El “supersedán” británico
El lanzamiento del Bentayga no es óbice para que la marca de Crewe amplíe su selecta oferta de grandes sedanes de lujo. El último ejemplo es el del Bentley Flying Spur W12 S, que se convierte en la berlina de 4 puertas más deportiva de su gama, con su motor W12 (12 cilindros en V repartidos en dos bancadas con bloques de 6 en V estrecha) potenciado a 635 CV.
Con más de 325 km/h de velocidad punta pasa a ostentar el título del Bentley de 4 puertas más rápido jamás construido. En efecto, el récord que hasta ahora tenía el Mulsanne Speed pasa al Flying Spur, que mantiene un gran parecido con el Continental GT Speed. Con sus llamativas llantas negras de 21” y 5 radios, y numerosos detalles en negro lacado y mate (parrilla, perfiles, difusor, retrovisores…) este Bentley sedán resulta de lo más espectacular, con la etiqueta puesta en poder anunciar en el Reino Unido que se trata del primer sedán en superar las 200 millas por hora de velocidad punta (o sea los 325 km/h). Una frontera como cualquier otra, y a la que ya se acercaban (y mucho) algunas versiones del Maserati Quattroporte y del Mercedes CLS AMG 63 (desprecintada en éstos últimos la autolimitación a 250 km/h), por no hablar del BMW Serie 7 Alpina.
Ahora Bentley se cuelga la medalla de su superación, y quién sabe si irá más lejos en el futuro (podría haber un Flying Spur W12 S Speed, por ejemplo), porque al fin y al cabo la mejora de potencia y par aplicada sobre el motor W12 biturbo de origen Audi (no en vano el grupo VW es el propietario de la marca británica) no ha sido muy drástica (635 CV, 10 más que antes, y 83,6 mkg, apenas 2 mkg más, desde 2.000 rpm, y en todo caso por debajo de los 651 CV y 86 mkg del Continental GT Speed).
De todos modos, aunque este Flying Spur W12 S pueda presumir de velocidad punta (habría que ver donde pueden lograrse esos 325 km/h, desde luego no en las vías europeas, ni siquiera en las “autobahnen” germanas), en aceleración (4,5 segundos de 0 a 100 km/h) le superan tanto el CLS AMG de Mercedes como el Serie 7 Alpina de BMW (ambos 3,7 segundos en el mismo registro). Y por supuesto, su hermano el Continental GT Speed, con 4,1 segundos (además de hacer una punta de 331 km/h). Pero claro, ya se trata de un coupé y no de un sedán de 4 puertas…
De modo que el esperado Flying Spur Speed se ha convertido en este W12 S, cuarta versión de la gama de este “aguijón volante” (o “espuela voladora”, que es lo que significa en inglés Flying Spur), por encima de sus hermanos con motor V8 e incluso del W12 de 625 CV, aunque no llegue a los 651 CV que da en el Continental GT Speed. Por lo demás la transmisión sigue montando el cambio automático por convertidor de par de sus hermanos, con 8 relaciones, y la tracción total a las 4 ruedas, bajo un reparto 40/60 que prima el eje posterior motriz. En el interior puede lucir una nueva tapicería de cuero perforado y ventilado, personalizable además en versión de acabado Mulliner, con una paleta de hasta 8 tonos con costuras a contraste específicas (Bentley afirma que de las 130 horas de trabajo de montaje que se lleva cada unidad, 25 lo son sólo en el tapizado de su habitáculo), apoyacabezas con el logo W12 S bordado, volante de tres radios, pantalla táctil para los ocupantes traseros situada en la consola central trasera, “hotspot” Wi-Fi, etc.
Y por fuera, además de un ajuste específico de amortiguación así como del calibrado del ESP, junto a una puesta a punto de la suspensión para lograr el mejor compromiso entre confort y estabilidad, cuenta también con frenos mejorados (con la opción de discos carbocerámicos y pinzas de 8 pistones pintadas de rojo y negro, no en vano el coche pesa en vacío algo más de dos toneladas y media). A la venta para finales de año, Bentley todavía no ha anunciado oficialmente su precio, aunque se estima que no bajará del cuarto de millón de euros.
