Un superdescapotable lujoso y carismático
Tras algo más de un año del lanzamiento de la tercera generación del Continental GT Coupé, la marca británica de lujo del Grupo Volkswagen lanza la versión descapotable del mismo, bajo el nombre de Bentley Continental GT Convertible, con un precio que ronda los 200.000 euros.
La casa de Crew lanza este descapotable que se dirige al exiguo nicho de clientela que quieren un descapotable imponente, aunque no tan deportivo como sus rivales menos señoriales y pesados. Este Bentley descapotable casi pesa dos toneladas y media (2.414 kg) en vacío, y eso que no es excesivamente grande (4,85 m de largo). Pese a ello sus prestaciones son de infarto: 333 km/h y 3,8 segundos de 0 a 100 km/h (una décima más que el Continental GT Coupé). La capota (de accionamiento eléctrico, «of course») se abre y cierra en 19 segundos, pudiendo operarse en marcha hasta los 50 km/h.
Bentley Continental GT Convertible: mayor prestancia y estilo náutico
Respecto al anterior Bentley Continental GT Convertible, ha mejorado su sellado mediante una nueva combinación de materiales aislantes, que rebaja en 3 decibelios el nivel interior de ruido con capota cerrada, esta manipulable y que tarda 19 segundos en evitar el sol, igualando el nivel de silencio del anterior Continental GT Coupé. A cambio, el maletero, con 235 litros, pierde 25 frente al de la generación anterior, un volumen ya escaso pese a ser un coche de capricho para un descapotable de superlujo con 4 plazas.
Bentley afirma haber mejorado el flujo de aire de la calefacción dinámica para el cuello integrado en los asientos delanteros, amén de llevar calefactados volante, asientos y hasta el apoyacodos. Por supuestos los asientos van también climatizados y con reglaje eléctrico, y en opción hasta pueden lucir un tapizado en punto de cruz hecho a mano.
De serie (si se puede hablar de “serie” en un coche artesanal como éste) hay 17 colores de carrocería, aunque opcionalmente se puede escoger entre una gama más amplia de 70 e incluso con colores personalizados. También hay una opción de 7 colores para la capota (entre ellos el negro, azul, gris, el beige Claret y uno que simula el tejido “tweed”) y 8 acabados para su revestimiento interior (entre otros, los New Red y Magnolia).
Y luego quedan los elementos especiales opcionales del especialista Mulliner, como las llantas de 22” de diámetro y aleación forjada, el acolchado exclusivo de asientos, bordados con la B de Bentley, el depósito de combustible con distinto acabado, los pedales deportivos o el techo de piel en relieve, entre otros.
Pero este GT Continental Convertible no sería un Bentley si no compartiera la desmesura de algunos de sus equipamientos, como su exagerado tren rodante (llantas de 21” con neumáticos Pirelli P Zero en medidas 265/40 R21 (delante) y 305/35 R21 (detrás), y más aún sus impresionantes frenos, con discos autoventilados de 420 mm delante (con pinzas de ¡10 bombines!) y 380 mm detrás (con pinzas de 4 pistones). Pero claro, tienen que estar pensados para parar dos toneladas y media a 300 km/h…
Bentley Continental GT Convertible: Sin novedad en la mecánica
Esta versión descapotable incorpora la misma mecánica de su hermano coupé, el motor W12 biturbo a gasolina de origen Audi (635 CV a 6.000 rpm y casi 92 mkg a 1.350 rpm) ahora ligeramente actualizado mediante una microhibridación ligera a 48V (que no quita para que anuncie un consumo medio 14 lts/100 km y un urbano de 20 -normas WLTP- con más de 300 grs/km de CO2).
Lleva tracción a las 4 ruedas y cambio automático (pero de doble embrague) con 8 relaciones, y cuenta con todas las novedades mecánicas y de equipamiento que Bentley presentó con el Continental GT Coupé. Presenta barras estabilizadoras activas, suspensión neumática con muelles de 3 cámaras y 4 modos de conducción), faros matriciales de diodos (MatrixLED) y un nuevo sistema multimedia con pantalla táctil de 12,3”.
Bentley apunta con el GT Continental Convertible a rivales de la talla del Mercedes-AMG S65 Cabrio o el Aston Martin Vanquish S Volante (ambos por encima de los 600 CV) e incluso al BMW Serie 8 M850i Cabrio (530 CV), todos en el entorno superior al cuarto de millón de euros (más bien en los 300.000). Pero siempre bajo las señas de identidad de la marca de Crewe, a saber, las tres “p” (peso, presencia y poder).
Desde el lanzamiento se dispone de dos paquetes de equipamiento opcionales, uno urbano y otro para carretera y autovía: el primero incluye apertura del maletero “manos libres”, lector de señales de tráfico y frenada automática de emergencia con reconocimiento de peatones. El segundo incluye un programador de velocidad activo con asistente para conducción en atascos, alerta por cambio involuntario de carril, “head up display” y sistema de visión nocturna.
En equipos de sonido hay tres niveles: el básico ya trae 10 altavoces y 650 W de potencia, el medio es un Bang & Olufsen con 16 altavoces y 1.500 W (con rejillas iluminadas e interfaz desarrollado por BeoSonic) y el superior es de marca Naim, con 18 altavoces, 2.200 W y unos emisores de graves integrados en los asientos delanteros. En suma un superdescapotable de lujo para quienes puedan gastarse en un coche lo que otros en una casa.
