DODGE EN EUROPA

27 julio, 2007

DODGE llega así hasta nosotros con una nueva imagen con la que la marca del macho cabrío quiere demostrar su excelencia y competitividad tecnológica al público del viejo continente. Para muchos españoles, Dodge todavía permanece anclada desde su imaginario infantil a una marca de lujo exclusiva de los privilegiados, cuando de niños contemplaban aquellos Dodge Dart fabricados bajo licencia por Barreiros, símbolo del máximo status del poder oficial en la España de los 60 y 70. Para otros, Dodge, es el símbolo de la América legendaria, de un modo de vida sobre ruedas desenfadado, bohemio y peculiar, y a la vez, magnánimo y poderoso, mas allá del umbral de lo políticamente correcto.

Basta evocar al Dodge Monaco del 74 con el que los «Blues Brothers » escapaban de la policía, inmortalizado en la pantalla por Dan Akroyd y John Belushi en su película de 1980. O el aún más famoso Dodge Charger RT del 68, al que el llorado Steve McQueen (tan buen actor como piloto en la vida real) perseguía por las calles de San Francisco en «Bullit», con sus espectaculares saltos y persecuciones para las que no se dejó doblar por especialistas… Dodge forma parte de la historia de una América legendaria, una marca de coches musculosa y aguerrida, un símbolo «macho» del automovilismo americano hecho también suyo por las mujeres libres y emancipadas, una marca con deportivos tan emblemáticos como el poderoso Viper, donde tanto el coche como su conductor merecen ser dos auténticos tipos «duros» de película.

Dodge_Avenger

Esa es la Dodge que está ahora en Europa, con tres modelos en que cada uno representa a su manera (la del «crossover» en el Caliber, la del SUV máximo en el Nitro, la de la berlina deportiva en el Avenger) el más puro ADN de Dodge, una marca que se sitúa en el quinto lugar del mercado USA por volumen, con cerca del 7% del mismo, y que llegó a vender en 2005 más de 1,4 millones de vehículos en todo el mundo. Una marca que ha puesto en marcha, junto a Chrysler, una apuesta tecnológica tan decisiva como la Alianza Mundial para la Producción de Motores (GEMA, Global Engines Manufacture Alliance), donde junto a la coreana Hyundai, la nipona Mitsubishi y la alemana Daimler ha puesto en marcha el programa del World Engine, una familia de motores de 4 cilindros declinados en diversas variantes y caracterizada por su excepcional combinación de calidad, economía de consumo, refinamiento y altas prestaciones.

Tras el GEMA hay toda una «joint venture» que reúne las más avanzadas prácticas industriales en la configuración flexible de equipos y maquinaria, a fin de optimizar economías de escala con el objetivo de establecer nuevas referencias en la productividad de motores. Y Dodge está detrás de esa idea, que está haciendo surgir de la planta de motores de Dundee (Michigan, EE.UU.) toda una nueva generación de motores de gasolina y diesel de alcance universal.

Pero si hasta ahora Dodge ha sido una marca esencialmente americana, y especialmente estadounidense ( y eso que fue una de las americanas pioneras en Europa; se estableció en 1925 en el viejo continente con una planta que hizo populares a las camione tas Dodge en los años 30), el futuro apunta hacia una globalización buscada sin perjuicio de sus señas de identidad. Modelos como el Caliber y el Avenger apuntan en ese sentido. En concreto, el Dodge Caliber lidera la expansión de Dodge en los mercados no norteamericanos, basándose en su audaz estilo y un precio asequible para el muy competitivo y disputado segmento compacto en el que milita. En palabras de Thomas Hausch, director ejecutivo de Ventas Internacionales y Marketing de la marca, «aprovechando nuestra importante red de concesionarios y nuestra estructura de distribución, la expansión de la marca Dodge en los principales mercados fuera de Norteamérica nos permitirá aumentar nuestro volumen de ventas». Algo muy significativo cuando, según Hausch, «Dodge apela a un tipo de clientes diferentes de los de Chrysler y Jeep, por lo que su expansión global contribuirá a nuestro crecimiento sostenible y rentable».

La estrategia de apertura mundial de Dodge se explica igualmente dentro de los objetivos planteados por el grupo Chrysler a escala internacional. Con la incorporación de la marca Dodge a su cartera internacional de productos, el grupo Chrysler pretende alcanzar para el año 2009 una cuota del 1,4% en el mercado de turismos de Europa occidental. Y para lograr este objetivo, los vehículos Dodge deben representar los atributos clave de la marca; diseño audaz, capacidad, versatilidad, potencia destacada y un inteligente valor general práctico en el uso cotidiano.

Dodge_Nitro

Los estudios realizados entre los clientes europeos han permitido definir un perfil de compradores potenciales que se identifican con estos valores clave, sin que sin embargo haya una marca que los encarne plenamente. Por ello, y tras los estudios e investigaciones que confirman que no hay ninguna marca que lidere este segmento, Dodge se ha impuesto la tarea de lograrlo, afrontando una oportunidad histórica para contribuir al crecimiento internacional del grupo Chrysler manteniendo al mismo tiempo su identidad de marca.

Una labor para la que cuenta con tres pioneros como son el Caliber, el Nitro y el Avenger.

Basta evocar al Dodge Monaco del 74 con el que los «Blues Brothers » escapaban de la policía, inmortalizado en la pantalla por Dan Akroyd y John Belushi en su película de 1980. O el aún más famoso Dodge Charger RT del 68, al que el llorado Steve McQueen (tan buen actor como piloto en la vida real) perseguía por las calles de San Francisco en «Bullit», con sus espectaculares saltos y persecuciones para las que no se dejó doblar por especialistas… Dodge forma parte de la historia de una América legendaria, una marca de coches musculosa y aguerrida, un símbolo «macho» del automovilismo americano hecho también suyo por las mujeres libres y emancipadas, una marca con deportivos tan emblemáticos como el poderoso Viper, donde tanto el coche como su conductor merecen ser dos auténticos tipos «duros» de película.

Esa es la Dodge que está ahora en Europa, con tres modelos en que cada uno representa a su manera (la del «crossover» en el Caliber, la del SUV máximo en el Nitro, la de la berlina deportiva en el Avenger) el más puro ADN de Dodge, una marca que se sitúa en el quinto lugar del mercado USA por volumen, con cerca del 7% del mismo, y que llegó a vender en 2005 más de 1,4 millones de vehículos en todo el mundo. Una marca que ha puesto en marcha, junto a Chrysler, una apuesta tecnológica tan decisiva como la Alianza Mundial para la Producción de Motores (GEMA, Global Engines Manufacture Alliance), donde junto a la coreana Hyundai, la nipona Mitsubishi y la alemana Daimler ha puesto en marcha el programa del World Engine, una familia de motores de 4 cilindros declinados en diversas variantes y caracterizada por su excepcional combinación de calidad, economía de consumo, refinamiento y altas prestaciones.

Tras el GEMA hay toda una «joint venture» que reúne las más avanzadas prácticas industriales en la configuración flexible de equipos y maquinaria, a fin de optimizar economías de escala con el objetivo de establecer nuevas referencias en la productividad de motores. Y Dodge está detrás de esa idea, que está haciendo surgir de la planta de motores de Dundee (Michigan, EE.UU.) toda una nueva generación de motores de gasolina y diesel de alcance universal.

Dodge_Caliber_400

Pero si hasta ahora Dodge ha sido una marca esencialmente americana, y especialmente estadounidense ( y eso que fue una de las americanas pioneras en Europa; se estableció en 1925 en el viejo continente con una planta que hizo populares a las camione tas Dodge en los años 30), el futuro apunta hacia una globalización buscada sin perjuicio de sus señas de identidad. Modelos como el Caliber y el Avenger apuntan en ese sentido. En concreto, el Dodge Caliber lidera la expansión de Dodge en los mercados no norteamericanos, basándose en su audaz estilo y un precio asequible para el muy competitivo y disputado segmento compacto en el que milita. En palabras de Thomas Hausch, director ejecutivo de Ventas Internacionales y Marketing de la marca, «aprovechando nuestra importante red de concesionarios y nuestra estructura de distribución, la expansión de la marca Dodge en los principales mercados fuera de Norteamérica nos permitirá aumentar nuestro volumen de ventas». Algo muy significativo cuando, según Hausch, «Dodge apela a un tipo de clientes diferentes de los de Chrysler y Jeep, por lo que su expansión global contribuirá a nuestro crecimiento sostenible y rentable».

La estrategia de apertura mundial de Dodge se explica igualmente dentro de los objetivos planteados por el grupo Chrysler a escala internacional. Con la incorporación de la marca Dodge a su cartera internacional de productos, el grupo Chrysler pretende alcanzar para el año 2009 una cuota del 1,4% en el mercado de turismos de Europa occidental. Y para lograr este objetivo, los vehículos Dodge deben representar los atributos clave de la marca; diseño audaz, capacidad, versatilidad, potencia destacada y un inteligente valor general práctico en el uso cotidiano.

Los estudios realizados entre los clientes europeos han permitido definir un perfil de compradores potenciales que se identifican con estos valores clave, sin que sin embargo haya una marca que los encarne plenamente. Por ello, y tras los estudios e investigaciones que confirman que no hay ninguna marca que lidere este segmento, Dodge se ha impuesto la tarea de lograrlo, afrontando una oportunidad histórica para contribuir al crecimiento internacional del grupo Chrysler manteniendo al mismo tiempo su identidad de marca. Una labor para la que cuenta con tres pioneros como son el Caliber, el Nitro y el Avenger.