G.P. F1- MONACO-2013: PRIMAVERA CON GLAMOUR

22 mayo, 2013

Pepe Valenciano

 

¡Y por fin, Mónaco!. El Gran Premio de Mónaco de F1 a celebrarse en el Circuito de Monte Carlo, es sin lugar a dudas, el más esperado del año, el más difícil para los pilotos y el más glamoroso de todos los que se celebran a lo largo de la temporada. Nada puede competir con su ambiente único. Es un icono para cualquier piloto, escudería y aficionado que se precie. Se podría definir como el circuito más anacrónico (por su antigüedad y mínima seguridad) y más glorioso (porque ganar  aquí siempre se recuerda) que existe. Para los pilotos, es un desafío  por la dificultad (“el circuito más difícil, el más atípico en cuanto a reglajes por la alta carga aerodinámica y por lo blando de las suspensiones; aquí es necesario un buen coche en curva lenta y un buen piloto; y es uno de los circuitos que todo piloto quiere ganar a lo largo de su carrera deportiva, así que la lucha y diversión están aseguradas”, en palabras de Pedro de la Rosa en su Web),  y un aliciente porque prima más la pericia del piloto que el propio monoplaza. A pesar de las dificultades y difíciles condiciones, todos los amantes del motor y pilotos coinciden: Mónaco es una experiencia emocionante, única. Ganar aquí supone ocupar lugar destacado en la tradicional Cena de Campeones, ocupando mesa, cubierto y mantel con el Príncipe Alberto de Mónaco, y ganar aquí supone obtener la gloria del automovilismo. Hasta chocarse aquí a nadie fastidia (si no hay daños corporales, se entiende), porque forma parte del glamour de esta carrera. Todos los grandes campeones de la Historia de la F1 han probado el sabor de los guardarraíles. Pero no importa, son choques con “glamour”. Hasta eso sabe bien en Mónaco. Y fortalece: le ocurrió a Fernando Alonso durante su etapa en Reanullt cuando se estrelló a la salida del túnel y después ganó aquí dos veces. Le ocurrió recientemente a Sergio Pérez y salió extramotivado desde entonces. Es el único Gran Premio de la temporada en el que los pilotos preparan más que la carrera, la calificación del sábado. Y ello porque el adelantamiento en carrera es, sencillamente, imposible…., bueno menos para dos genios: Ayrton Senna y Fernando Alonso que en 2010, tras salir desde el pit-lane por su choque en los Libres 3 que el impidieron calificar, fue adelantando a diestro y siniestro acabando sexto. Sus cuatro adelantamientos antológicos, cada uno distinto, a la salida del túnel, forman ya parte de la leyenda viva de este Gran Premio. Es el circuito urbano por antonomasia, al que se han unido en los últimos años el de Valencia y Singapur. Porque tanto Australia como Canadá y Corea son pseudo urbanos. Nos encontramos ante el circuito más lento y corto del Mundial, lo que complica las cosas a los pilotos, sobre todo en la calificación, por el tráfico que hay con tantos pilotos en liza.La Q1 va a ser un poco caótica, puro nervio. Habrá tortas por salir el primero desde el Pit Lane.

 

Una vuelta por Mónaco: La sensación de conducir aquí, es única. Yo mismo pude comprobarlo en un verano cuando, de camino a Italia, paré en Mónaco y me di dos vueltas por su trazado, en agosto. El entorno, impecable: ni una colilla en el suelo, ni un papel tirado, ni tráfico en las calles, con guardias (ellas y ellos) perfectamente uniformados con una planta digna de pasarela, formada por pantalón azul oscuro, dos rayas laterales y verticales rojas, camisa blanca sin una arruga, y gorra de plato, firmes como velas. Y en lo alto, el Palacio de los Grimaldi, majestuoso, guardián del circuito. Conducir por este trazado pone los pelos de punta. Al pasar por el Club Náutico –donde es la salida- te preguntas cómo pueden caber ahí todos los motor-home, boxes, hospitalitys y camiones, y demás, en un espacio realmente pequeño, tan reducido. Después, la pasada por el Casino, lleno de cochazos en la puerta, aunque fuesen las once de la mañana. La bajada hacia la curva de Lowes, de 180º, es espectacular, impresionante. Puedo decir que mientras que los monoplazas la toman a 45 km/h en 1ª velocidad, yo la tomé en 2ª a 30 Km/h (eso sí, por mi carril, porque en realidad es una vía de dos direcciones), y al límite. Y después, bajada para girar a derechas y tomar el mítico túnel Marlboro, que aunque esté iluminado la sensación de ceguera a la  salida con el sol es tremenda, y eso que íbamos despacio. Imagínense lo que sentirán los pilotos al pasar con los monoplazas en el tramo más rápido del circuito y pasar de oscuras a sol en milésimas, a toda bala. El propio Fernando Alonso tuvo ahí su único accidente con Renault en este circuito. Pues después de vivir esa experiencia, que haya coches que pasen a más de 200 km/h en varios de sus tramos, tan cerca de los guardarraíles, en calzada estrecha, pone los pelos de punta.

La vuelta que dan los pilotos es así: tras la línea de meta, único sitio donde se activa el DRS, con el punto de detección entre las curvas 16 y 17 y la activación a la salida de la 19, el monoplaza se pone a 269 km/h en 7ª, para llegamos a una curva a derechas (2ª a 111 km) para subir por Santa Devota, subida sinuosa, calle llena de boutiques, donde los coches ponen 7ª velocidad llegando a los 269 km, hasta llegar a Casino Square, fuerte frenada, 4ª velocidad a 158 km. Desde aquí se baja por Mirebau hasta tomar curva a derechas para seguir bajando y llegar a la mítica Curva de Loews (nombre del Hotel situado en la curva). Se toma en 1ª, a 45 km/h. Pasada esta curva de 180º, se gira a derechas, Poitiers, en 2ª a 81 km, para afrontar el Túnel Marlboro. Es una zona rápida en curva abierta a derecha, donde los coches ponen 7ª y llegan a los 289 km/h, que desemboca en ligera bajada para llegar a una chicane, Nouvelle Chicane (donde en 1994 Karl Wendlinger sufrió un aparatoso accidente), con fuerte frenada.. Pasada la chicane, pequeña recta para llegar a la curva Tabac. En 4ª a 161 km, que nos lleva a la zona de la Piscina, en 6ª velocidad, a 207 km, con nueva chichane. Pasada ésta, llegamos a la famosa curva de La Rascasse (con restaurante  y bar de copas con vista privilegiada de la curva), que se toma en 1ª a 63 km/h. Nada más pasarla llegamos a la curva Anthony Nogues, 1ª a 95 km,, para afrontar la recta de meta.

 

El Circuito de Monte Carlo pone a prueba la pericia del piloto por encima de la excelencia del monoplaza. Como dijo Nelson Piquet (padre) “Correr en Montecarlo es como andar en bicicleta por el salón de tu casa”. La dificulta es máxima. La victoria aquí es igual a gloria para siempre. Para Kimi Raikkonen, por ejemplo, «No hay una carrera más especial que la de Mónaco. No hay mejor sensación que correr el circuito de Montecarlo. Es realmente diferente al resto de pruebas y cada año es un reto muy difícil, casi imposible», quien recuerda además con emoción la victoria que alcanzó en 2005. «Ese día experimenté el sentimiento más grande que se puede alcanzar. Ganar de nuevo sería muy especial», comentó Raikkonen, quien añade: «Es una pista muy estrecha. Tienes que estar muy fuerte y concentrado para sacar un buen resultado”. Pilotar aquí es único: la subida electrizante por Sainte Devote, el paso por el Casino, la bajada hac ia Loews, el paso por el Túnel, el paso por el Club Náutico, y antes de completar la vuelta, el paso porla Rascasse, con la “beautiful people” tomando las copas viendo cómo pasan los monoplazas, todo ello, le dan un toque especial, único.

 

Un sabor añejo en estado puro. Por muy anacrónico que sea su diseño, sus curvas, etc., es precisamente eso, su anacronismo lo que le hace ser el más deseado por todos los pilotos, el más bonito, el más impactante, en definitiva, es El Circuito, con mayúsculas. En Fórmula Uno un piloto, por muchas carreras que gane, no es nadie si no gana aquí. Por encima de todos, está el auténtico Rey de Mónaco: el malogrado y añorado, Ayrton Senna. El brasileño se transformaba en esta carrera, quedaba como extasiado todo el fin de semana. Llegó a decir que veía a Dios en la carrera, que volaba y que podía sacar hasta dos segundos por vuelta a su perseguidor, volaba y llegaba al límite de lo imposible. Participó en 10 carreras, ganando 6. Nadie hizo más que él. Y un dato a tener en cuenta: desde que Alonso en 2007 ganó su 2ª victoria consecutiva, nadie ha repetido victoria. Como decíamos, adelantar aquí es misión imposible, pero la épica puede aparecer en cualquier momento, y si no que se lo digan a Alonso que en 2010 recuperaba 18 posiciones, o anteriormente a Senna con aquella brutal remontada en mojado. Y tantos otros, como Massa (2004),  Ralf Schumacher (2005), Michael Schumacher (2006), Vettel (2008).

 

 

Fernando Alonso en Mónaco. Alonso perdió en 2010 su gran oportunidad de ganar por tercera vez en este circuito, pues yendo el más rápido en los libres 1 y 2, en los Libres 3 chocó con el guardarrail. Iba a por la pole y salió el último… pero llegó 6º, en la mayor remontada que se recuerda. Gracias a eso, es ahora mismo el piloto en activo que ha realizado la mayor remontada en carrera.  En 2011 salió cuarto y llegó segundo, nuevo podio para él en el Principado. El año pasado, 2012, Fernando Alonso logró el tercer puesto, asegurando su posición de salida pero en medio, dando espectáculo en la salida con adelantamiento para enmarcar. Este año la carrera tiene el aliciente, además, de que tan sólo él puede pasar a la Historia si gana, pues se convertirá en el primer y único piloto en ganar en Mónaco con tres escuderías distintas, pues ya ganó en 2006 (Renault) y 2007 (McLaren). Si lo logra, la proeza sería brutal pues ya lo ha conseguido en los Grandes Premiso de  Malasia y Europa.

 

Pero si hay dos récords dignos de mención son: uno, que de las seis victorias de Ayrton Senna, cinco de ellas fueron consecutivas, algo insólito y nunca repetido por ningún otro piloto en ningún otro circuito. Y dos, el récord de velocidad media en carrera en Mónaco lo tiene el piloto español de Ferrari, Fernando Alonso quien en 2007 con Mclaren, marcó la escalofriante velocidad media de 155,5 km/h en este peculiar circuito. A estos registros, cabe mencionar que Red Bull lleva tres victorias seguidas, para desesperación de Ferrari.

 

 

 

Conociendo el Circuito de Monte Carlo. Es el circuito más icónico de todos. Si los pilotos de rallyes desean alcanzar la victoria en el Rallye de Montecarlo, los pilotos de Fórmula Uno desean lo propio, ganar el G.P. Mónaco. Desde su fundación, en 1929 fue referencia del automovilismo. Antes en 1925, los miembros de la Asociación de Automóvil Club reconocidos, órgano de gobierno de la Federación Internacional, mostraron su rechazo a la admisión al Club del Automóvil Club de Mónaco. Fue entonces cuando Antony Noghes, en octubre de 1925, puso en marcha la organización de carreras en las calles del Principado. El inicio del Mundial de F1, allá por 1950, no hizo sino incrementar su leyenda hasta convertirse el circuito más mítico de cuantos se corren. Su valor social no le va a la zaga: el más glamoroso de todos, donde nadie quiere dejar de estar. Donde todo el mundo quiere venir. Cierto es que con la aparición de las carreras de Valencia y Abu Dhabi, lo del glamour en los circuitos está en plena competencia, pero a pesar de todo, Mónaco es Mónaco. Es un circuito peligroso, nadie lo duda, y nada seguro. Es un desafío constante a la seguridad. Muchos cambios de rasante, curvas cerradas, guardarraíles muy cerca, sin escapatorias, y con una pista estrecha, es toda una prueba de habilidad para el piloto. Este circuito, como decíamos, es el más corto y lento del Mundial. Inaugurado en 1929, su Primer Gran Premio tuvo lugar el 21/05/1950, y desde entonces se han disputado 58 carreras. Tuvo a J. M. Fangio como primer ganador en 1950. Desde entonces, los reyes de Mónaco fueron Ayrton Senna, con seis victorias, Graham Hill y Schumacher con cinco y Alain Prost con cuatro. Y las escuderías más laureadas, fueron McLaren (15 veces) y Ferrari (8 veces).

 

La pericia del piloto es crucial, vital. Quizá por eso ahora adquiere, todavía más si cabe, mayor importancia en estos tiempos donde la aerodinámica marca la diferencia. Aquí en Mónaco, no. Es el piloto lo único que cuenta. Y punto. El piloto aquí sobresale, y por eso nadie quiere eliminar esta prueba del Mundial. El piloto aquí es un artista, la conducción es arte.  A pesar de su inseguridad, a pesar de que siempre hay incidentes, a pesar de que no hay escapatorias, a pesar de que el Coche de Seguridad siempre sale, lo cierto es que no se han producido a lo largo de su historia, accidentes especialmente graves. En 1994, el austríaco Wedlinger estuvo en coma varias semanas tras estrellarse en una chicane. También se recordará porque Alberto Ascari se fue al agua con el coche, aunque salió ileso.

 

 

Los monoplazas se reconfiguran especialmente para esta carrera. Incluso se cambia el ángulo de giro del volante, para poder afrontar la horquilla de Loews (que da nombre a un Hotel que existió en su día y que ahora se llama Monte Carlo Gran Hotel), y que es la más cerrada del Mundial, la más lenta, donde la vista se recrea y  es un icono perenne en el Campeonato. También se eleva la altura mínima del monoplaza, por lo bacheado del circuito. Las suspensiones son más blandas.  La calificación adquiere aquí el mayor protagonismo, es el 80% del Gran Premio, en palabras de Alonso. Es preferible sacrificar la configuración de carrera en aras a conseguir una buena posición de salida. En ocho de las nueve últimas ediciones, quien salió de la pole, ganó la carrera. El último ejemplo, el año pasado con Webber como poleman y como ganador de carrera. La excepción, Felipe Massa, quien puede presumir de haber ganado (2008) sin salir desde al pole.

 

 

 

120.000 espectadores siguen año tras año esta singular carrera, la que cualquier piloto querría correr y ganar si le diesen a elegir cuál ganar. Tiene una distancia de 3.340 metros, con 20 curvas, 12 a derechas y 8 a izquierdas, con varias chicanes. La carrera se celebra a 78 vueltas, corriéndose un total de  260, 520 kilómetros. Es la carrera más corta en distancia, pero la más agotadora, sin duda. En este circuito se necesita un altísima carga aerodinámica; el desgaste de frenos es alto y el de neumáticos es medio; para esta carrera, el compuesto blando y superblando de los neumáticos Pirelli han sido los elegidos para rodar por las resbaladizas calles de la capital del Principado. Aquí, el agarre es alto, siendo el consumo de combustible de 2.04 kg/vuelta. Los pilotos tienen mucho trabajo, pues realizan 54 cambios de marcha por vuelta (4.212 en toda la carrera). Y prueba de su lentitud, es que con el pedal a fondo, sólo van el 42% del tiempo de vuelta, mientras que el freno se  pisa el 21% del tiempo por vuelta.. La velocidad media por curva es de 102 km/h. En el pit lane se pierden 21 segundos. La media de salida del Safety Car  es de 1,4 (14 veces en los últimos 10 años). La mejor vuelta rápida en carrera la tiene MichaelSchumacheren 2004 con 1:14:439 (161,528 km/h.) La vuelta rápida en 2012 fue de Sergio Pérez (Sauber), con 1:17:296. Y la pole del pasado año fue para Mark Webber (Red Bull) con 1:14:381.  El podio de 2012  fue Mark Webber (Red Bull), Nico Rosberg (Mercedes) y Fernando Alonso (Ferrari).

  

El circuito de Monte Carlo tiene pocas escapatorias y la probabilidad de salida del Safety Car (coche de seguridad) es muy alta. En cuanto a quién puede ganar, todo es posible, pues si bien en los últimos años (pero no en 2012, con victoria de Maldonado en Barcelona y de Webber en Mónaco), quien ganó en Montmeló también ganó en Mónaco, asï que la motivación aquí es especial y en eso los grandes están a tope, especialmente Alonso con Ferrari, después de su gran carera y victoria  de Barcelona y con un monoplaza muy mejorado. Llega líder Sebastian Vettel, con Kmi Raikkonen pisándole los talones y Alonso al acecho, tercero. Alonso estará con el cuchillo entre los dientes: sabe que si gana se metería muchísima presión y estaría en todo lo alto. Sabe que esta carrera y la próxima son donde los pilotos están por encima de la máquina, donde él puede superar al resto, aunque su monoplaza todavía sea algo inferior a Red Bull. Aunque casi están ya igualados con las mejoras del F138, y las que vendrán para Canadá. La única estrategia que vale es no cometer errores en la calificación y después durante la carrera, pues cualquier mínimo error en la conducción, te lleva irremediablemente contra la valla.  Bien lo sabe él, que se estrelló en los Libres 3 en 2010, y tuvo que remontar desde el último lugar a la sexta plaza. Después de hacer los mejores tiempos en los Libres 1 y 2, de no haber chocado habría conseguido la pole, la victoria y el Mundial que se escapó en Abu Dhabi…. Siguiendo la tradición, los libres 1 y  2 se celebran el jueves  y no el viernes. Quien probablemente haya definido mejor lo que significa este circuito, es Lewis Hamilton, quien afirmó que  “Esta pista saca al exterior al verdadero piloto, y los mejores se elevan hasta lo más alto”.  Y estos son los horarios:

 

(Fotos: Sitio Oficial Web Ferrari, Fernando Alonso-Twitter-Antena 3TV, Google, y Allianz)