Según la DGT, el 61% de los accidentes de tráfico relacionados con el estado del vehículo en 2014, tuvieron relación directa con el mal estado de los neumáticos. No son ni mucho menos del total, sino de una pequeña parte, ya que la mayoría se debieron a otras causas, como velocidad inadecuada, conducción negligente, mala visibilidad, etc.
Ello ha llevado a la Comisión de Fabricantes de Neumáticos del Consorcio del Caucho (compuesta por Michelin, Goodyear, Bridgestone, Continental, Dunlop y Pirelli) a denunciar que cerca de 2 millones de neumáticos de 2ª mano circulan por las carreteras españolas (sobre un 7% del total). España es en la actualidad importador neto de neumáticos usados (51%), la mayoría procedentes de Alemania, Francia y el Benelux, tras haber sido exportador neto hasta 2008.
La Comisión de Fabricantes del Consorcio del Caucho insiste en que sólo los neumáticos de primera mano están en condiciones de garantizar las funciones necesarias para la seguridad en carretera: adherencia y tracción, respuesta al volante, mantenimiento de la direccionalidad, y capacidad de frenar con seguridad tanto en asfalto seco como mojado.
Llevar unos neumáticos en buen estado nos puede salvar la vida frente a una situación de peligro en carretera. Mientras que llevar unos neumáticos a priori más baratos, como los neumáticos usados, nos puede acabar saliendo muy caros en términos de seguridad.