La expresión estética y elegante propia de los coupé y los cabrio de la serie 6 se une ahora a la imagen atlética que distingue a las versiones M, con sus rasgos específicos como la toma de aire inferior delantera de tres partes, de formas muy expresivas y con deflectores aerodinámicos, o la parrilla ovoide doble al estilo M, con varillas dobles de color negro. Pasos de rueda abombados, branquias laterales, perfiles luminosos como intermitentes laterales, retrovisores exteriores más penetrantes, taloneras de formas optimizadas…
Todo delata su carácter “M”, con mejoras aerodinámicas como el faldón posterior con difusor de efecto suelo entre las dobles salidas de escape, completado por un tren rodante con llantas de 19 pulgadas de serie (y de 20 en opción) forjadas en aleación ligera, con nueva interpretación del diseño de radios dobles, típico de los BMW M.
Pero donde está la identidad radical de este nuevo Serie 6 M es en su motor, el V8 4.4 de inyección directa de gasolina y con doble turbo en serie (Twin Scroll Twin Turbo), uno pequeño y otro grande, con colector de escape compartido por las dos bancadas y reglaje totalmente variable (Valvetronic), un motor turbo de ultimísima generación con una relación muy favorable entre prestaciones y consumo (da un 10% más de potencia con un 30% menos de consumo, habiendo ganado también un 30% más de par).
Con 560 CV entre 6.000 y 7.000 rpm, y un par máximo de 69,4 mkg, es el BMW más elástico hasta la fecha, ya que esos casi 70 mkg están disponibles y constantes desde 1.500 a 5.750 rpm, o sea que tiene un margen de uso a pleno rendimiento triple que en el modelo anterior… Así se explican sus impresionantes prestaciones: de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos (4,3 el M6 Cabrio) y de 0 a 200 km/h en 12,6 (13,1 el M6 Cabrio), siempre con la velocidad máxima autolimitada a 250 km/h (aunque se puede subir a 305 km/h con el M Driver’s Pack). Y eso con un consumo nada exagerado, de menos de 10 lts/100 km (9,9) en el promedio combinado europeo (10,3 en el M6 Cabrio).
Este consumo récord para un BMW M de su porte y motor se explica también por todo el despliegue de soluciones ecológicas Efficient Dynamics incluidas de serie (con función “start & stop”, recarga inteligente de batería, funcionamiento selectivo de bombas de agua y aceite, etc). Para pasar toda su caballería al eje motriz trasero, este M6 utiliza un cambio M DKG (Doppel Kupplung Getriebe, el cambio robotizado de dos embragues de BMW) con 7 relaciones y selección Drivelogic de marchas para optimizar la capacidad de tracción, así como “launch control” (salida de carreras) y Low Speed Assistance. Lleva una palanca selectora específica M y también levas al volante para el cambio de marchas.
En el eje trasero cuenta también con un diferencial M activo con distribución variable del par motriz entre las dos ruedas a fin de optimizar la capacidad de tracción y la estabilidad en maniobras rápidas y a pleno apoyo (cambio brusco de carril en autopista o salir acelerando con fuerza de una curva), muy necesario en un coche con una relación peso/potencia de 3,3 kg/CV (3,5 el M6 Cabrio).
También se ha reforzado el chasis, dotándole de una cinemática específica, con ayudas tales como el DDC (control dinámico de amortiguación) y el DSC (control dinámico de estabilidad, el ESP de BMW) especialmente ajustados para esta versión M6 (con modo M Dynamic). La dirección es la Servotronic típica de los M y los frenos llevan discos especiales de doble corona, ventilados y ranurados, de 400 mm de diámetro delante y 396 mm detrás, con pinzas de 6 bombines delante y 4 detrás (y quienes quieran todavía más, tienen en opción discos carbocerámicos de 410 mm de diámetro delante, que obligan ya a montar llantas de 20”). Como coche también de gran turismo, por muy superdeportivo que sea, este BMW M6 cuenta también con varios detalles de lujo y confort, como la posibilidad de programar individualmente la respuesta del motor, la línea característica M Servotronic, el programa de cambio Drivelogic y el DSC programable, con un mapa característico de la suspensión y lectura de datos mediante pantalla virtual (Head-Up Display). Todos estos ajustes se pueden regular a voluntad mediante dos teclas M Drive en el volante, que los activan y memorizan para contar con un reglaje personalizado del coche a gusto del conductor.
En el interior se ha buscado combinar elegancia y deportividad.
Monta asientos exclusivos M, muy envolventes y con cinturones de seguridad integrados, con un nuevo volante de radios dobles. La tapicería es por supuesto de piel, con molduras internas en fibra de carbono y umbrales de puerta iluminados con el logotipo M. El cuadro es el específico de los BMW M, con función “black panel” y el climatizador dual cuenta con memoria de funciones y temperaturas. Finalmente, trae de serie faros inteligentes autoadaptables (por diodos) con función de cambio automático de cruce a carretera (y viceversa).
En opción puede llevar el sistema de visión nocturna Night Vision con capacidad de detección de personas, el aviso de salida de carril (con sistema de advertencia de cambio), cámara trasera , vista panorámica Surround View, información sobre límites de velocidad (Speed Limit Info), navegador con preparación para Internet, integración ampliada de teléfonos inteligentes y unidades de música, etc. Queda pendiente el precio, que no bajará de los 130.000 euros.