Se trata de un proyecto puesto en marcha por Martin Winterkorn, recientemente dimitido por el escándalo del trucaje de las emisiones en once millones de vehículos de las distintas marcas de peso del grupo Volkswagen, hoy en día primer fabricante europeo y segundo mundial por detrás de Toyota.
Un proyecto que ha quedado en espera de que sea su sucesor (Matthias Müller) quien lo potencie. La reorganización consistiría en agrupar las doce marcas del grupo germano en cuatro divisiones, donde las generalistas Seat y Skoda quedarían dentro de la órbita de la marca Volkswagen. La siguiente división por importancia sería Audi, que englobaría a Lamborghini y a las motos Ducati. La tercera división correría a cargo de Porsche, que pilotaría también las marcas Bentley y Bugatti. Por último, la cuarta división estaría formada por los vehículos comerciales de Volkswagen y los camiones de Man y Scania. En esta reorganización, el grupo Volkswagen pretende recortar 5.000 empleos.