
La segunda generación del asistente de aparcamiento de Bosch ofrece como novedad la función de aparcamiento en batería, para guiar al coche en los aparcamientos que estén en ángulo recto respecto a su sentido de marcha. Al pasar por el hueco, los sensores de ultrasonidos integrados en los laterales detectan y miden si el espacio es adecuado. Entonces, la electrónica del sistema calcula las maniobras más favorables para permitir su entrada y dirige el vehículo al aparcamiento, limitándose el conductor a controlar la maniobra acelerando, frenando y cambiando de marcha (hacia atrás o hacia delante). Los sensores laterales de ultrasonidos detectan también posibles obstáculos como barandillas, pilares, bolardos… y memorizan su posición, mientras que el sistema calcula la trayectoria a modificar con ellos, y si detecta que puede haber una colisión con alguno avisa al conductor, incluso cuando el obstáculo ya no está dentro del área de acción del sensor de ultrasonido.
El siguiente paso, en el que están trabajando ya los ingenieros de I+D de Bosch es un asistente que permita el aparcamiento totalmente automático, en el que el conductor sólo tendrá que observar y concentrarse en lo que sucede. Tanto la dirección, como el freno y el acelerador o el cambio de marcha serán accionados por el asistente electrónico, tanto para aparcar en cordón como en batería. Y en un futuro más lejano, será posible desarrollar un asistente en el que el conductor se baje del vehículo, apriete un botón del mando a distania y el coche aparque solo de forma totalmente automática en los huecos más estrechos.