PEPE VALENCIANO
– Vettel arrasa a sus rivales, y finiquita su cuarto Mundial.
– Gran salida de Alonso que acaba segundo tras una brillante carrera.
– Remontada de Raikkonen, que completa el podio.
Con la noche mágica de Singapur en este sublime escenario, el Mónaco a lo grande, comenzaba el Gran Premio en el Circuito de Marina Bay, una carrera en la que por tercera vez consecutiva ganaba el actual líder del Mundial, Sebastian Vettel. Parecía que había pasado un huracán, el huracán teutón, digno sucesor de su compatriota el “Káiser” Michael Schumacher que ve como sus históricos registros se van a quedar cortos con el paso de los años como alguien no pare a este vendaval rubio, el chico del dedito y casco variopinto en cada carrera. Partía Vettel como favorito y no defraudó. Con su 33 victoria adelanta a Alonso (32) en el ranking histórico y lo hace a lo grande, logrando su segundo ‘Grand Chelem’, que no es otra cosa que hacer la carrera saliendo desde la pole, lograr la vuelta rápida y ganar la carrera liderando de principio a fin. Y con esta victoria amplia a 60 los puntos de ventaja respecto al 2º, Alonso. De seguir así, puede proclamarse tetracampeón en tres carreras, dejando otras tres sin interés alguno. Precisamente el piloto español de Ferrari conseguía acabar la carrera en segundo lugar, por tercera vez consecutiva este año, logrando el quinto podio de seis posibles en Singapur. Un milagro, otro más, que consiguió tras una memorable carrera suya y de su equipo que se la jugaron con la única salida del coche de seguridad a mitad de carrera haciendo parar al español para cambiar gomas con las que aguantó 33 vueltas. Una barbaridad. Su esfuerzo titánico lo cimentó en una magistral salida que quedará en los anales de la historia de este circuito. Alonso está conduciendo como nunca, su entrega a Ferrari no tiene parangón. Pero su equipo no está a su altura. De haberle dado un coche más competitivo estaríamos viendo el Mundial más apasionante de los últimos años, sino décadas. Porque no olvidemos que también Vettel este año sí está mostrando su poderío como piloto, aunque siempre quedará la pregunta del millón: ¿habría conseguido lo mismo que Alonso con un coche como el F138?. Alonso además, se llevó las ovaciones del público a pie de podio, al igual que en Monza. Y también se repetía la historia de pitidos a Vettel. Es injusto porque está demostrando este año que es un pilotazo. El podio se completó con Kimi Raikkonen, que festejaba así su flamante fichaje por Ferrari para el próximo año. Fantástica carrera del finlandés que protagonizó la remontada de la noche pues no en vano salió 13º tras una pésima clasificación.
Tras un fin de semana en el que vapuleó a todos en los libres y en clasificación, el osado Vettel se permitió el lujo de no salir a dar su segunda vuelta en la Q3. Iba tan sobrado el tío que prefirió mirar los toros desde la barrera. Una frivolité arrogante por su parte, impropia de un campeón (hay que saber ganar, no humillar) y que hizo un flaco favor a sus patrocinadores que se quedaron sin ver su vuelta ante millones de telespectadores en el Gran Premio más espectacular de todos los que se disputan. Y la jugada casi le sale mal pues Nico Rosberg (Mercedes) que fue segundo en la parrilla, casi logra la pole. De haber ocurrido esto la carrera que tan fácilmente ganó Vettel habría sido otra historia. Porque la diferencia está en que mientras su compañero Webber abandonó por rotura en la última vuelta, después de ir en el pelotón sufriendo, forzando al máximo su máquina, sobrecalentando el coche, en cambio su compañero Vettel pudo rodar con aire limpio toda la carrera, sin forzar y ahí estuvo la clave, en que no tiene nunca a nadie por delante. Porque su espléndida máquina ha sido concebida para correr desde la pole, sin sufrir. De corazón frágil, el Red Bull necesita oxígeno limpio para volar, de lo contrario sufren mucho y sacan a relucir su punto débil: la fragilidad de una máquina que se viene abajo en condiciones adversas. Quizá por eso el propio Vettel tildó la salida como “terrorífica”, ya que tuvo que luchar como un gladiador contra Rosberg que se emparejó con él y casi da la campanada. Bien lo sabía Vettel: salir primero y mantener la posición era vital para las duras condiciones de la carrera más larga del año (dos horas), con calor y sufrimiento.
A partir de la salida descomunal de Vettel y Rosberg, por detrás apareció Fernando Alonso, ‘El Indomable’ que otra vez lo volvía a hacer: remontada para enmarcar a las primeras de cambio. ¡Qué salida, señores!. Salía 7º detrás de Massa, y en la primera curva ya era 3º. Increíble. La salida fue limpia, cosa rara en este circuito. Por detrás de Alonso se colocó Massa sujetando a Hamilton y Webber. Es la única ayuda que podía hacer el brasileño a su compañero. Por delante Vettel hacía su carrera y ya en la vuelta 2 marcaba su primera de las innumerables vuelta rápida de carrera. Desde entonces, Vettel ponía pies en polvorosa con una facilidad pasmosa. Para empezar apretó para cerrar la ventana del uso del DRS a partir de la tercera vuelta. Su progresión fue meteórica, su coche era un cohete en sus manos. En la vuelta 4 ya sacaba 4” a Rosberg que nada podía hacer para acercarse. Por detrás del piloto de Mercedes, Alonso se pegaba poco a poco para atacar el segundo puesto en cualquier momento y a la par dejaba atrás a Webber, Grosjean, Massa y Hamilton que montaban un divertido trenecito. Fernando era un martillo y en la vuelta 12 marcaba vuelta rápida de carrera. Pero estaba a 10” del líder. Un mundo en tan pocas vueltas.
Mientras Vettel se divertía como nunca y volaba, los demás se limitaban a cuidar sus gomas, sabedores de que nada podían hacer contra el inalcanzable líder de carrera. Alonso mostraba un ritmo muy bueno, y se ponía a escasos 2” de Rosberg pero en la vuelta 15 le mandan entrar a boxes para la primera parada. Demasiado pronto. Y la parada fue lenta por un segundo, suficiente para salir detrás de Paul Di Resta. Aquí acabó la esperanza de Alonso de dar caza a Rosberg, porque el Force India de Di Resta corre que se las pela y durante 6 vueltas Alonso no pudo con él ni con DRS ni con nada. Perdía el tren de cabeza obligado por el ritmo inferior de Di Resta, y con otro problema añadido: la falta de aire limpio podía sobrecalentar su F138 además de gastar más neumático. Cuando en la vuelta 21 se va Di Resta a boxes, Alonso está a 7,5” de Rosberg, o sea que su parada le ha supuesto perder 5 segundos en total. Y por delante Vettel a 16” mientras el líder recibe mensajes de radio de que se preocupe más de conservar neumáticos que de coger más distancia, vamos que afloje la marcheta, y le avisaban que atento a cualquier coche de seguridad. Precisamente sus perseguidores sólo podían pensar en un accidente o incidente que provocase la salida del SC (Safety Car-Coche de Seguridad) como única opción de asaltar la cabeza. Y eso fue lo que ocurrió en la vuelta 25: accidente de Daniel Ricciardo que empotra su Toro Rosso a la entrada de uno de los pequeños túneles del circuito. Su coche se queda en medio. Bandera amarilla y SC en pista. Rápidamente se mueven en los boxes. Máxima tensión. Vettel y Rosberg no paran. En Ferrari se la juegan con Alonso que entra y pone gomas cuando las había cambiado hacía 11 vueltas. El propio Pedro de la Rosa, piloto probador de Ferrari, lo anuncia por Antena 3 TV: “Yo entraría en boxes, haría algo distinto a los demás”. Los de cabeza siguen con las suyas. Riesgo total para Alonso pero también para los dos primeros porque de producirse otro SC en pocas vueltas el español ya no tendría que entrar y los demás se verían abocados a entrar y perder posiciones. Una vez en pista y tras 5 vueltas todos detrás del SC, las posiciones son: Vettel, Rosberg, Webber, Hamilton y Alonso. Los cuatro primeros no han entrado así que pronto tendrán que hacerlo, mientras que Fernando ya calza zapato nuevo duro. Sólo Grosjean, detrás de Alonso, ha hecho lo mismo. A mitad de carrera, vuelta 30 de 61, se va el SC y se relanza la carrera.
Toda la ventaja de Vettel se esfumaba. ¿Problema?, ningún problema. Ahora le dicen por radio que apriete y que se olvide de las gomas. ¿Razón?. No saben si Alonso parará más (ya hizo dos paradas) o no, en cuyo caso necesita Vettel una ventana de 28 segundos que es lo que se pierde en la parada. Porque obviamente el líder tendrá que hacer su segunda parada. Empieza una nueva cabalgada del toro azul, ahora más bravo que nunca. Sus parciales quitan el hipo. Mete 2” por vuelta y pronto pone pies en polvorosa de nuevo. Va sobrado. El ritmo es brutal, demoledor. Mientras por detrás, Romain Grosjean tiene problemas mecánicos y se ve abocado a abandonar vueltas más tarde. En la vuelta 39, nueva vuelta rápida de Vettel que va a velocidad terminal, sacando ya 20” a Rosberg. En la siguiente para Webber, y al poco lo hacen Rosberg y Hamilton. Alonso recupera posiciones y se pone 2º. Ver para creer. Con la estrategia arriesgada ha ganado una posición. Rosberg sale detrás de Webber así que segundo se pone cuarto. Mal negocio. En la vuelta 45 Vettel hace su parada, pone sus gomas blandas que se ahorró en la Q3 del sábado y sale delante de Alonso con 3” de ventaja. Que nadie se haga ilusiones, porque Fernando ya lleva 20 vueltas con sus gomas cambiadas con el SC y Vettel con las suyas nuevas y superblandas va a volar sobre el trazado de Singapur, tanto que en 15 vueltas sacó 30” al segundo. Ritmo frenético, de otro mundo. Alonso, 2º, con Button, Raikkonen y Pérez, todos ellos hicieron la misma estrategia que el español así que tranquilos, sus gomas están igual de gastadas. A pesar de ello, sólo Alonso mejora sus tiempos con respecto a sus perseguidores. Por detrás lucha preciosa, de poder a poder entre Hamilton, Rosberg, Webber, Button. En la vuelta 51, a falta de diez para el final, Kimi ya es 4º. Espectacular remontada saliendo 13º. Sus dolores de espalda deben haber remitido. Button, 3º, acaricia su primer podio del año, con Pérez 5º. Sin duda parece la mejor carrera del año para McLaren que tanto está sufriendo esta temporada.
Por delante Vettel a lo suyo, sigue empujando de forma arrolladora y a falta de nueve vueltas ya saca 13” a Alonso que piensa más en sus gomas que en otra cosa. Button y Raikkonen van pegadísimos. Webber pasa a Maldonado y es 6º. Raikkonen adelanta a Button mientras que Pérez, Webber, Hamilotn, y Rosberg luchan cuerpo a cuerpo. Cualquier error y un accidente traería el SC y la ruina de la carrera para Alonso pues todos se pegarían y él con goma ya muy castigadas nada podría hacer contra los que pararon después. Paul Di Resta se sale, silencio, bandera amarilla, y una tensa espera por si hay SC, pero el coche está en una de las pocas escapatorias. Charlie Waiting no aprieta el botoncito que tanto le gusta y el SC no sale. Respiro para Alonso, que salva bola de partido a cinco vueltas del final. Webber aprieta y pasa a Button y se pone 4º. Massa llega detrás de Hamilton, quien a su vez ataca a Rosberg. Vettel por delante ya huele la victoria, con Alonso a ¡20”!, quien a su vez saca ¡15” a Raikkonen!. Button se desangra y empieza a perder posiciones. Y de repente, el coche de Webber dice basta y abandona justo en la última vuelta: rotura de motor por sobrecalentamiento al perder el agua. Su esfuerzo y el ir detrás de otro coche constantemente ha sido suficiente para que su coche desfallezca. Por eso Vettel tenía que salir primero y mantener su posición a toda costa en la salida. Finalmente, el tricampeón del mundo entra en meta zizagueando, con Alonso 2º, Raikkonen 3º, Rosberg 4º, Hamilton 5º, Massa 6º, Button 7º y Pérez 8º.
El piloto español de Ferrari conseguía de este modo su podio nº 94. Un segundo puesto que como diría luego, “sabe a victoria”. En el camino hacia boxes, ya terminada la carrera, se encuentra tirado a Mark Webber que busca taxi. Se sube al F138 de Alonso que tiene que frenar su coche con el peligro de los que vienen por detrás. Webber se monta de tal modo en el F138 que mete su pierna en el habitáculo de Alonso, que casi no puede ver. La gracia le cuesta a Webber perder diez posiciones en la próxima parrilla, mientras que a Alonso, su primera reprimenda de la temporada. Con Sebastian Vettel ganando en Singapur, suma ya 247 puntos, por los 187 de Alonso, 151 de Hamilton y 149 de Raikkonen. A falta de seis carreras, Vettel hace jaque al Mundial. Pero Alonso, como buen samurai que es, no tira el Rey todavía. Por algo es ‘El Indomable’.
(FOTOS: Sitio Web Oficial Scuderia Ferrari, Infiniti Red Bull Racing, Google Images)