Hace algunos años Fiat intentó introducir con el Palio el concepto de coche global barato pero las cosas no funcionaron como estaban previstas y al final este modelo tuvo muy poco de global. Ahora, con el Linea, la marca italiana vuelve a la carga con el objetivo de regresar al segmento de las berlinas medias de tres volúmenes que, aunque no lo parezca, mundialmente supone un mercado de más de seis millones de usuarios. Se va a fabricar en Turquía, Brasil, Rusia, China y la India.
Las bases del Fiat Linea son muy simples: utilizar componentes ya existentes y rentabilizar al máximo la inversión. Así pues, el nuevo modelo se deriva del Grande Punto, pero lejos de ensamblar un tercer cuerpo a su carrocería con más o menos gracia, el centro de estilo de la marca ha desarrollado un diseño propio para el modelo.

El resultado es una carrocería de líneas y formas armoniosas que tiene personalidad, con un capó delantero muy descendente y un frontal que se caracteriza por una gran calandra que se prolonga por debajo del paragolpes, mientras que los grupos ópticos son de buen tamaño y diseño agradable.
Con una longitud de 4,56 m, el Linea destaca una distancia entre ejes de 2,60 m, lo que augura una buena habitabilidad, especialmente en las plazas traseras que disponen de espacio longitudinal, aunque no ocurre lo mismo en lo que respecta a la altura, más limitada.
El maletero es sin duda su punto fuerte, ya que, aunque bajo el piso acoge una rueda de tama-ño normal, ofrece 500 litros de capacidad, ampliable hasta los 870 abatiendo los asientos traseros.
El diseño interior está presidido por la funcionalidad y la simpleza de líneas. El salpicadero cuenta con una consola central de gran tamaño y un cuadro de instrumentos que, según versión, es de difícil lectura. La disponibilidad de huecos no es muy generosa y la presentación es buena, aunque los plásticos son de textura dura.

Por lo que respecta a los motores, se ha recurrido a mecánicas ya conocidas y bien probadas.
De momento, al inicio de la comercialización habrá un 1.4 litros gasolina de 8 válvulas que rinde 77 CV a 6.000 vueltas y también un turbodiesel 1.3 litros con tecnología Multijet que ofrece 90 CV a 4.000 vueltas. Ambos van asociados a un cambio manual de 5 velocidades. Son motores que no destacan por sus brillantes prestaciones pero sí resultan muy económicos en utilización y mantenimiento, algo que sin duda se valora mucho en los mercados menos desarrollados.
En septiembre la gama se ampliará con el nuevo 1.4 litros T-JET de gasolina con turbocompresor de 120 CV y también habrá un motor flexfuel 1.9 litros de 130 CV con una mezcla de 80% gasolina y 15% etanol.
En las suspensiones, mantiene el mismo esquema que en el Grande Punto, pero el reglaje de amortiguadores y muelles variará según el destino del coche y en el caso de nuestro mercado será más duro, con lo que se evitarán las oscilaciones y balanceos apreciados durante la toma de contacto por las carreteras turcas.
En la toma de contacto realizada hubo ocasión de conducir la versión más potente de gasolina así como la turbodiesel. Por lo que respecta al motor de 120 CV, la verdad es que no mostró mucho empuje por debajo de las 3.000 vueltas por lo que hay que llevarlo particularmente alto si se quiere aprovechar sus posibilidades (y entonces gasta más). Por lo que respecta al turbodiesel, es una mecánica conocida y de probada fiabilidad. Sin embargo, en ambos casos los cambios han ofrecido un tacto muy impreciso, al margen de que la palanca tiene un largo recorrido, lo que lo hace bastante lento y no da la buena imagen que Fiat está demostrando últimamente.
El Fiat Linea estará disponible con tres niveles de acabados y entre las posibilidades de equipamiento hay elementos poco habituales en este segmento como el reproductor de MP3, conexión USB, sistema Bluetooth, sensor de lluvia y de aparcamiento o el encendido automático de faros. De serie, la versión más básica incluye airbags frontales y laterales, ABS, servodirección hidráulica, elevalunas eléctricos, ordenador de a bordo o los anclajes Isofix, entre otros elementos. Tanto los precios como los equipamientos definitivos se darán a conocer más adelante, pero se rumorea que paratirán de unos 12.900 euros, lo que no le incluye entre los «coches de bajo coste».