El impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en los coches eléctricos

2 octubre, 2024
Javier Gete

Principales aplicaciones actuales

La Inteligencia Artificial genera ya un gran campo de actuación para su integración de tecnologías, en los coches eléctricos fundamentalmente, que permiten mejorar la eficiencia, seguridad y experiencia de conducción de manera notable.

Analizamos a continuación la revolución que la IA está generando en los coches eléctricos, viendo su aplicación en la conducción autónoma, la gestión de la energía, el mantenimiento predictivo y la interacción con el usuario del vehículo.

El impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en los coches eléctricos

En todo caso, para coches eléctricos conviene siempre elegir una buena póliza de seguro para una correcta gestión, contando con los servicios que la compañía ofrece también para este tipo de vehículos, en los que sólo algunas compañías están especializadas.

Optimización de las baterías mediante la gestión de energía por IA

Se trata del mayor desafío de los vehículos eléctricos ya que la duración de las baterías y la autonomía de gestión son factores considerables como críticos.

Los algoritmos de la IA son capaces de predecir y gestionar el consumo de energía en tiempo real, procurando optimizaciones de rendimientos en base a las condiciones de conducción, terreno, estilo de conducción y rendimiento del propio vehículo.

El impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en los coches eléctricos

De hecho, los sistemas de gestión de baterías (BMS) con IA pueden procesar grandes volúmenes de información para así garantizar ciclos de carga y descarga de baterías optimizados, reduciendo los desgastes y aportando extensiones de vida útil del entorno al 30%, con mejoras energéticas próximas al 20%.

La conducción autónoma y la IA

Una de las actividades más notorias de la IA en los vehículos eléctricos tal vez sea la conducción autónoma, combinando múltiples tecnologías (sensores, radares, cámaras, …) y generando algoritmos que faciliten que el coche se pueda conducir por sí mismo sin que intervenga su usuario.

Para ello se están desarrollando una buena serie de algoritmos de aprendizaje y de visión por computadora, para poder reconocer señales de tráfico, objetos, otros vehículos, peatones, etc., de manera que se puedan tomar “decisiones” en fracciones de segundo por IA.

Por supuesto los vehículos eléctricos son una plataforma más adecuada para la conducción autónoma ya que su arquitectura es mucho más simplificada y por ello son capaces de integrarse con eficacia en todas estas nuevas tecnologías.

Las actuales informaciones indican que la conducción autónoma basada en IA puede llegar a reducir los accidentes de tráfico en un aproximado 90%, cosa nada desdeñable en su implantación de futuro.

Experiencia personalizada en la interacción con el usuario por IA

Los ya conocidos y múltiples asistentes virtuales generados por IA, generan una comunicación muy natural entre el conductor y el vehículo, mejorando notablemente sus experiencias de conducción.

Un ejemplo son los sistemas de reconocimiento de voz avanzados, que permiten a los conductores controlar funciones varias del vehículo, sin retirar las manos del volante, lo que incrementa notablemente la seguridad y comodidad.

Por su parte la IA puede además personalizar las experiencias del conductor por aprendizaje y conocimientos de sus preferencias, pudiendo por ejemplo ajustar la temperatura interior automáticamente, la música, las rutas de navegación (sobre la base del historial), los hábitos de conducción, la configuración de los asientos, etc.

Algunos estudios llegan a afirmar que más del 38% de los compradores de coches están dispuestos a pagar más por sus experiencias personalizadas basadas en IA.

El mantenimiento predictivo por IA

Mediante la constante recopilación y análisis de datos en tiempo real sobre los diferentes componentes del vehículo, la IA con sus algoritmos es capaz de predecir fallos y así recomendar mantenimientos antes de que pueda suceder un problema grave. De esta manera se mejora la seguridad, los costes de reparación y los tiempos de inactividad del vehículo.

Ya es sabido que los vehículos eléctricos tienen un mantenimiento más simple que los de combustión, si bien precisan de enfoques más avanzados para su monitoreo y mantenimiento, cosa que la IA puede aportar con su desarrollo de mantenimiento predictivo, reduciendo los costes de reparación en un 25% y aumentando la disponibilidad útil del vehículos en un 15%. 

Conclusiones

Estamos a las puertas de una revolución de la industria automotriz ante la integración de la IA con los vehículos eléctricos, como hemos visto. La IA permite una gestión energética más eficiente, extendiendo la vida útil de las baterías y optimizando los consumos energéticos. Como tecnología clave, la futura conducción autónoma permitirá también alcanzar niveles de seguridad y eficiencia importantes gracias a la IA.

Además la experiencia del usuario y su personalización, al igual que el mantenimiento predictivo, son áreas en las que la IA está aportando significativas mejoras, reduciendo costes y mejorando la satisfacción de la conducción. La IA acelerará la transición hacia un futuro conectado y más sostenible y su combinación con los vehículos eléctricos seguramente transformará la movilidad futura hacia un ecosistema automotriz más eficiente e inteligente, consiguiendo que los vehículos serán mucho más que medios de transporte, llegando a ser interesantes plataformas tecnológicas avanzadas capaces de aprender, que se adaptarán a los conductores y ocupantes y que, sin duda, mejorarán de manera constante.