Un superdeportivo como los de antes
Presentado el verano pasado en el festival de Goodwood, parece que se confirma la producción definitiva del De Tomaso P72, un superdeportivo de bonito diseño y factura, que recuerda a los Ferrari P2 y P3 de los años 60 del pasado siglo y que supone la resurrección de la marca del malogrado Alejando De Tomaso cuando se cumplen 60 años de su creación.
De Tomaso fundó su propia empresa (De Tomaso Automobili SpA) en 1959 en Módena, tras haber abandonado su Argentina natal en 1955 para instalarse en Italia. Hijo de un conocido político de origen italiano, y piloto de carreras en sus primeros años, la revolución peronista le llevó a Europa, donde colaboró varios años en el desarrollo de los famosos Fiat Osca, que compitieron en la fórmula Junior, además de crear su primer Fórmula 1 en 1961.
Sus inicios empresariales se vieron coronados por el éxito (en 1970 trabajó en un Fórmula 1 para Williams) con la creación de modelos como el Mangusta y el Pantera. En 1973 compró Moto Guzzi y en 1976 hizo lo mismo con Innocenti y Maserati, aunque no logró rentabilizarlas y tras diversas dificultades financieras se fue desprendiendo de ellas en los años 80 y 90, en que acabaron en manos de Fiat.
Fallecido en 2003, la marca del empresario italoargentino ha tenido diversos propietarios en las últimas décadas, hasta recalar en Hong Kong en 2014, propiedad de Ideal Team Ventures, que también posee la marca alemana de superdeportivos Apollo.
De Tomaso P72: Del superdeportivo P70 al P72
Este realmente bello De Tomaso P72 replica el estilo de los biplazas de competición con motor central de los años 60, con su carrocería curvilínea y sus grandes tomas de aire sobre las aletas traseras, pero con rasgos actuales como la apertura vertical de puertas en forma de élitros o las grandes ruedas con llantas de 20”.
Está inspirado en el De Tomaso P70, uno de los modelos míticos menos conocidos de la marca, con un diseño inspirado en el de otros coches legendarios de competición como los Ferrari 330 P2, el Lola T70 o el Alfa Romeo 33 (no confundir con el turismo), y que De Tomaso desarrolló en colaboración con Carrol Shelby, el padre de los famosos Ford Cobra y de las versiones deportivas del Ford Mustang.
El De Tomaso P70 montaba el motor Ford V8 de 7 litros preparado por Shelby (el de los Mustang Shelby), pero apenas se montaron unas pocas unidades y sólo una llegó a participar en una carrera, desechándose más tarde su producción y abandonado el proyecto tras los desacuerdos entre Shelby y De Tomaso, que terminaron rompiendo su colaboración (hasta el punto de que el coche acabó producido por el carrocero Ghia, y presentado en 1965 en Turín como Ghia De Tomaso Sport 5000).
Y ahora el De Tomaso P72 rescata su espíritu, inspirándose en sus formas curvas bajo un diseño espectacular, con enormes aletas y pasos de rueda delanteros abombados que se unen en el frontal, con sus afilados faros triangulares, al estilo del P70, y una cabina acristalada en forma de burbuja con una zaga levemente truncada por detrás del motor central, visible desde arriba y con la salida del escape al final de su tapa, enrasada sobre ella y hacia arriba antes de llegar al alerón trasero, suavemente laminado sobre la zaga, con una rejilla central de salida de aire y los dos grupos ópticos circulares en las esquinas.
Su interior biplaza está rematado con detalles de auténtico lujo (a veces incluso algo excesivo), repletos de dorados, cromados y acolchados. El salpicadero presenta 6 relojes analógicos con esferas de cristal tallado y cercos de cobre pulido, metal que también encontramos en el volante y palanca de cambio, o incluso en el interior de las llantas.
Todo el tapizado interior se ha realizado en piel nobuk acolchada en diseño adiamantado (rombos), que se extiende también al aro del volante y el salpicadero, junto a algún detalle en fibra de carbono.
De Tomaso P72: Políticamente incorrecto
Mecánicamente, este De Tomaso P72 es políticamente incorrecto, ya que carece de hibridación alguna y recurre a la tracción exclusivamente trasera a través de un cambio manual de 6 velocidades, cuyo mecanismo de accionamiento está a la vista por debajo del pequeño pomo de su palanca de cambio, como si de el mecanismo de un reloj se tratase.
En un principio se especuló con que Ideal Team emplearía en este De Tomaso P72 el mismo motor V12 6,3 atmosférico que ya monta el Apollo Intensa Emotionale (al fin y al cabo lleva su mismo chasis de fibra de carbono), pero la firma ha preferido una mecánica más asequible e igualmente poderosa, para poder ofrecer un coche más “asequible” (el Apollo Intensa, con 750 CV, se vende al precio de dos millones y medio de euros, fabricado de forma artesanal exclusivamente bajo pedido).
El motor utilizado es también un buen conocido de los aficionados: el Ford “Coyote” de 8 cilindros en V turboalimentado de 5 litros de cubicaje que montan varios Ford, entre ellos el nuevo Mustang, pero aquí, como en su día hiciera Carroll Shelby, convenientemente preparado por el especialista americano Roush para superar los 700 CV de potencia y los 84 mkg de par, girando hasta las 7.500 rpm, un régimen inusual para un motor turbo.
En todo caso aún no hay datos definitivos de su potencia y prestaciones, aunque sí se sabe que Roush ha trabajado en lograr un sonido peculiar que se asemeje al de los motores atmosféricos (sin que se oiga el soplo del turbocompresor), con un conjunto “sinfónico” del escape que recuerde el ruido de los coches de Le Mans de 1966…
Tampoco se descarta que pueda homologarse para competir en la categoría LMP2 de la FIA, por lo que se ha decidido fabricar una edición limitada de 72 unidades (de ahí lo de P72). Pero nada se ha dicho de cuándo saldrá a la venta, sólo que las primeras entregas en Europa lo serán a finales de 2020, distribuidas por la firma holandesa Louwman Exclusive.
Y todo ello como muestra de que más que ante un modelo deportivo de competición estamos ante un superdeportivo de lujo, bajo la estética de los prototipos de los años 60 y 70 (incluso se ha acusado a este P72 de plagiar el diseño de los Ferrari P4 y P5, a los que sin duda se parece mucho), pero al precio de los superdeportivos de hoy (se habla de 750.000 euros antes de impuestos).
La unidad recientemente mostrada era de color rojo, como la de Goodwood, y con el volante a la derecha (en Hong Kong, como ex colonia británica, se conduce por la izquierda), y se supone que confirma ya su diseño definitivo, entre los Ferrari, Lola o Porsche de antaño, y los Pagani y Koenigsegg de hoy. Seguro que si Alejandro De Tomaso levantara la cabeza, se sentiría orgulloso de este P72 que ostenta su nombre.