Este ha resultado ser más equilibrado de lo que se esperaba para el mercado de reposición de baterías al compararlo con el año anterior y su caída de ventas, por otra parte difícil de evaluar, ya que lo que suele suceder es que el encarecimiento de precios de las materias primas (plomo) que se ha venido produciendo los últimos años (debido a la fuerte demanda china) y su repercusión en el mercado provoca compras anticipadas de baterías por los mayoristas que luego se traducen en “stocks” tanto de ellos mismos como de los talleres que al liquidarlos, repercuten en el descenso de la demanda industrial y comercial del año en el que se produce este fenómeno distorsionando el número de ventas reales de cada año.
Este año se puede estimar un mercado nacional de reposición de unos 4,4 millones de unidades, uniendo a los casi 3,6 millones del mercado libre de reposición las aproximadamente 850.000 unidades del mercado del recambio original de los concesionarios de vehículos (muchas de ellas también fabricadas por los dos principales actores del mercado español libre). La parte del león se la llevan las baterías de turismos, todo terrenos y comerciales ligeros (4,05 millones de unidades), quedando unas 350.000 para las de vehículos industriales (no contabilizamos las baterías para motos).
La facturación se mantiene, aunque ya el precio de las baterías se ve menos afectado (incluso ha habido algún descenso) dado que el precio de su materia prima básica, el plomo, ha fluctuado menos e incluso descendió este verano lo que también aprovechan los fabricantes para comprar en el momento más oportuno y también resarcirse. De esos 4,4 millones de baterías del mercado de reposición, un 63% se distribuyen por el canal libre clásico (mayoristas, minoristas y talleres), el 17,5% por los autocentros y grandes superficies y el 19,5% a través de los concesionarios oficiales de vehículos (recambio oficial). Los dos grandes grupos fabricantes (Johnson Controls y Exide, con fábricas en España) se llevan la gran mayoría del mercado, dejando las migajas para el resto. Así, Johnson Controls (Varta y otras marcas) suministra redondeando 1.600.000 baterías, seguido de Exide (Tudor, Exide y otras marcas) con 1.300.000. Luego en tercer lugar viene Robert Bosch (Bosch y otras marcas), con unas 580.000 unidades, fabricadas en la misma fábrica de Johnson Controls.
O sea que entre los tres primeros grupos cubren 3,5 millones de baterías, dejando sólo 850.000 para el resto de las demás marcas, entre las que destaca como 4ª del mercado español la nipona Yuasa (210.000), seguida por Tab (160.000), Lite Energie (120.000), Vipiemme (80.000), Lucas (sólo 30.000) , y dejando las 300.000 baterías restantes entre un sinfín de importadores, con algunas marcas que fueron importantes casi desaparecidas (caso de Fiamm y Autosil) y otras que salen del mercado con la misma rapidez con que entran (caso por ejemplo de la turca Hugel, importada por Aurgi, que ha sumado cerca de la mitad de todas las baterías vendidas por esta cadena). Muchos de los problemas de estas importaciones se deben a la carencia de una red de recogida de baterías usadas (compromiso adquirido con la Administración), más fácil para quienes gozan de implantación industrial en nuestro país, como Exide (Tudor) y Johson Controls.
Y ya que hablamos de autocentros y grandes superficies, decir que se mantienen al alza sus marcas “blancas”, como Norauto (150.000), Alcampo (140.000), Feu Vert (120.000), Aurgi (110.000)… Aunque ninguna supera a Carrefour, líder de la nueva distribución, que con 180.000 unidades se sitúa en cabeza (y eso sin contar las de Feu Vert, que son también suyas, al fin y al cabo se trata de una franquicia propia). Marcas “blancas” fabricadas por los dos grandes grupos de implantación nacional en su inmensa mayoría (así, las baterías de Carrefour, Feu Vert y Norauto están hechas por Varta y las de Alcampo por Exide).
Finalmente, las baterías de placas en espiral siguen siendo extremadamente minoritarias (reducidas a un 1% como mucho del mercado de reposición). Las Optima de Varta y Maxxima de Exide polarizan esta oferta, centrada en usos muy especiales (náutica, autocaravanas, amantes del “tuning”, etc) y con pocos visos de crecer mientras no bajen de precio. La previsión para 2011 es el sostenimiento de una tónica similar, con un mercado más o menos muy parecido al de este año, que se animará con la llegada de las nuevas baterías específicas para coches dotados con sistemas de “stop & start”, cuyo precio será también entre un 50 y un 60% más caro.