“Lifting” de verano
Se presentaron en el pasado salón de Ginebra y ahora llegan al mercado, ya en pleno verano. Los Bentley Continental GT (coupé, descapotable y Flying Spur) se renuevan cosméticamente con una serie de retoques externos, pensados para realzar su imponente presencia, sin perder sus tradicionales -y macizas- señas de identidad.
Efectivamente, la tradicional “pesadez” del diseño Bentley se aligera un poco, con la nueva parrilla frontal más pequeña, sin perder fuerza gracias a los nuevos guardabarros y aletas, más prominentes y con una toma de aire adicional presidida por un adorno metalizado con la B de Bentley, mientras que los emblemas cromados de las aletas se igualan entre los tres (los mismos del GT Speed para los V8 y W12) y además se ofrecen tres nuevos colores de carrocería, todos metalizados: dos azules (el intenso Marlin y el celeste JetStream) y un beige dorado (Camel).
En la zaga cambia la tapa del maletero, más estilizada y con un discreto deflector aerodinámico, mientras que el parachoques se ensancha y se hace más envolvente, con detalles metalizados, acogiendo un difusor inferior de escudo de nuevo diseño (en los V8 S y GT Speed). Las llantas de aleación estrenan nuevos diseños, montando de serie las de 20” y 6 radios de tres brazos cada uno tanto el W12 como el V8, aunque con distinto tono (de alto brillo en el W12). Por su parte la Mulliner Driving Specification adopta un nuevo diseño de llanta de 21″ con siete radios dobles, color gris Graphite y radios en mecanizado brillante. Por último, una nueva llanta direccional deportiva de 21″ y cinco radios se une al actual diseño de 21″ disponible para el V8 S y el GT Speed.
En el interior también se perciben algunas mejoras, con 4 amplios asientos de diseño recto acanalado y acolchados con motivos de rombos en el acabado Mulliner Driving (de serie en los GT Speed). Cambian los elementos metálicos de la consola, el cuadro de instrumentos luce indicadores y gráficos nuevos, más modernos, y la luz ambiente interior es ahora por diodos. La consola central muestra en negro el entorno del selector del cambio de marchas, y los modelos V8 y V8 S coupé incorporan un compartimento oculto entre los asientos traseros, capaz de alojar y recargar dispositivos electrónicos, incluidos los iPad.
El volante puede ser en opción más pequeño y deportivo, con las levas del cambio más grandes con embellecedores metálicos táctiles moleteados. Las opciones también varían; el nivel de equipamiento a medida del Flying Spur aumenta, mientras que los GT W12 y GT Speed pueden solicitarse con asientos tapizados en la nueva piel semianilina, más suave y lujosa. Además, las guarniciones de los GT V8 S, GT W12 y Speed coupé se ofrecen en tejido Alcántara a juego con los 17 colores de piel disponibles, entre ellos dos nuevos: Shortbread y Camel. Por último, todos los Bentley Continental traen de serie desde ahora conectividad Wi-Fi a bordo.
En cuanto a motores, hay también algunas mejoras en los modelos de la planta de Crewe. El W12 6.0 de los Continental GT W12 aumenta su potencia de 575 hasta 590 CV, y el par máximo de 71,4 a 73,4 mkg, sin que ello afecte a su consumo, que se reduce un 5%, gracias sobre todo a la tecnología de desconexión selectiva de cilindros (que permite al motor funcionar con sólo 6 de sus 12 cilindros).
El consumo oficial combinado mixto es ahora de 14,1 lts/100 km (329 g/km de CO2). Por su parte, el W12 6.0 biturbo de 625 CV y 81,6 mkg del Flying Spur W12 repite su potencia y prestaciones aunque también disminuye su consumo con la desconexión selectiva de cilindros, ganando autonomía y bajando su emisión de CO2 a 333 g/km (antes 323). En suma, unos suaves retoques a la marca más lujosa del grupo VAG para seguir manteniendo su exquisito nivel de exclusividad… y precio.
