso, salía del Circuito de Yas Marina en Abu Dabi con la sonrisa en su rostro. Un año después la fortuna le devolvía una alegría: conquistar su último trofeo que le quedaba del último circuito de todos los que ha estado compitiendo en Fórmula Uno, precisamente donde tuvo su noche más aciaga en toda su carrera deportiva: la pérdida de su tercer título mundial el año pasado en esta misma carrera, su primer título con Ferrari en su primera temporada, un logro, una hazaña sin igual que a punto estuvo de lograr. Ni tan siquiera la pérdida del título de 2007 en su negro año de McLaren le dolió tanto como éste. Aquel lo perdió, pero de perdidos al río, y tampoco se lo llevó el niño mimado de Ron Denis, Lewis Hamilton. Al final el gato al agua se lo llevó la escudería que llevaba en el corazón, en la cabeza: Ferrari, con Raikkonen al frente. Un mal menor.

Así las cosas, Alonso, amigo de vivir el presente, ha podido aplicar la máxima de ‘Carpe diem’, aprovecha el momento, que dirían en la entrañable película del Club de los Poetas Muertos. El momento de Alonso llegó con un coche netamente inferior a sus rivales. Otra vez el “mago” Alonso, el indomable, sacaba ese no sé qué y se marcaba una salida espectacular, a la antigua usanza. En pocos metros, visto y no visto, en la primera vuelta, se había merendado al Red Bull de Webber pasándole por donde nadie lo haría, por el exterior, para después zamparse al McLaren de Button. El asturiano salía quinto, su posición natural este año, y cruzaba la meta en el primer giro de los 55 de carrera, en segunda posición, beneficiado por el infortunio de Sebastian Vettel que por primera vez en 19 carreras, se veía abocado al abandono. Stefano Domenicali, Director de Ferrari, hablaba asombrado de su pupilo: «Sabíamos que era posible subir al podio y eso se ha confirmado gracias a otro pilotaje extraordinario por parte de Fernando. Su primera vuelta ha sido excepcional, al igual que su ritmo de carrera hasta el final». No es la primera vez que el jefe de filas de la Scuderia se deshace en elogios para el asturiano, no así con Felipe Massa, que tiene estar hundido porque un día sí y otro también, los parabienes y la gloria son para su compañero de equipo. El propio Alonso resumía su carrera diciendo que “He ido al máximo durante toda la carrera. Ha sido como una carrera individual contrarreloj. Cada vuelta de la carrera era como una vuelta de sesión de clasificación con la intención de acercarme lo máximo posible a Hamilton”. Lo que no ha dicho el asturiano es que eso lo ha hecho con el tercer coche de la parrila en prestaciones.

Vettel decía adiós al último reto que tenía: igualar el récord de victorias en un mismo año que ostenta su compatriota Michael Schumacher desde 2004, para mayor gloria de Ferrari y disgusto de la bebida energética que, al menos este año, no podrá quitar ese estratosférico récord: 13 victorias. A Vettel le queda al menos la opción de igualar el récord de podios en un mismo año, 17, que logró el “kaiser” en ese mismo año, aunque este año se corren más carreras.

Durante toda la carrera, el piloto español de Ferrari demostró que está en el mejor momento de su pilotaje: valentía de juventud, manos de maestro escultor y pintor, y cabeza de genio, privilegiada, para ver en carrera lo que nadie ve, para actuar como nadie actúa; una inteligencia descomunal que lo hace único en el paddock. Si el año pasado los pilotos le eligieron a él (y no a Vettel, campeón) como el mejor piloto de la parrilla, este año si no lo consigue de nuevo, poco le faltará. La extraordinaria campaña de Vettel bien se merece este galardón para el joven alemán, el más simbólico de todos, pero el que más gusta a los pilotos, porque sale de ellos mismos. No hay dudas en la parrilla de que sólo hay dos pilotos capaces de ganar con coche inferior: Alonso y Hamilton. ¿Habría conseguido Vettel 10 podios este año con el Ferrari de Alonso?: es jugar a las adivinanzas, pero pocos dudan de la respuesta: no lo habría conseguido. Y en cambio Alonso de haber tenido el Red Bull, habría arrasado de principio a fin.

Decíamos que Hamilton es ése otro piloto capaz de ganar con un coche inferior. El inglés ganó su tercera carrera de la temporada. No es el mismo piloto que hace unos años. Desde que Ron Denis, su mentor, se fue por culpa de sus propios errores y echar al traste la temporada 2007, Lewis Hamilton ha sufrido un bajón en su rendimiento, en su concentración. Le honra haber pedido perdón en público por su mala temporada este año, por sus altibajos. Aún así ha logrado tres victorias este año, eso sí, con un gran coche: de haber empezado así el año la escudería de Woking, quizá Red Bull no lo habría tenido tan fácil. Quizá la clave de la fiabilidad de los coches de la bebida energética –tan denostados en este apartado en el pasado- ha estado en que precisamente no se han visto obligados a exprimir sus monoplazas gracias a que McLaren empezó flojo el Mundial y nunca, a lo largo de la temporada, se han acercado suficientemente, aunque Button y Hamilton en menor medida, le han hecho frente. Y gracias también al desastre de fabricación del Ferrari F150º Italia que ya nació enfermo desde el principio, incapaces de rehacer el desaguisado una vez arrancada la temporada. Por todo ello, uno piensa que Red Bull no se ha visto en la necesidad de llegar a los límites de lo inhumano a que ha llegado Alonso exprimiendo su Ferrari y conseguir ganar una carrera, Inglaterra, y lograr 10 podios. Siempre nos quedará la duda de saber si realmente en Red Bull han ido al máximo y por fin han logrado un coche robusto, fiable. Pero a mí me da que no. Y el año que viene lo vamos a ver si Ferrari logra fabricar una máquina ganadora desde el principio. Y si McLaren completa su fabulosa evolución de este año. Si estas premisas se cumplen, podremos asistir el año que viene al mejor y más espectacular Campeonato del Mundo de F1 de toda la historia de este glamoroso deporte-espectáculo. Porque en algo se coincide en el paddock: nunca se han juntado en una misma temporada tantos y tan grandes pilotos. Y ojo porque Kimi Raikkonnen, el que faltaba, suena con volver de nuevo, esta vez de la mano de Williams. Si las tres grandes escuderías salen a tope desde el inicio, como para perderse una sóla carrera, vamos, que ni los libres de los viernes hay que perderse entonces.

En todo caso, hemos de dejar claro que Sebastian Vettel se merece toda nuestra admiración: es un pilotazo que con un buen coche ha sabido llevarlo de principio a fin a ganar el Campeonato, sin fallos, sin fisuras. El haber tenido un coche formidable diseñado por el mejor ingeniero de la parrilla, no debe minusvalorar lo logrado dos años seguidos por este joven piloto. La prueba de ello es que Mark Webber con un coche igual, va a acabar el Mundial en cuarto lugar, con Button o Alonso delante de él. Así que dicho queda.

La carrera de Abu Dabi nos dejó, además, una demostración de que aparentemente las desavenencias entre Alonso y Hamilton han desaparecido. Ya Hamilton manifestó en el estreno de la película “Senna” que “Siempre pensaré que mi ‘Némesis’ (en inglés) y mi rival más cercano será siempre Fernando Alonso. Por mi trayectoria, por como empecé. Yo le veo a él como mi Prost, si nosotros fuéramos Prost y Senna”. En Abu Dabi se tiraron flores ente los dos. Primero fue Alonso no hace mucho cuando manifestó a la prensa inglesa que Hamilton tiene un gran talento y que es diferente al resto: “Es capaz de ganar con un coche inferior”, dijo. O sea lo mismo que él, verdadero especialista en exprimir los monoplazas con sabiduría y maestría. Ya en el circuito, el asturiano ha vuelto a mostrar su respeto y cierta admiración por Hamilton al hablar de la próxima temporada: “De hecho, durante los entrenamientos de este invierno, será el único piloto al que siga muy de cerca. Los otros pueden ganar si tienen el mejor coche. Él es quien es capaz de lograr un campeonato con un coche que no es el mejor”. Alonso alababa a Hamilton y justificaba la irregular campaña del inglés al señalar que “Hamilton no ha tenido una súper temporada, quién sabe si por los neumáticos de Pirelli, o que con los ‘escapes de soplado’ el pilotaje ha cambiado”. De vuelta, Hamilton se mostraba agradecido a estas palabras de ánimo del español, señalando que se sentía “impresionado de que Fernando sea tan positivo hacia mí a pesar de la temporada que llevo. A pesar de la relación que hemos tenido, creo que nuestra amistad y el respeto que tenemos uno por otro se ha fortalecido. Así que es magnífico que algo así llegue de quien siempre he dicho que es uno de los mejores, si no el mejor aquí en la Fórmula 1″.

Es cierto que Alonso se ha artado de decir que él nunca tuvo problemas con Hamilton, y que los culpables del desaguisado del 2007 fueron los rectores de la escudería de Wokin, McLaren. En realidad, los dos pilotos nunca han protagonizado ningún rifi-rafe como el de Alonso versus Massa, y los recientes Hamilton versus Massa. Curioso que siempre esté por medio el brasileño. Por todo ello, Hamilton declaró en la rueda de prensa FIA posterior a la carrera que “Ganar teniendo detrás a uno de los mejores pilotos de la historia del Mundial es maravilloso”. Toma piropo. En el podio se les veía felices, amigos, casi acaramelados. Les faltó besarse, porque el abrazo se lo dieron cuando se asearon un poco previa la salida al podio. Quién lo diría hace tiempo. ¿Será que Hamilton, hastiado un poco de McLaren busca posicionarse en Ferrari a la segura salida de Massa al acabar la próxima temporada?. En este circo todo es posible. El mercado inglés es siempre apetecible para Maranello, y los patrocinadores (en especial el Banco Santander) estarían encantados. La realidad es la que manda. De nuevo se impone el “Carpe diem”. Se respetan y se tienen simpatía. Se saben los mejores de la parrilla. Porque los mejores son los que ganan carreras y podios no con el mejor coche. Y hasta ahora Vettel no ha demostrado de lo que es capaz con un coche en igualdad de condiciones con sus rivales. Massa no ha demostrado ser un compañero competitivo y Ferrari necesita de dos pilotos con opciones reales de ganar los dos en cualquier circuito, en cualquier circunstancia. Además, para Alonso y Hamilton les conviene unirse en algo para presionar más a Vettel. Detrás de ellos está Button, amigo de Alonso y por quien éste siente gran simpatía y admiración. Más a lo lejos, un desconcertado Massa que se estará preguntando por qué su compañero hace migas con su enemigo de este año. Veremos si las chispas del alerón delantero de Massa, saltan con Hamilton en la última cita de Brasil, el próximo 27 de noviembre de 2011.