Citroën Cactus M concept

7 septiembre, 2015
JUAN CARLOS BERGER

El Mehari del siglo XXI

En un guiño al pasado, Citroën ha bautizado este Cactus playero con la “M” del Mehari, aquel pionero todo camino de hace casi medio siglo con carrocería de plástico (ABS), desarrollado sobre la plataforma de los 2 CV/Dyane.

Si aquel Mehari de 1968 era descapotable y no tenía puertas -inicialmente-, éste tiene sólo dos (también de plástico) y cuenta con un techo de lona plegable de accionamiento manual. Mide 4,16 m de largo por 1,77 m de ancho y 1,48 m de alto, prácticamente las mismas medidas que el C4 Cactus (sólo es un poco más ancho) sobre su misma plataforma de 2,60 m de batalla. El acceso a las plazas delanteras se hace a través de las dos puertas, mientras que a las traseras se accede por encima de la carrocería, apoyándose con el pie en un hueco practicado en los laterales, solución que según Citroën, refuerza el carácter abierto al exterior de este “crossover” y transmite sensación de libertad.

Citroën Cactus M concept ext. delantera 1 [400]

Su estilo busca reforzar su carácter todo camino y viene a confirmar su filiación con el “concept” Aircross, presentado en Shanghai el pasado abril, con sus aletas esculpidas alrededor de las ruedas, haciéndole aún más robusto y su parabrisas retrasado. Una carrocería con mayor altura libre al suelo y sus ruedas estrechas de 19” (Bridgestone “Tall & Narrow”, o sea altas y estrechas) rematan su sugestiva estampa.
Su carrocería e interior pretenden evocar un diseño naval, como el de un casco de barco. Los bordes de los pasos de rueda, así como los de los paragolpes y bajos de caja, van protegidos con refuerzos de plástico, el parabrisas va más inclinado que en el C4 Cactus (60º) y su ancho marco actúa como arco antivuelco, lo mismo que el trasero. Nacido del espíritu del surf, el Citroën Cactus M no tiene techo ni montantes laterales, yendo completamente abierto al exterior. Ambos arcos (el del parabrisas y el trasero) van recubiertos de placas de madera que recuerdan las personalizaciones que hacen los fabricantes de tablas de surf. Sus llantas lucen un dibujo en cruz de 4 aspas, y su logo, visible sobre el arco, aparece como una firma de la que podría ser la colección de los Citroën “Freestyle”.

Pensado para la vida al aire libre y las duras condiciones a la intemperie, el interior del habitáculo cuenta con revestimientos plásticos (TPU) resistentes a los roces y al agua salada, pudiendo lavarse directamente al chorro de agua con una manguera, gracias a las salidas de evacuación previstas en las zonas inferiores. Inspirados en el mundo del surf, sus asientos están recubiertos de tejido de neopreno coloreado, cómodos e impermeables, y su modularidad se extiende al arco posterior del techo, que permite a los pasajeros almacenar todo su material (wakeboard, tabla de windsurf…).

Citroën Cactus M concept int. salpicadero [400]

Dispone de varios huecos portaobjetos interiores y bolsas en las puertas cerradas por una red, el maletero trasero es accesible desde el exterior y es posible fijar dos tablas de surf sobre los arcos, gracias a sus anclajes específicos integrados (además, para esta ocasión, el equipo de diseño de Citroën han creado dos tablas de surf en el color de su carrocería y del interior, el azul Jaws (“mandíbulas” en alusión a la película “Tiburón”). Como se ve, todo muy marino…

Las puertas delanteras de plástico repiten el diseño de los “Air Bumps” del C4 Cactus en formato horizontal, y son de factura monobloque y muy ligeras, forradas también con protecciones TPU, lo que reduce el peso total del vehículo. Las manillas de apertura, en otro guiño retro, se han sustituido por las correas elásticas que montaba el Mehari, lo mismo que el limpiaparabrisas monobrazo central, y los detalles marineros se extienden al guarnecido del salpicadero, diseñado como la ropa de surf, y a la espuma de neopreno recubierta de un tejido jersey impreso en colores vivos, que da un toque cálido al habitáculo y acentúa el aire vital del vehículo, además de impermeabilizar los asientos y disminuir su tiempo de secado. La banqueta trasera puede bascular sobre el maletero, prologándolo y creando una doble litera (para dormir a cielo abierto o bajo la capota separada), y hasta los apoyacabezas tienen la forma de las mamparas de barco.

Citroën Cactus M concept ext. trasera 5 [400]

La capota textil es otra originalidad de este Cactus M: cuenta con un sistema de desplegado y plegado totalmente manual, aunque ayudado por un compresor de aire a presión que lo inyecta en los tubos que forman los tres arcos de su bastidor y que la mantiene tensa sobre la carrocería. Cuando está plegada se guarda en el doble fondo del maletero, protegida y sin estorbar. Este mismo sistema de inflado permite separarla y desplegarla también por detrás del vehículo, formando una especie de tienda de campaña abierta capaz de acoger de pie a dos adultos de hasta 1,80 m de estatura, y de cubrir el eventual uso como cama de la banqueta litera.

La parte mecánica se confía a un motor tricilíndrico de gasolina (el 1.2 Pure Tech), turboalimentado y con 110 CV, suficiente para permitirle unas desahogadas prestaciones con un consumo combinado de menos de 5 l/100 km (4,8 y 110 g/km de emisión de CO2), asociado aquí a una caja automática de cambios con 6 relaciones (EAT6).

El carácter todo camino se ve propiciado tanto por su mayor altura al suelo (18 cm) como por el control de tracción especial Grip Control (ya conocido en otros modelos de PSA) para facilitar el agarre sobre superficies deslizantes, ya sean sobre asfalto o tierra (arena), contando para este último caso con la ayuda de los neumáticos especiales de Bridgestone, altos y estrechos, en un ancho no mayor de una medida 155 ó 165 (Citroën no lo especifica), que también contribuyen a aumentar la distancia libre al suelo. Y en cuanto a conectividad, este “concept” no prescinde de los sistemas embarcados tan de moda (tableta táctil, etc).

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