Cullinan no es un nombre especialmente bonito, pero lo es del diamante más grande del mundo; por eso lo ha escogido Rolls-Royce para nombrar su futuro SUV de lujo que deberá salir al mercado para finales de 2018.
Con no menos de 5 m de largo y más de dos toneladas de peso, el futuro Cullinan compartirá plataforma y buena parte de sus soluciones mecánicas con el futuro BMW X7 (la próxima Serie 7 de la marca bávara, propietaria de Rolls Royce). Será un 5 plazas (no 7) pero muy cómodas, y no será un SUV de salón, sino con posibilidades “off road” reales (al menos, esa es la intención). Aunque llegará al mercado después que el SUV de Bentley, será más caro que éste (se calcula que su precio no bajará de los 275.000 euros, por los 180.000 en que se fija el del Bentley). Y en cuanto a motores, se habla de dos, un V12 y un V8, ambos de gasolina, pero con variante híbrida el segundo.