Bugatti Centodieci

23 agosto, 2019
J. C. BERGER
Homenaje al Bugatti EB110

En 1991 Bugatti resurgió como marca presentando el EB110 que conmemoraba los 110 años del nacimiento de su fundador, y ahora, como homenaje al incomprendido superdeportivo del siglo XX, lanza el Bugatti Centodieci, un nuevo modelo sobre la base del Chiron que bate récords en precio de venta y potencia.

Anterior a la incorporación de la marca al grupo Volkswagen, el Bugatti EB110 fue el primer superdeportivo real de la misma tras 35 años de inactividad. Con con sus 561 CV y 350 km/h de velocidad punta, fue un fruto malogrado que se anticipó a su tiempo, y al que ahora se le reconoce el mérito a través de este “Centodieci” -ciento diez en italiano- en honor a su origen inicial transalpino.

Porque aunque parece que Bugatti ha renacido como símbolo de la excelencia del automovilismo deportivo de la mano del grupo germano, hubo otra Bugatti antes, incluso tras la desaparición de la marca original en 1952, al morir su fundador, Ettore Bugatti, en 1947. La etapa en que de la mano del italiano Romano Artioli, vería el regreso de la marca al país original de su creador en 1989 (la fábrica se estableció en Módena, dado el estado de abandono de las instalaciones de Molsheim), dando paso a la creación del Bugatti EB110, con las siglas del creador de la marca y el número 110 como indicador de los años que habría cumplido en 1991, que fue cuando se lanzó el modelo. Y la actual Bugatti germana (o francogermana, ya que se adoptó de nuevo el pueblo alsaciano de Molsheim donde Bugatti fundó la marca, para establecer su sede y planta industrial) lo ha vuelto a bautizar “110” (pero con letra y en italiano) porque 110 son los años que la marca cumple desde su creación en 1909.

Bugatti EB110, el superdeportivo de los años 90

Hace tres décadas el EB110 fue ciertamente un coche singular y precursor de los superdeportivos actuales: fue el primero en estrenar un chasis de fibra de carbono y su creador, el ingeniero Marcello Gandini (procedente de Lamborghini y padre de los Miura, Countach y Diablo) contó con la ayuda de un equipo excepcional, en el que figuraban su compañero de la marca de Sant’Agata Bolognese, Paolo Stanzani, y hombres de Ferrari como Nicola Materazzi (padre de los Ferrari F40 y 288 GTO, y del legendario Stratos de Lancia). El EB110 de Romano Artioli supuso un antes y un después en el mundo de los superdeportivos, con sus 3,26 segundos de 0 a 100 km/h y los 351 km/h de su versión Super Sport (611 CV en vez de 561 CV) que le convirtieron en el deportivo más rápido del mundo en su momento.

Son razones más que suficientes para este homenaje actual, centrado en una evolución del Chiron de la que sólo se producirá una edición limitada de 10 unidades (ya todas vendidas, como suele ser habitual en estos casos) a partir del año que viene (con las primeras entregas a partir de 2021), al estratosférico precio de 8 millones de euros (impuestos aparte) cada una… Nada que ver con los 330.000 euros (350.000 $) que en su día valía al cambio el EB110 GT de Artioli, y eso que entonces era más caro que los Ferrari F40 o Porsche 959… Aunque lo eleváramos al medio millón, para incluir la deriva inflacionaria y la traducción a euros, es todo un símbolo de lo disparatado que puede llegar a ser el precio de estos coches de auténtico capricho para los deleitantes del automovilismo deportivo.

Bugatti Centodieci: homenaje grandioso

La actual Bugatti propiedad del grupo Volkswagen eligió el concurso de elegancia de Pebble Beach (que tiene lugar en Monterey, California) para mostrar esta espectacular evolución del Chiron, que ha recibido diversas modificaciones tanto visuales como mecánicas, hasta subir la potencia de su motor de 8 litros de cubicaje y 16 cilindros en W, soplado por 4 turbocompresores, hasta 1.600 CV (100 más que antes), lo que teniendo en cuenta su peso de poco más de 1.800 kg, nos da una relación peso potencia de 1,13 kg/CV.

Su estética combina rasgos del Chiron con otros que evocan al EB110 original, como el diseño de las tomas frontales de aire o los cinco agujeros que presentan los pilares laterales de la carrocería, sin olvidar otro guiño al primer EB110 como es la tapa transparente que cubre su motor central, para permitir admirarlo desde fuera. A ello se añaden elementos propios de diseño, como los finísimos faros de diodos (dos líneas horizontales), los grupos ópticos traseros, a lo ancho de toda la zaga o el llamativo escudo difusor posterior, con las dobles salidas de escape verticales superpuestas.

Sus dimensiones son muy similares a las del Chiron, aunque es algo más corto y bajo, con una carrocería muy perfilada sobre un bastidor monocasco en fibra de carbono (que rebaja su peso total en 20 kilos menos que el del Chiron). Con la tracción total y transmisión automática ya conocidas, este Centodieci mejora las prestaciones del Chiron (excepto la velocidad punta, que incluso es ligeramente menor, 380 km/h), acelerando de 0 a 100 km/h en 2,4 segundos, y en 6,1 segundos a 200 km/h, para alcanzar los 300 km/h en tan sólo 13,1 segundos… Sin comentarios.

Bugatti Centodieci vs EB110: lo mejor de dos épocas

Lo curioso es que si lo comparamos con el EB110 GT de 1991 tampoco encontramos tan superiores estas cifras. Aquel primer EB110 de 561 CV (611 en la versión SS) montaba también un motor con 4 turbocompresores y 60 válvulas (5 por cilindro), entonces para alimentar un V12 de 3,5 litros de cilindrada (menos de la mitad del W16 actual), tenía también tracción total permanente (bajo un reparto del 27% delante y el 73% detrás) y podía pasar de 0 a 100 km/h en sólo 3,5 segundos (alcanzado los 342 km/h en el circuito de Nardo en 1992), lo que en su momento le hacía el superdeportivo de producción comercial más rápido del mundo, por delante del Porsche 959, el Ferrari F40 y el Lamborghini Diablo.

Y no se quedó ahí, sino que con el EB110 SS (Super Sport), Gandini todavía mejoró sus registros, con una punta de 351 km/h y 2 décimas menos de segundo en el 0-100 km/h, gracias a los 50 CV extra suplementarios (casi 65 mkg de par) obtenidos a 8.250 rpm, junto a una rebaja de su peso, obtenida a base de sustituir varios paneles de la carrocería de aluminio por otros en fibra de carbono, que rebajaron su peso claramente por debajo de la tonelada y media (1.418 kg en vacío). No está mal para un superdeportivo de hace 30 años…

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