JORGE FERNANDEZ
Práctico y ecológico
El Citroën Oli es un Concept Car tipo SUV de líneas radicales que muestra lo que pueden ser los futuro modelos familiares de la marca francesa, ligero, eficiente, con gran cantidad de piezas recicladas y un espacio optimizado estudiado al milímetro, y por su puesto, 100% eléctrico.
Si pudiéramos definir el diseño del Citroën Oli con una palabra, esta sin duda podría ser la de arriesgado. Sin embargo, la marca del doble chevrón, que por cierto estrena nueva imagen retro en su logotipo a introducir paulatinamente en sus nuevos modelos, ha querido realizar un estudio a futuro de lo que puede ofrecer en sus familiares, bajo un diseño cúbico llamativo, funcional y lógicamente inviable para un modelo de producción.
Copia el concepto de movilidad del revolucionario Citroën AMI, buscando la practicidad y la sostenibilidad, y tomando también anteriores trabajos en materia de tecnologías de la arquitectura y los materiales como los del Citroën C-Cactus de 2007, y llevándolos más allá.
El diseño del parabrisas es vertical porque así la distancia entre la parte superior y la inferior es más corta y requiere una menor cantidad de vidrio. Además de reducir el peso y la complejidad, el menor tamaño de la superficie permite que sea menos costosa de producir o reemplazar, disminuyendo también la exposición de los ocupantes a los efectos del sol y por tanto la demanda de energía de su sencillo sistema de aire acondicionado (un 17% menos). Y para aquellos que lógicamente piensen que un parabrisas vertical no es aerodinámico, decirles que la marca desprecia su resistencia al tener limitado el vehículo la velocidad a 110 km/h.

Ecológico y reciclable
En el desarrollo de este Citroën Oli concept car se han trabajado en su eficiencia, sostenibilidad y vida útil, utilizando muchos materiales reciclados, con un peso de no más de 1.000 kg y una velocidad máxima de 110 km/h que contribuyen a su autonomía. Y es que el sistema de propulsión eléctrico consume solo 10 kWh/100 km, ofreciendo alrededor de 400 km de autonomía con una batería de solo de 40 kWh de capacidad. La marca también afirma que se puede recargar del 20% al 80% en solo 23 minutos, suponemos que en un cargador rápido.
Además, el Citroën Oli dispone de la función “Vehicle to Load” (V2L), pudiendo suministrar energía a través de una toma de corriente de 3,6kW (equivalente a un enchufe doméstico de 230 V y 16 Ah), a un dispositivo eléctrico de 3.000 W (un secador o una parrilla) durante aproximadamente 12 horas.

Al igual que en el Citroën AMI, el diseño permite un gran nivel de personalización, con la posibilidad de intercambiar algunas piezas entre sus lados, como los asientos, las fijaciones y tornillos de las puertas, las secciones centrales del parachoques o las molduras de protección, fabricándose además en materiales muy ligeros. El fin último es que el coche pase de padres a hijos pudiendo redefinir su acabado y reemplazando las piezas más castigadas por otras nuevas, maximizando el concepto de reutilización.
El capó, techo y los paneles de la “caja trasera” planos, además de permitir que el coche tenga una carrocería única, son ligeros y muy resistentes. Están realizados con cartón corrugado reciclado con forma de nido de abeja, y las llantas de acero y aluminio vienen con los neumáticos especiales sostenibles Goodyear Eagle Go.

Un interior práctico y espacioso
El interior busca la comodidad y la practicidad, con unos asientos con respaldos como las sillas de oficina, un salpicadero formado por un sencillo travesaño simétrico, y con un suelo fácilmente lavable. Cuenta con solo cuatro botones para la climatización, y solo dos salidas de aire situadas delante del conductor y del pasajero permiten utilizar una unidad de aire acondicionado de menor tamaño, reduciendo peso y costes. También se han instalado un soporte para el smartphone y varias tomas USB que se pueden deslizar por el riel del travesaño. Debajo de este, tenemos un hueco portaobjetos, con unas “setas” flexibles que permiten sujetar vasos o latas.
Los dos asientos individuales traseros disponen de reposacabezas independientes abatibles hacia el techo. Tras ellos, el cristal de la luneta trasera se abre hacia arriba, y así el espacio de carga de 994 mm de ancho se prolonga de 679 mm a 1.050 mm de largo. Además, el diseño de la zona de carga, tipo pick-up, permite abatir el portón trasero ofreciendo, con el panel de la plataforma de carga retirado, hasta 582 mm de altura entre el piso del vehículo y el cristal trasero. Con el panel colocado, el maletero cuenta con un espacio de carga de 330 mm. Unos raíles emplazados a cada lado de la caja permiten fijar ganchos o accesorios, mientras que en los laterales hay unas cajas adicionales que proporcionan un espacio de almacenamiento cubierto y seguro.
