
Citroën busca aumentar la diferencia existente entre su gama C y la línea DS, tanto reforzando la imagen de la segunda como simplificando el de la primera, para orientarla hacia una clientela que huye de la oferta excesiva de equipamientos inútiles. La idea es rescatar para los C el concepto de automovilismo básico de la legendaria 2 CV, a un precio más asequible pero con el prestigio de la marca Citroën y bajo un diseño atractivo. Así las cosas, la marca lanzará su futuro utilitario básico basado en el “concept” Cactus de 2007 bajo este modelo de automovilismo esencial (el nuevo C4 Picasso no se verá aún afectado), que será una realidad comercial para 2014. Mientras, los DS potenciarán su diseño exclusivo y podrían ofrecer incluso garantías diferentes, contemplándose incluso su emancipación como marca (como ya sucede en China), lo que le permitiría resaltar su carácter “premium. Esta estrategia podría colocar a la gama Peugeot entre los Citroën C “esenciales” y los DS “premium”.