- El piloto madrileño y campeón europeo, Antonio Albacete, hizo dos segundos puestos, pero no pudo con Norbert Kiss, actual líder del campeonato.
De nuevo el Circuito del Jarama-RACE albergaba una nueva edición del Gran Premio Camión de España, y van 29 veces, desde que se inició este singular y espectacular campeonato. El Circuito estrenaba nueva Torre de Control, primera gran inauguración del ambicioso plan Jarama 21, que incluye nueva tribuna de recta, nuevos boxes, un museo muy futurista y aderezar el vetusto asfalto madrileño. Con algo de menor público de otras veces, lo cierto es que hubo suficiente calor del respetable para animar, aplaudir y vibrar con estos camiones que tienen limitada su velocidad a 160, con 1.200 CV de potencia, 12.500 cc, con una aceleración de 0 a 100 en 6 segundos, y con un peso de más de 5 toneladas.
El GP se desarrolló en dos jornadas, con cuatro carreras. La primera y tercera la comandó Norbert Kiss, con Antonio Albacete segundo. Con la primera victoria el piloto húngaro de MAN se aseguraba ya matemáticamente el título europeo por segundo año consecutivo. El español no pudo hacer nada en la segunda carrera tras su gran remontada (recordar que la segunda y cuarta carreras se corren con la salida de pilotos bajo la modalidad de parrilla invertida). Una rotura de suspensión lastró al madrileño a un quinto puesto.
La jornada del domingo amaneció con ligera lluvia, pista húmeda. La primera carrera del domingo (tercera del GP) se la apuntó de nuevo el húngaro, y de nuevo Antonio Albacete hacía segundo. Por momentos estaban pegados, pero el húngaro defendió su posición finalmente. El público vibraba con el español. Pero la emoción vino en la cuarta carrera (segunda del domingo). Tras la salida en parrilla invertida, Albacete protagonizó una remonta espectacular partiendo séptimo y un duelo con todos, y cuando estaba en condición de lograr una nueva segunda plaza, un incomprensible golpe por detrás de Norbert Kiss arruinó sus opciones, pues el trompo en la zona de Le Mans le relegó a un cuarto puesto.
Albacete no escondió su enfado al terminar la carrera: “El cuarto puesto es una gran injusticia, porque iba a ser segundo de nuevo cuando Kiss me ha golpeado con violencia en un sitio en el que era imposible adelantar. Sinceramente, no lo entiendo, no ha sido nada deportivo. No sé como un piloto puede hacer algo así y arruinar la carrera a otro piloto. La FIA debería tomar cartas en el asunto”, declaró Albacete muy enfadado. “Me sabe fatal lo que ha ocurrido porque por culpa de su comportamiento se ha ensombrecido el espectáculo”, terminó diciendo. La cuarta carrera la ganaba Jochen Hahn.
El público se lo pasó en grande, como siempre con los desfiles de camiones clásicos, demostración de draft, acrobacias con moto de asfalto, y en especial con la gran sorpresa del domingo. La sal en cada carrera la ponía como siempre, Orlando Santos, camión nº 34, con su hinchada en pie en cada derrapada que se marcaba enla zona de Le Mans.
Terminada la tercera carrera (primera del domingo), en la zona de Le Mans se montaba una rampa para una exhibición de los dos mejores riders del Freestyle español y de los mejores del mundo. El sevillano Dani Torres y el albaceteño Mikel Melero, hicieron de las suyas emulando sus saltos que año tras año nos ofrecen en el Red Bull X Fighters de la Plaza de Toros de las Ventas. Los dos pilotos patrocinados por CEPSA y RED BULL, hicieron las delicias del público que atónito veía volar sobre el asfalto a estos virtuosos de la moto. Tan en serio se lo tomaron que el propio Dani Torres nos desvelaba que no era la primera vez que hacía esto en el Jarama, peo sí la vez que más rápido ha cogido la rampa.
(FOTOS: Pepe Valenciano)