El grupo de automóviles BMW ha roto sus conversaciones, en especial con Daimler, y otros fabricantes alemanes competidores, ante la sospecha de que la marca de la estrella se haya inculpado ante las autoridades alemanas de haber actuado como cártel con sus competidores sobre tecnologías y precios de algunos componentes relacionados con los sistemas de control de emisiones contaminantes de sus modelos.
Considerando que este acercamiento pudiera ser un intercambio en busca de inmunidad. Por esta razón BMW ha decidido no participar en las reuniones promovidas por la administración alemana correspondiente y los fabricantes para defenderse de las acusaciones de la Comisión Europea (CE) de haberse saltado las normas contra la competencia. Tal enfado ha llevado a BMW a congelar los acuerdos que tiene con Mercedes para la compra conjunta de componentes y el establecimiento de una red de recarga rápida de coches eléctricos, donde también participan Ford y el grupo Volkswagen.
