Pasión por los clásicos
La edición Classicauto 2018 en Madrid renovó la confianza de los profesionales y los aficionados al mundo del vehículo clásico, contando con los mismos niveles de afluencia que en las dos últimas ediciones de 2016 y 2017, las de mayor registro de visitantes de su historia.
Del 23 al 25 del pasado febrero tuvo lugar en el recinto ferial de la Casa de Campo madrileña la novena edición de ClassicAuto, con cerca de 300 expositores nacionales e internacionales que participaron en esta edición con 20.000 m2 expositivos del emblemático pabellón de tres plantas. En este gran escaparate del motor con historia se realizaron transacciones de vehículos clásicos con un valor económico superior los 500.000 euros y unidades que no alcanzaban los 3.000 euros.
Enmarcado en el 60 aniversario de la fabricación en España del Renault Dauphine, vimos tres unidades de este popular Renault de los años 50 y 60 del pasado siglo (un Dauphine normal, un Ondine y un Gordini). También tuvimos la oportunidad de admirar un Renault 4CV Decouvrable Saprar de 1949 (el 4/4 de nuestro país), un Chevrolet Corvette C3 de 1974.
De los tres Pegaso Z102 con carrocerías Enasa (uno de los 5 preserie que se fabricaron en 1952), Touring (1955) y Serra (descapotable carrozado en 1959 por Pedro Serra sobre una berlinetta Touring de 1955), que participaban en el Concurso de Elegancia dedicado a los automóviles fabricados con anterioridad a 1960, el Pegaso Z102 Touring propiedad de D. Antonio Garzón, se llevó el premio absoluto, dotado con un reloj Frederic Constant de la colección Vintage Rally inspirados en los automóviles deportivos Austin Healey. En esta edición del certamen también fueron galardonados un Hipano Suiza coupé H26 de 1935 (premio Zalba Caldú), el Cadillac Covertible 1956 de Elías Moreno (premio puesta en escena); y el Pegaso Z102 carrozado por Pedro Serra 1959 (distinción FEVA).
A destacar también la presencia de algún Corvette (C3 y Sting Ray), algunas unidades militares (camiones y acorazados), algún Lotus Elan a precios estratosféricos y varios Alfa Romeo Spyder, algunos bastante asequibles. Poca presencia de deportivos ingleses y pocos Lancia de pre y postguerra, mientras que aumenta la oferta de Mercedes de los 50 y 60, a precios muy elevados, en especial los del “pontón” y el buscado “pagoda”.
En el apartado de las motos, el Concurso de Restauración de Motocicletas centrado en unidades fabricadas antes de 1972 otorgó el premio absoluto a una Ducati 125 Sport de 1965 y en las categorías de ciclomotores venció una Guzzi Hispania de 49cc y en moto de campo una Montesa Cota 25A de 1971.
También vimos una colección de 15 unidades todo terreno de 1959 a 1980, y la colección “La Glisse” (10 motos de competición de antes de 1990). Hubo un stand/homenaje dedicado a ROA (la marca madrileña de Rafael Onieva Ariza), famosa por sus motos y motocarros que aportaron soluciones de movilidad a la sociedad española de los años 50.
Por último, también destacó el emotivo homenaje a Paco Pueche, como singular coleccionista y vendedor, la exposición de una colección de cascos de leyenda (Agostini, Nieto, Hailwood, Read, Tarrés, Aspar, Roberts, Tormo, Lucchinelli y Herrero), y los habituales puestos de mercadillo de piezas de recambio, accesorios, distintas mejoras, libros, maquetas, etc…
