Ferdinand Piech muere repentinamente

27 agosto, 2019
G. ROMERO-REQUEJO M.
El Grupo Volkswagen, de luto

El que fuera CEO del Grupo Volkswagen y presidente de su Consejo de Vigilancia, Ferdinand Piech, falleció a los 82 años de manera repentina el pasado domingo 25 de agosto en Rosenheim (Alemania), tras desvanecerse en un restaurante donde cenaba con su esposa Ursula.

Nacido en Viena en 1937), Ferdinand Karl Piëch tuvo 12 hijos con cuatro mujeres diferentes. Fue un ingeniero brillante que empezó desde abajo y tras una extensa carrera en varios puestos directivos de las distintas compañías del consorcio alemán, llegó a acceder a la presidencia del Consejo de Vigilancia del Grupo Volkswagen hasta 2015. A pesar de dirigirlo con mano férrea, el controvertido y audaz ingeniero alemán Ferdinand Piëch, deja un legado de aciertos para el Grupo, también marcado por las disputas con miembros de la familia Porsche por el control del “holding” Porsche SE y el llamado « dieselgate» en 2015, el fraude de las emisiones de los motores diésel del Grupo Volkswagen y del que eludió su responsabilidad. aunque acabó renunciando a sus mandatos en el Grupo Volkswagen ese mismo año.

Apasionado desde sus comienzos profesionales

Como nieto del ingeniero de diseño Ferdinand Porsche (su madre era Louise Porsche), la fascinación por los coches ya corría por sus venas desde muy pequeño. La dislexia que padecía y 6 años en un internado suizo le hicieron forjar el carácter duro y exigente que siempre le acompañó en su vida.

Ferdinand Porsche con Ferdinand Alexander Porsche y Ferdinand Piëch (dcha.) en 1949

Comenzó su carrera profesional en Stuttgart-Zuffenhausen el 1 de abril de 1963 como empleado del departamento de pruebas de motores del Dr. Ing. hc F. Porsche KG. Después del exitoso diseño de un enfriador de aceite para el Porsche Type 904 y un motor de competición de 6 cilindros de 180 CV, Piëch se convirtió en jefe del departamento de pruebas en 1966. El legendario motor boxer de seis cilindros del Porsche 911 se desarrolló bajo su liderazgo. En 1968, Piëch fue nombrado Jefe de Desarrollo, antes de asumir la responsabilidad de las áreas de tecnología y desarrollo externo en la Junta Ejecutiva de Porsche KG en 1971.

Piëch le dio especial importancia a la profesionalización del departamento de carreras de Porsche, donde logró innumerables éxitos en el automovilismo bajo su liderazgo. El más importante de ellos fue la arriesgada decisión de desarrollar el Porsche 917 en 1969, uno de los coches de carreras más exitosos de la historia y del que se acaba de cumplir su 50 aniversario. Aunque la decisión de invertir el 75% del presupuesto deportivo en el proyecto del 917 fue muy criticada, la primera victoria general en Le Mans en 1970 bajo su liderazgo representó el comienzo de una nueva era para Porsche.

Debido a la transformación de Porsche KG en una sociedad anónima y la decisión de que los puestos de gestión operativa ya no deberían ser ocupados por miembros de la familia sino por profesionales, abandonó la empresa en 1972 como todos los demás representantes familiares. para unirse a Audi en ese mismo año. Sin embargo, permaneció asociado a Porsche como miembro del Consejo de Supervisión de 1981 a 2015.

Ferdinand Piëch (izquierda) y Ferry Porsche al lado del motor Type 7182 del Porsche 901 en 1963

En la marca de los cuatro aros, Piëch impulsó la mítica tracción total quattro, ganando en 1982 el mundial de rallyes con el Audi quattro A1, que evolucionaría hasta convertirse en 1985 en el Audi quattro S1 Grupo B. Más adelante, en 1989, apoyó el desarrollo del motor TDI y el empleo de plataformas y carrocerías de aluminio en los Audi A8 y posteriormente el Audi A2. En 1988 fue nombrado director ejecutivo, tomando la decisión de cambiar el nombre oficial de la empresa, Audi NSU Auto Union AGpor Audi AG. Como colofón en la marca, más tarde, en 2005, influiría también para el desarrollo del superdeportivo Audi R8.

Ya como consejero delegado y presidente del consejo de administración de Volkswagen, recuperó los números negros y dirigió de forma exitosa a la compañía de 1993 a 2002. Redujo costes unificando las plataformas de las distintas marcas del Grupo y contrató a López de Arriortúa («superlópez») que venía de General Motors, para llevar a cabo agresivas negociaciones con los proveedores, lo que desembocó en a su vez en pérdidas de calidad. GM acabó demandando a Volkswagen por espionaje industrial y al final esta última tuvo que pagar 100 millones de dólares como indemnización y otros 1.000 millones más en compras de piezas a GM.

En 1998 Piëch quiso reforzar al Grupo por arriba comprando las marcas Lamborghini y Roll-Royce, pertenecientes al segmento de lujo, sin embargo, tras la división de automoción del fabricante de motores para aviones, Roll-Royce fabricaba también Bentley. Los derechos sobre el nombre y el logotipo Rolls seguían siendo propiedad de Rolls-Royce plc, quien vendió la licencia a BMW. Finalmente el Grupo Volkswagen se quedó con Bentley y BMW con Rolls-Royce. Piëch aseguró que Bentley era realmente el objetivo de toda la operación, pero en su momento la pérdida de Rolls fue considerada como un fracaso.

Ferdinand Piëch (izquierda) y Helmuth Bott (derecha) con el Porsche Type 917 en 1969

Ese mismo año (2003), Piëch fue el responsable de la compra de Bugatti, lanzando en 2005 el Veyron de 1.001 CV. Además, un año antes comenzó el desarrollo del Volkswagen Phaeton, berlina «premium» que pretendía elevar el estatus de generalista de Volkswagen, modelo que rivalizaba directamente con Audi y que fracasó comercialmente.

Los últimos golpes de efecto de Piëch fueron la aprobación del lanzamiento del New Beetle (1998) en Estados Unidos para revitalizar la marca en el mercado norteamericano, el lanzamiento del coche de «un litro» en 2001 a través de una serie limitada de 250 unidades del Volkswagen XL1 (híbrido enchufable biplaza que homologaba 0,9 l/100 km de consumo NEDC) y el Lamborghini Gallardo (2003), del que se llegaron a fabricar más de 14.000 unidades.

En 1984, la Universidad Técnica de Viena le otorgó un doctorado Honoris Causa en Ingeniería y en 1999, 132 periodistas automovilísticos y expertos de la industria de 33 países le nombraron «Car Manager of the Century» (“Gestor del Automóvil del Siglo”).

En recuerdo de Ferdinand Piëch, las banderas ondean a media asta en varios lugares de Volkswagen, incluidos Wolfsburg y Dresden. rindiendo homenaje al gran servicio de Piëch a Volkswagen, a las marcas del Grupo y al desarrollo del automóvil en general.

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