Es éste un modelo que rescata la memoria del Dino, el anterior intento de «Ferrari popular» de hace cuatro décadas. Y justo en el 40 aniversario de su nacimiento, Ferrari anuncia el de este nuevo California que será oficialmente presentado en el Salón de París, el próximo 1 de octubre. En realidad, el Dino fue un intento abortado precisamente por su dualidad como Fiat y como Ferrari, porque aunque ambos con motor V6 de algo más de 200 CV, hubo un Fiat Dino Ferrari (con motor delantero y tracción posterior) y un Ferrari Dino (con motor central), y sus precios nunca resultaron tan competitivos como se esperaba ni en una marca ni bajo la otra, aunque hoy ambos sean cotizadas piezas de coleccionista.
Por eso, este nuevo California nace como un Ferrari básico pero no de gran serie, destinado a rivalizar con modelos comerciales de especialistas como los BMW Z4M, Porsche 911 Carrera Targa y Cabrio, Mercedes SLK AMG o el novísimo Audi R8, todos ellos en la misma onda, pero mucho más baratos (incluido el 911 y el R8, con sus 121.000 euros) y con entre medio centenar y un centenar menos de caballos.

De todos modos, este nuevo «Dino» se anuncia como el Ferrari más asequible de toda la gama, con un precio final en torno a los 160.000 euros (sobre 26,6 millones de pesetas) si se mantienen las estimaciones iniciales, o sea 30.000 menos que el F430 y casi 40.000 sobre el F430 Spyder, que es con el que, como descapotable, debe realmente compararse.
Aún así, se mueve por encima de sus rivales más «generalistas», y hasta de sus competidores de casa (Maserati GranSport), superado sólo por el Lamborghini Gallardo, que también es un V10 al fin y al cabo, y más potente (520 CV). Pensado como roadster biplaza, este California monta el motor V8 4.3 del F430, discretamente rebajado de potencia de 490 a 460 CV no tanto por separarlo de éste como por lograr una nueva homologación más favorable de emisiones de CO2 (310 gr/km, en lugar de los 420 del F430).
El chasis corto que utiliza tiene muchos puntos de contacto con el del Alfa Romeo 8C (puede que sea el mismo, aunque Ferrari no lo confirma) y como éste es un deportivo clásico de motor delantero y tracción trasera, con el motor bastante retrasado («midfront » en la terminología Ferrari) para lograr un reparto de pesos lo más neutro posible.

Éste es el 8 cilindros en V de 4.308 cc del F430, finalmente elegido frente a la anterior versión 3.6 (con cuyo bloque de 3.586 cc se hubiera podido rebajar la cota de los 300 gr/km de CO2 fácilmente, a costa eso sí de no superar los 400 CV). Lo nuevo es su posición delantera, que Ferrari siempre ha reservado normalmente a sus propulsores de 12 cilindros. Otra novedad es la inyección directa de gasolina, esencial para rebajar consumos y emisiones (aunque no para sacar potencia). Los 460 CV los da a 7.500 rpm, mientras que el par máximo (que no bajará de los 47 mkg) lo entregará a un régimen en torno a las 5.000 rpm. Si se logra que el peso no supere la tonelada y cuarto (como el del F430) pese a la nueva transmisión (y al nuevo cambio robotizado secuencial de 7 marchas, con dos embragues, al estilo del DSG del grupo VAG), es de suponer que no tendrá problemas para mantenerse en unos consumos algo más civilizados, en torno a los 12 litros/100 km en el promedio combinado, sin perjuicio de unas excepcionales prestaciones (más de 300 km/h de velocidad punta y menos de 4 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h).
Para ello Ferrari recurrirá a una carrocería de aluminio, sobre un bastidor igualmente con numerosos componentes de este metal, con suspensiones de doble paralelogramo en ambos ejes (aunque a la trasera se la llame «multilink») y frenos con discos carbocerámicos y pinzas delanteras de 6 pistones (posiblemente los mismos de 38 y 36 cm de diámetro del Alfa 8C). Con unas dimensiones relativamente reducidas (aún no dadas oficialmente a conocer, aunque evaluables por las fotos oficiales), el California mide en torno a los 4 metros y cuarto de largo, sobre una plataforma de dos y medio de batalla, con un ancho de casi dos metros y una altura sobre 1,15.

Pero hay un último cartucho que Ferrari se ha guardado para este roadster: el de su carácter de descapotable con capota dura. No será —según parece— una solución «CC» al uso, con techo metálico retráctil de forma motorizada, sino un «hard top» de fibra que, dado su mínimo tamaño (apenas 80 cm de largo) puede guardarse en el maletero o sujeto a un alojamiento en la tapa de éste. Ferrari aún no ha mostrado un ejemplar cerrado ni como se articula el techo en el proceso de capotado, pero según fuentes que lo han visto, es más fácil, rápido y sencillo que con una capota de tela.
Y con todas las ventajas de un techo duro… Con todas las ayudas electrónicas necesarias para poder poner un tracción trasera de este calibre en todo tipo de manos, incluido un control de tracción y estabilidad F-Track de ultimísima generación, y llantas de 20” (con neumáticos de distinta medida delante y detrás), el nuevo «Dino » del siglo XXI llegará al mercado este otoño, tras su presentación parisina, a un precio final que, aunque no es todavía definitivo, rondará los 160.000 euros.
Mientras tanto, Ferrari irá filtrando algunos datos (con cuentagotas) sobre el nuevo California, a través de su «web» específica (www.ferraricalifornia.com) para mantener ocupados a los «ferraristas».