Con el anuncio del traslado de la planta de Valeo de Martorelles a Zaragoza (aunque mantendrá la actividad hasta septiembre de 2016), se consuma un proceso de abandono de Cataluña por parte de numerosas empresas de componentes de automoción, pese a la permanencia de las grandes como Ficosa, Gestamp, Yorka, Bosch, etc.
Desde 2008, 106 empresas del sector han cerrado o trasladado sus instalaciones fuera de Cataluña, pasando de 287 a 181 en 2015, con una pérdida de casi 15.000 empleos directos (el 40% de todo el empleo sectorial destruido en España). Pese a ello, el valor de su producción aumentó en 2014 un 12%, duplicándose así la facturación por empleado.