Chevrolet: compensaciones insuficientes

14 febrero, 2014
MARIANO NIETO

Como se temía, la “espantada” europea de Chevrolet está teniendo consecuencias negativas, y más que va a tener. Ahora resulta que la marca más generalista de GM quiere liquidar su red española en este año (pese a que el anuncio oficial de GM el mes pasado da de plazo hasta el 31 de diciembre de 2015). Pero para esas prisas, el programa de compensaciones acordado no puede ser más rácano: 600 euros por coche vendido (según la media de 2010, 2011 y 2012, excluyéndose 2013 por ser un año pésimo) si firman el cierre antes del primer trimestre del presente año, 400 si lo hacen en el siguiente, y 200 si lo hacen en el tercero. Los pagos se contemplan como compensaciones (ya que al anunciar el cierre con dos años de preaviso, Chevrolet no está obligada a indemnizar). Pero en relación a la media hecha, la suma total de estas compensaciones apenas si supera los 11 millones de euros, cuando la asociación de concesionarios de Chevrolet damnificados por el cierre calcula como mínimo un coste de 40 millones de euros. La actual oferta supone para cada concesionario entre 30.000 y 180.000 euros, cuando el gasto medio realizado por los mismos cuadriplica esas cifras. Y eso sin contar la indemnización a los 1.500 empleados que se van a la calle, que apenas tocarían a 7.000 euros por cabeza… Las concesiones con inversiones en los últimos dos años tendrán otras compensaciones.
La negociación se presenta a “cara de perro”. Quienes rechacen los plazos, sólo venderán sus coches en “stock” (ahora a precio de saldo), porque no hay seguridad de que les sirvan los nuevos que pidan, ni tampoco a qué precio… De 85 concesionarios de la red Chevrolet, sólo 3 han admitido la oferta de la marca. Otros 25 negocian desde una posición más estable, al serlo también de Opel. Quedan pues 57 que seguirían como talleres oficiales, solución provisional e insuficiente para asegurar su continuidad. Habrá que ver en qué orbita los veremos dentro de un año. En todo caso, y aunque Opel afirme que este asunto no le afecta (y claro que le afecta, como marca de GM), está claro que esta salida deteriora la imagen de solvencia y seguridad de GM, y con ella la de las empresas norteamericanas, ya bastante tocadas en España por casos tan escandalosos como el ERE “artificial” presentado por Coca Cola.