Makoto Uchida, nuevo presidente y consejero delegado (CEO) de Nissan Motors, defendió recientemente la independencia de Renault y aclaró que la marca no abandona Europa.
Después de haber evitado la fusión con Renault, cual era el objetivo –ya muy avanzado- que tenía preparado Carlos Ghosn y que a buen seguro fue el detonante que le costó la presidencia de la Alianza y también la cárcel al ser imputado por la presidencia de Nissan en turbios asuntos, Makoto Uchida, ha sido muy claro durante la presentación del nuevo SUV eléctrico de la marca nipona, el Nissan Ariya, ya sin Carlos Ghosn, ha afirmado que, a pesar de las primeras interpretaciones del comunicado que realizó la compañía el pasado mes de mayo sobre su reorganización mundial y replanteamiento en el mercado europeo, Nissan seguirá en el viejo continente donde pretende “crecer con una cuota de mercado rentable”, destacando la importancia del mercado europeo para la marca.
Uchida afirmó que en la nueva estrategia de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, Nissan (y no Renault) pilotará la nueva generación del segmento más vendido en Europa, el de los SUV compactos, con la llegada del nuevo Qashqai, que contará con un nuevo híbrido basado en su tecnología e-Power, una solución híbrida distinta de la e-Tech de Renault. Dos desarrollos distintos que no afectan al proyecto de ahorrar 2.000 millones de euros al año por las sinergias de la alianza. Por eso Uchida precisó que “la Alianza no es una sola marca (refiriéndose a Renault). Existe una diferenciación, aunque compartimos plataformas, piezas y tecnologías«, sosteniendo que la tecnología e-Power se adapta más al gusto de los japoneses, más acostumbrados al eléctrico. El e-Power es un sistema de autonomía extendida (“range extended”) que funciona con un motor de gasolina que alimenta otro eléctrico que es el que mueve el coche.
Por otra parte, no habrá un “Renault Ariya” en Europa, donde Nissan apuesta por el Qashqai como SUV líder, apoyado por los X-Trail, Juke y Micra y las furgonetas NV250, NV300 y NV400, fabricadas con Renault, y el ‘pick up’ Navara, éste todavía fabricado en Barcelona. Uchida insistió en que pese al cierre de la factoría de Barcelona, Nissan no se irá de Europa, manteniendo la planta británica de Sunderland y otras dos de componentes en España, apoyadas en la nueva reestructuración mundial de la alianza, por la que Renault será la referencia en el Viejo Continente.

Pero Nissan tendrá a su cargo el desarrollo de los nuevos SUV compactos (Qashqai y Kadjar), un segmento clave en el mercado europeo, siendo además la referencia en los eléctricos del segmento C, además de pilotar los avances en conducción autónoma. Nissan espera que en 2023 el 50% de sus ventas en Europa sean vehículos electrificados, cuando a nivel de todas las marcas la cifra media será del 26%, manteniendo en España una estructura comercial con más de 4.000 empleados y 200 puntos de venta. La filial española de Nissan es la primera de Europa en ventas a particulares y la segunda a nivel global, tras el Reino Unido, siendo además la que más coches vende por concesionario.