Más allá del Círculo Polar Ártico

El BMW iX está realizando su último test de invierno en el frío del norte de Escandinavia, más allá del Círculo Polar Ártico, para probar su rendimiento eléctrico en frío extremo.

Carreteras nevadas y con hielo, y otras pistas con muy poca adherencia son transitadas para analizar si los sistemas funcionan correctamente. En estas condiciones tan duras se prueban la suspensión, los sistemas de accionamiento, los motores eléctricos, las baterías o el sistema de tracción. Uno de los aspectos que se prueban en concreto es el ajuste final de sistema de tracción total inteligente BMW xDrive, buscando optimizarlo y conseguir un un consumo eléctrico de menor de 21 kWh cada 100 km, lo que supondrían más de 600 km de autonomía en ciclo WLTP.

Desvelado recientemente, los BMW iX empleados para testar el frío extremo todavía conservan su vestiduras camufladas, lo que puede indicar todavía algún cambio estético de última hora en el modelo de producción final, aunque probablemente sean pequeños detalles. Este modelo 100% eléctrico tiene que probar la fiabilidad de su sistema de propulsión, compuesto por dos motores eléctricos (uno por cada eje) que generan una potencia de más de 500 CV. También se verifica que las pantallas del sistema de infoentretenimiento dan una información correcta a tan bajas temperaturas, y que los sistemas de gestión de calor funcionan de forma correcta.

El BMW iX se pondrá a la venta a finales del año que viene, con más pruebas por venir antes de que esa fecha llegue y que a buen seguro le llevarán a zonas desérticas de calor extremo.