PEPE VALENCIANO
Ferrari apostó rojo y salió negro. Con una estrategia inverosímil y contraria al resto de equipos, se la jugaron a que hubiese un Safety Car en la primera vuelta tras la complicada primera curva con todos los monoplazas buscando hueco. Algo impensable si se piensa fríamente porque en los últimos 10 años el coche de seguridad salió en dos ocasiones. Demasiado factor suerte de haberse producido. Porque Alonso y Massa calzaron gomas duras cuando el resto salió con los blandos. Mal, muy mal tiene que estar la ‘Scuderia’ para tener que plantearse la carrera jugando a la ruleta de esta forma. La segunda apuesta, que también salió mal, fue que se pensaba que las gomas blandas durarían 6 vueltas y que las duras durarían 20, con lo que todos pararían enseguida y él (Alonso) volaría sólo sin tráfico hasta su primera parada. Pues ni una cosa ni otra. Resultó que los neumáticos blandos duraron más de lo previsto y que la vida de los medios se acortó de forma alarmante, lo que no entraba en ninguna previsión.
Así las cosas, el milagro de una nueva remontada se quedó en eso, aunque el propio Alonso minimice esto al considerar que de haber estado en el podio habría conseguido tres puntos más, o sea, casi nada. La realidad es que Ferrari no va, y esta vez no vale la excusa del tiempo, porque hizo calor, mucho calor, lo que ellos querían, con 24º de ambiente y 42º en pista. Pero ni por esas. El calor hundió a los dos Mercedes, incapaces de coger las riendas de esta carrera a pesar de salir desde la pole. El calor no mejoró las prestaciones de Ferrari, aunque obviamente fueron mejor que en Silverstone. Y el calor confirmó que Red Bull, por cuarto año consecutivo, es el mejor coche de la parrilla sin ninguna duda. Da igual que haga frío, llueva o corran en el desierto: su coche va como un tiro. ¿Cómo es posible que Ferrari no logre un monoplaza dominante de una vez por todas?. Ya no es cuestión del túnel del viento, solucionado con el de Toyota. Se ha fichado a mucha gente en el equipo técnico en los últimos dos años, y ni por esas. Las piezas que traen a cada carrera no funcionan. Con estos mimbres desde luego que no construyen un cesto como es debido. A Ferrari se le va el Mundial y a Alonso su sueño del tercer título.
La salida tuvo un guión esperado (que Webber no pasase a Vettel) y un guión inesperado, que Hamilton perdiese la pole en los primeros metros antes de la primera curva para dársela a los dos Red Bull. Así, de un plumazo Hamilton perdía dos posiciones desde la pole, lo que nunca le había ocurrido. Por detrás los dos Lotus se pegaban a la cabeza, Felipe Massa ganaba dos posiciones y Alonso mantenía el tipo en 8º lugar salvando la primera curva siempre peligrosa cuando se sale en medio del pelotón. Pronto Vettel puso pies en polvorosa, y a las tres vueltas ya tenía la ventana del segundo salvada para que no le atacasen con el DRS. Los dos McLaren se las tenían tiesas, como siempre, con Sergio Pérez demasiado nervioso a punto de chocar con su compañero Button a quien adelantó, aunque luego el inglés se la devolvería. Al final, nueva decepción de McLaren, que quedaron 6º y 8º. En la vuela 4 el sueño de Massa se deshizo y tras bloquear las ruedas traseras su coche trompeó calándose con la 5ª marcha metida sin posibilidad de ponerlo en pista. Adiós carrera para él y mosqueo del brasileño con el equipo al que acusó de estrategia equivocada (Alonso en cambio, al menos en público, dijo que la estrategia fue acertada y que hubiese sido igual o peor salir con blandas). En la vuelta 8 se produce el incidente grave de carrera: Mark Webber para y tras una parada lentísima (cosa rara en Red Bull), el coche sale sin la rueda trasera derecha apretada con tan mala suerte que la rueda sale volando e impacta en el cuerpo de un cámara de televisión. Afortunadamente el cámara no tuvo lesiones graves aunque sí un gran susto con traslado incluido al hospital. Webber salió a pista el último y empezó su remontada para acabar finalmente 7º. De no haber sucedido esto, quién sabe si la victoria habría sido para Vettel. Lo que está claro es que este nuevo error del box de Red Bull vuelve a recaer sobre Webber, nunca le pasa a Vettel. Tras el primer baile de paradas, en la vuelta 10 Alonso es segundo y Grosjean primero, mostrando sus cartas de que Lotus volvía por sus fueros. La sorpresa llegaba en la vuelta 13 con la primera parada de Alonso: demasiado pronto, adiós a su estrategia inicial. Sus gomas duras se habían degradado en exceso. Grosjean paró en la 14, doblando la vida de sus gomas blandas, contra todo pronóstico. En esta parte de carrera, Vettel y Alonso eran los más rápidos en pista.
En la vuelta 18 tras una lucha entre Raikkonen y Hamilton, el inglés se las ve con Alonso quien le alcanza. En estos momentos el ritmo del español era muy bueno y tenía la posibilidad de seguir la estela de Raikkonen. Pero Hamilton se transforma cuando tiene detrás a Alonso y le frenó durante varias vueltas. Su resistencia fue tremenda. Alonso no podía con la velocidad punta del Mercedes a pesar de abrir el DRS. Tras cinco vueltas así, Hamilton entra en box dejando pista libre a Alonso, pero demasiado tarde: Kimi se había ido a más de 5 segundos. En el giro 25, suceso inesperado: tras el incendio del motor del monoplaza de Jules Bianchi, el coche se quedó en la posición ‘neutro’ y de repente el coche empezó a irse hacia atrás sin piloto ni nadie que lo controlase, cruzando la pista hasta pararse solo con un cartel publicitario. Salida entonces del coche de seguridad y reagrupamiento de todos. Gracias a eso, el Ferrari de Alonso logró terminar cuarto a 7” del ganador. De no ser por este ‘safety’ la distancia final habría sido de 30 segundos. Esta es la realidad del actual coche de Maranello. Los cuatro primeros (Vettel, Grosjean, Raikkonen y Alonso) paran en boxes y cambian gomas. Todos ponen duras nuevas. Queda la mitad de carrera y todos tendrán que parar una vez más pues las gomas no pueden aguantar 30 vueltas. La carrera se relanza en la vuelta 30 y rápidamente Vettel se aleja con los dos Lotus al acecho, con Alonso descolgándose. Su ritmo ya no es el anterior a su parada. Tras siete vueltas trepidantes, los dos Lotus bajan el ritmo: no pueden con Vettel que está conduciendo de manera brillante. Y conviene resaltar esto: por fin hemos visto al alemán con presión y no se ha amilanado, todo lo contrario, ha aguantado (bien es cierto que apoyado en una montura formidable), la presión sobre todo en las últimas diez vueltas. Ya no es el chico que sólo ganaba cuando salía desde la pole. Ahora remonta en la salida, y conduce con la experiencia y seguridad que dan tres títulos mundiales y su madurez. Con sus 26 años recién cumplidos está a dos carreras de alcanzar a Alonso. Y camina firme a su cuarto mundial consecutivo, un hito histórico.
El final de carrera fue de infarto: tras la última parada de Raikkonen, Vettel se queda primero al haber aguantado detrás con la ventana de tiempo de parada cubierta. Previamente tuvo que deshacerse de Hamilton quien en esta ocasión no opuso resistencia y es que no es lo mismo que te pase Vettel a que te pase Alonso, debió pensar el inglés. A diez vueltas del final paran Raikkonen y Alonso. Fue un error estratégico de Lotus hacer parar a Kimi. Vettel aguanta primero con Grosejean a dos segundos. Por detrás Raikkonen se acerca a su compañero quien le cede el paso por órdenes de equipo. Alonso vuela con sus gomas blandas y por un momento parecía que hasta podría coger la cabeza. Marca la vuelta rápida de carrera en el giro 51. Pero incomprensiblemente sus gomas blandas no aguantan el ritmo brutal impuesto por Alonso y empiezan a desfallecer a las pocas vueltas de ponerlas. Y con ello también desfallece el sueño de la remontada. Las últimas tres vueltas son un acecho implacable de Raikkonen que no puede con Vettel. Por detrás Alonso se acerca a Grosjean quien no está dispuesto a perder su tercera plaza. El francés aguantó estoicamente las embestidas de Alonso que no se rendía. Finalmente, el guión se escribió en alemán con la primera victoria de Vettel en su casa, con público exultante viendo por fin un ganador alemán, lo que no sucedía desde 2006 con Michael Schumacher. Y ganó en Europa, lo que no lograba Vettel desde Italia 2011. Cuarta victoria este año del alemán contra dos de Alonso. Mucha diferencia. El podio lo completaban los dos Lotus, Raikkonen y Grosjean. Por detrás, entraban Alonso, Hamilton, Button, Webber, Pérez, Rosberg y Hulkenberg. Tres alemanes entre los diez primeros puestos. Sólo faltó Sutil (13º) para unirse a la fiesta germana. Ahora toca descanso de tres semanas hasta Hungría, última cita antes del parón veraniego. Si Ferrari remonta y consigue piezas para lograr quedar por delante de Vettel, para ganar tres o cuatro carreras, tendrán posibilidades. Así lo ve Alonso: «Lo que nosotros tenemos que conseguir después del parón veraniego, ya que se antoja casi imposible de aquí a Hungría, es tener un coche que nos dé la posibilidad de ganar tres o cuatro carreras seguidas. Si logramos eso, la distancia de Vettel importa poco. Por tanto, hay que centrarse en lo nuestro, intentar mejorar, trabajar duro». Si no, que vayan pensando en el próximo año. Triste realidad. Pero es lo que hay, por ahora…
(FOTOS: Sitio Web Oficial Ferrari, Infiniti Red Bull Racing, Lotus)