Ferrari 296 GTS: un targa híbrido potentísimo

14 mayo, 2022
El descapotable más potente del “cavallino”

Era sólo cuestión de tiempo, toda vez que tras el lanzamiento del coupé Ferrari 296 GTB (con “B” de “berlinetta”) todos daban por seguro en la firma de Maranello que habría también una versión abierta, que ahora llega al cabo de un año escaso como 296 GTS (con “S” de “spider”). Este singular superdeportivo biplaza híbrido enchufable, con el mismo motor V6 PHEV del GTB y sus 830 CV de potencia total conjunta, con el aliciente de contar con 25 km de autonomía exclusivamente eléctrica.

Dentro de la tendencia “down sizing” en los motores de combustión, compensados con la ayuda híbrida, este 296 GTS se presenta como el primer Ferrari descapotable con motor de 6 cilindros, así como el primer Ferrari PHEV (híbrido enchufable) con tracción sólo trasera. Ofrecido en dos versiones, la normal y la más deportiva con el pack “Asetto Fiorano”, monta el motor V6 biturbo de 2.992 cm3, con 663 CV y 740 Nm de par (75,5 mkg), con sus dos turbocompresores IHI tipo “monoscroll” instalados dentro de la V (llamada así ‘hot V’ o ‘V caliente’) y de giro contrarrotante, lo que le permite subir hasta 8.500 rpm, combinado con un motor eléctrico de 122 kW (167 CV) y una batería de 7,45 kW/h ubicada en el suelo, tras los asientos.

Un conjunto que suma los 830 CV totales capaces de permitirle unas prestaciones de auténtico infarto (de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos, y de 0 a 200 km/h en sólo 7,6 segundos, con una velocidad punta de más de 330 km/h, amén de poder llegar a hacer los 135 km/h sólo en modo eléctrico 100%). Son registros capaces de hacer sombra a sus más directos rivales, como el Audi R8 Spyder RWD o el Porsche 911 GTS Targa, y ello con una mecánica bastante singular. Y es que este 6 cilindros biturbo de tres litros de cubicaje (aunque en Ferrari se empeñan en llamarlo 2,9, para justificar la cifra 29 de su nombre, a la que se añade el 6 por el número de cilindros) presenta una disposición en una V muy abierta, nada menos que a 120º (casi “bóxer”), muy lejos de las clásicas V a 90º ó 60º. De este modo además de rebajar un poco el centro de gravedad, se consigue ganar un amplio hueco entre los dos semibloques donde alojar los turbocompresores con espacio suficiente para su refrigeración.

El motor eléctrico va montado entre el propio motor de gasolina y la transmisión, a cargo de la misma caja DCT de doble embrague y 8 velocidades de otros Ferrari como el SF90, Roma, Portofino… Entre el motor térmico y el eléctrico hay además un embrague, que permite desacoplar el V6 para poder circular en modo sólo eléctrico (eDrive). El motor y la caja de cambios se enfrían mediante dos radiadores instalados delante de las ruedas anteriores, junto con los condensadores que enfrían la batería de alto voltaje.

Ferrari ha logrado contener el peso de este 296 GTS al filo de la tonelada y media (1.540 kg), sólo 70 kg más que el GTB con el que consigue una excelente relación peso/potencia, por debajo de los dos kilos por CV (1,86 kg/CV, con un rendimiento del V6 de nada menos que 221 CV al litro). Y eso que su configuración abierta ha exigido algunos refuerzos en el chasis, aunque tampoco tanto tantos (en realidad es un semidescapotable, ya que presenta un techo abierto tipo Targa, aunque con el aliciente de su plegado retráctil eléctrico, que le permite plegarse o desplegarse en tan sólo 14 segundos, pudiendo hacerlo en marcha hasta una velocidad de 45 km/h).

Diseño sin fisuras y muy aerodinámico

Dentro de una dimensiones muy contenidas, al nivel del GTB, ya que este 296 GTS mide 4,56 m de largo por 1,95 m de ancho y 1,19 m de alto, sobre una plataforma de 2,60 m de batalla, lo que le hace junto con el 296 GTB sumamente recortado y más compacto que otros deportivos de la marca del “cavallino” (es 14,5 cm más corto que el SF90 Stradale, así como 14 cm más estrecho y 2 cm más alto).

Y eso sin alterar demasiado el diseño del 296 GTB, salvo algunos toques realizados por su diseñador, Flavio Manzoni, director del Centro Stile Ferrari, en particular en el diseño para la cubierta del techo, reforzado con dos nuevas nervaduras dorsales, con un remate final donde se integran las tapas del depósito de combustible y de recarga de baterías, sin alterar la línea su línea visual final, que culmina con un deflector trasero activo (como el del “ LaFerrari”) que cuando no se requiere su intervención, se pliega y queda integrado en la silueta del modelo.

El trabajo aerodinámico realizado, aparte del específico del Asetto Fiorano (que cuenta con un alerón plegable trasero mayor) ha sido muy cuidado, tanto para reducir la resistencia a alta velocidad como para aumentar la carga dinámica sobre los ejes, con detalles como las aberturas específicas en torno a los faros destinadas a mejorar la refrigeración de los frenos delanteros, a través de una conducción practicada dentro del propio diseño de los faros.

Y en el interior de la cabina biplaza de este 296 GTS se repite el del GTB, que a su vez se inspiraba en el del SF90 Stradale, con un cuadro digital de instrumentos dotado de “head-up display”. Domina un diseño sobrio y minimalista, sin demasiados elementos que recarguen el conjunto, junto a unas pantallas que refuerzan este efecto para amplificar los volúmenes internos. En cuanto a los asientos, se han diseñado con forma de diapasón, teniendo en cuenta el uso de canales en contraste, en coherencia estética con el contorno del habitáculo. Mientras, el salpicadero se prolonga visualmente hacia los paneles de puertas bajo la misma composición de colores y materiales, diseñados a contraste, para resaltar el contorno de la cabina.

Para detener esta caballería desbocada el 296 GTS recurre a discos autoventilados de 398 y 360 mm para el tren delantero y trasero respectivamente. Además, Ferrari ha recalibrado el ABS para conseguir una intervención más efectiva en esta frenada de 200 km/h a 0, que es aquí de 107 m, casi un 9% más corta que en el F8 Tributo. Además, el nuevo control antideslizamiento trabaja junto con la dirección asistida para anticipar el nivel de agarre de cada neumático, calzados en llantas de 20” de diámetro (y 9” de ancho delante por 11” detrás), en medida 245/35 ZR 20 para los delanteros y 305/35 ZR 20 los traseros). De este modo Ferrari anuncia un tiempo de vuelta en el circuito de Fiorano de 1:21,8, muy similar al del un 9% más corta que en el 488 Pista (1:21,5) o el 812 Superfast (1:21,5).

Con el «Assetto Fiorano», aún más deportivo

Como en el SF90 Stradale, Ferrari ofrece un paquete especial “racing” (el llamado Assetto Fiorano), pensado para competición y uso en circuito, con elementos de construcción ligera y algunas aerodinámicas (el alerón trasero sube su “downforce” de 100 a 360 kg a 250 km/h). Además, incorpora amortiguadores Multimatic de competición, luneta trasera de policarbonato Lexan, puertas rediseñadas 8 kg más ligeras, junto a diversos insertos aerodinámicos de fibra de carbono en el paragolpes delantero (10 kg más de carga aerodinámica) o molduras también de carbono en el habitáculo.

Ferrari ofrece en este “Assetto Fiorano” una decoración especial en opción, con una doble banda central en blanco, tipo 250 Le Mans, dejando también en opción los neumáticos de pista Michelin Pilot Sport Cup2R. El carácter híbrido de este 296 GTS se gradúa a través del “e-Manettino” de la marca, con 4 modos de conducción: Hybrid, que es con el que arranca por defecto y combina la actuación del motor V6 3.0 y el eléctrico en busca de la máxima eficiencia, eDrive, que es el modo sólo eléctrico para circular sólo con la energía de las baterías hasta un máximo de 25 km y sin superar los 135 km/h.

El tercero es el Performance, enfocado a la conducción deportiva, con el V6 siempre en acción para que el nivel de carga de la batería no descienda, y el cuarto Qualify es el más radical, que sacrifica la carga de la batería a cambio del máximo rendimiento durante un corto periodo de tiempo (como el necesitado para clasificarse en una vuelta rápida en circuito). Hay que decir que la gestión del cambio entre estos 4 modos de conducción corre a cargo del TMA (Transition Manager Actuator), que minimiza las transiciones entre cada uno de ellos.

En definitiva, uno de los Ferraris más completos y equilibrados hasta la fecha, así como de los más ecológicos sin renunciar a las señas de identidad de la marca del “cavallino”.

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